«El mundo está lleno de gente mala y de gente tonta»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 20.11.2020. Detalle de la portada de «Es hoy» de Carlos Giménez, un cómic donde la muerte está más presente que nunca. «La muerte forma parte de la vida», es el último capítulo. Efe

Efe – Carlos Giménez ha vuelto, y lo hace con «Es hoy», un cómic donde la muerte está más presente que nunca porque para el historietista madrileño se trata del «último capítulo» de la vida, y no por querer ignorarlo «va a dejar de llegar». Madrid (España), sábado 21 de noviembre de 2020.

Un año después de publicar «Mi amigo Luis y otras historias», Efe se ha puesto en contacto con Giménez y, en esta ocasión, en vez de las ya tradicionales «tres preguntas» son cuatro las que ha permitido formularle por escrito para conocer más de esta nueva historia (Reservoir Books), y de él.

Un año después de publicar Mi amigo Luis y otras historias, Efe se ha puesto en contacto con Giménez y, en esta ocasión, en vez de las ya tradicionales «tres preguntas» son cuatro las que ha permitido formularle por escrito para conocer más de esta nueva historia, y de él.

Porque Giménez (1941) no es uno de esos autores que se prodiguen en las redes sociales o en actos sociales, así que cada vez que publica una nueva obra es un motivo de alegría para todos los amantes de la viñeta.

El último capítulo de su trilogía dedicada a la muerte

FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 20.11.2020. Carlos Giménez, el autor de «Es hoy», un cómic donde la muerte está más presente que nunca. «La muerte forma parte de la vida», es el último capítulo. Efe

Pues bien, en Es hoy, el creador de Paracuellos cierra lo que podríamos llamar una trilogía dedicada a la muerte tras publicar Crisálida y Canción de Navidad, y en esta ocasión somete al tío Pablo a un soliloquio en el que bromea sobre sus historias de juventud y, marca de la casa, despotrica contra el mundo actual. Es decir, hace un repaso de su vida como el reo que espera su hora.

«Yo no creo que esté nada escrito en ningún libro del destino. Pero pienso, y hablo solamente por mi, que no hay que tener demasiado miedo a hablar de la muerte. La muerte forma parte de la vida, es el último capítulo y no por querer ignorarla va a dejar de llegar», cuenta Giménez.

Así que en Es hoy este padre de la viñeta patria no deja títere con cabeza en un cuento de guión impecable y la ya, más que demostrada maestría con el dibujo. Porque para el madrileño la crítica y el análisis social no puede ser algo secundario, sino el punto de partida y de llegada de todas sus historias.

«El mundo está lleno de gente mala y de gente tonta»

«El mundo -dice Giménez en respuesta a una pregunta sobre si el mundo está loco- está lleno de gente mala y de gente tonta. Si no fuéramos tan tontos no dejaríamos que el mundo lo manejaran los curas y los banqueros. Estos dos grupos son los que auténticamente sustentan el poder y manejan a las masas. Los políticos simplemente trabajan para ellos».

Aunque su reflexión continúa: «nuestro dinero lo controlan los bancos. No podemos comprar ni vender, pagar o cobrar nada, si nuestro dinero no pasa por sus manos. Y en cuanto a los curas ¿Cómo se comprende que siendo este, según la Constitución, un país laico toda nuestra vida, nuestras bodas, nacimientos y entierros, nuestras fiestas populares, las bodas de nuestros reyes y gobernantes, todos nuestros actos sociales, estén presididos y gobernados por el calendario de la Iglesia?», se cuestiona.

Cuando comenzó la cuarentena llevaba «años sin salir de casa»
Bebedor de «cubatas» al igual que el tío Pablo (esa especie de alter ego nunca reconocido por él), a Giménez la pandemia no le ha cambiado mucho la vida, porque cuando comenzó la cuarentena él ya llevaba «años sin salir de casa» y estaba «acostumbrado a estar recluido». Por eso su vida «no ha cambiado gran cosa», aunque sí que echa de menos las reuniones con amigos en su casa.

Con la bandera de la sinceridad siempre desplegada, Giménez regresa de nuevo y da muestra de que está en plena forma, y que el paso de los años no ha hecho sino darle mayor contundencia a sus mensajes. Esos que plasma en las viñetas que crea con silencio, escuchando música «con letra», programas de radio o mientras está con amigos. «Me gusta que me hablen mientras dibujo», destaca.

Eso sí, sepan algo que no soporta: la publicidad ni el fútbol.