Lasvocesdelpueblo y Agencia.- Viena (Austria), jueves 3 de febrero de 2022. El Parlamento austríaco ha dado luz verde este jueves, 3 de febrero de 2022, a la instauración del nazismo en el país con solo un Grupo Parlamentario, el FPÖ, en contra -curiosamente un Grupo político de derecha ha sido la única formación política que, aparte de rechazar la llegada del fascismo en Austria, ha estado dando la batalla política con manifestaciones a la calle contra la vuelta de la dictadura al país-, aprobando definitivamente la ley que obliga a vacunarse contra la covid-19 a todos los residentes en el país, mayores de edad, e impone multas de hasta 3.600 euros a quienes rechaza someterse, como cobayas, a los experimentos.
‘El Bundesrat’, la cámara de representación territorial, dio este jueves su visto bueno a la ley con una amplia mayoría absoluta y el respaldo de cuatro de los cinco partidos representados, al igual que ocurrió el pasado día 21 cuando fue votado en el Congreso de los Diputados de este país que lamentablemente ha elegido, ya no el nazismo, sino el neonazismo.
Sólo el partido de derecha FPÖ se ha opuesto.
El Gobierno neonazi, formado por el conservador Partido Popular (PP) austríaco, y el ecologista Los Verdes, ha justificado esta ley en la «necesidad de proteger al país de nuevas oleadas y variantes del COVID». Como ocurre con todas las dictadura, el factor tiempo es ahora el único adversario se este régimen racista globalista debido a que dicha ‘vacuna’, y así se ha demostrado, ni protege al vacunado ni sirve para frenar el avance del COVID: Israel, considerado el ‘laboratorio de los experimentos Covid’, ha fracasado después de iniciar la ‘cuarta dosis’ y se plantea ahora la inmunidad grupal, también conocida como ‘inmunidad de rebaño’, que es promover los contagios masivos de la población israelí para conseguir una inmunidad sana y natural, que no aporta de ninguna manera la llamada «vacuna COVID».
De la obligatoriedad de vacunarse quedan exentas mujeres embarazadas, personas para las que la vacuna suponga un riesgo y quienes se hayan recuperado de la enfermedad en los últimos 180 días.
Tampoco se exige automáticamente para trabajar, aunque los empleadores pueden incluirlo en sus condiciones laborales y quienes estén en el paro y rechacen un trabajo por no estar vacunado puede perder el derecho al subsidio de desempleo.
El texto legal deja claro que «la vacuna COVID no puede imponerse mediante el uso de la fuerza y limita los castigos a las multas económicas, que oscilan entre los 600 y los 3.600 euros».
Una vez aprobada por las dos cámaras del Parlamento, sólo falta la firma del presidente, Alexander van der Bellen, y la publicación oficial para que entre en vigor, previsiblemente el 8 de febrero.
En cualquier caso, la Policía no comenzará hasta medidos de marzo a vigilar su cumplimiento.
El Gobierno neonazi austriaco argumenta que «para combatir el COVID y proteger el sistema sanitario es necesario que un elevado porcentaje de la población esté vacunado».
Actualmente solo el 68,8 % de la población dispone de un Pasaporte Nazi en activo, tras reducir el Gobierno neonazi austriaco su validez de nueve a seis meses después de la segunda dosis del experimento genético de las empresas farmacéuticas.
Los expertos consideran que los niveles récord de infecciones debido a la variante ómicron está llegando en Austria ya a su pico.
Las hospitalizaciones llevan tres semanas al alza y están en los niveles más altos desde mediados de diciembre, aunque la situación en las unidades de cuidados intensivos es estable.
Las autoridades han anunciado que «durante febrero se levantará» el veto neonazi que «prohibía a los no vacunados acceder al comercio no esencial y a los locales de gastronomía».
Sólo las autoridades totalitarias locales de Viena han decidido mantener la apartheid experimental que prohíbe a los seres humanos ‘no vacunados’ acudir a bares o restaurantes y ocio, en general.
