El pánico alentado por Quim Torra con la excusa del covid 19 provoca cancelaciones y cierre de hoteles

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 26.07.2020.- Varias turistas caminan por las Ramblas de Barcelona , hoy domingo 26 de julio de 2020, después de que os rebrotes de coronavirus (covid 19) que han aparecido en las últimas semanas en Cataluña hayan provocado una oleada de cancelaciones en Barcelona y que algunos hoteles que habían reabierto tras la apertura de las fronteras vuelvan a cerrar. Efe 

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El pánico y la paranoia alentados por el Gobierno separatista de la Comunidad autónoma de Cataluña del presidente Joaquim Torra Pla, alias Quim Torra, con su campaña «Manos, Mascarilla y Distancia», la amenaza de estado de alarma (confinamiento domiciliario), o el «toque de queda», anunciado recientemente por Torra en el Parlamento de Cataluña, ya tienen sus primeras consecuencias directas sobre la economía catalana. Los rebrotes de coronavirus que han aparecido en las últimas semanas en Cataluña han provocado una oleada de cancelaciones en Barcelona y que algunos hoteles que habían reabierto tras la apertura de las fronteras vuelvan a cerrar. Barcelona (España), domingo 26 de julio de 2020. 

Francia —en respuesta a la campaña de miedo de Torra, una cortina de humo de la Derecha separatista para tapar su crisis interna y una cortina de humo del propio Torra para alargar su presencia en el Gobierno regional y no convocar elecciones pese a la confirmación de su inhabilitación por parte del Tribunal Supremo el próxima 17 de septiembre o pese al próximo juicio contra Torra por otro delito de desobediencia— ha pedido a los franceses no viajar a Cataluña hasta que el Gobierno autonómico de Cataluña aclare la situación sanitaria en la región catalana.

El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, ha explicado a Efe que prácticamente todo lo que se había reservado tras el levantamiento del estado de alarma se está cancelando y, aunque no ha cuantificado el volumen, ha dicho que son «muchísimas» las anulaciones registradas porque «se ha paralizado todo otra vez».

La reapertura de fronteras animó a algunos hoteleros a reabrir sus establecimientos en la ciudad y «muy poco a poco se iba incrementando la ocupación, aunque de manera simbólica», ya que el sector «daba el verano por perdido».

Con el 25 % de los hoteles abiertos y una ocupación «muy baja», los hoteleros pensaban «que esta era una manera de arrancar» y de ver si, a partir del otoño, podía empezar a notarse un aumento significativo de ocupación y reservas, aunque ya preveían que hasta el año que viene «no volverá la actividad turística propiamente dicha».

Sin embargo, esta ligera mejoría que se había empezado a percibir se ha vuelto a perder, de repente, con la aparición de los rebrotes del coronavirus.

Esta situación, que Casals considera «muy preocupante» ha provocado que algún hotel que había abierto haya decidido volver a cerrar y que algunos establecimientos que tenían planificado abrir próximamente hayan pospuesto esta decisión.

Casals reconoce que las administraciones han tenido que tomar decisiones difíciles por la situación tan complicada que hemos vivido, pero entiende que, a partir de que haya pasado la emergencia sanitaria que nos llevó al confinamiento en marzo, ahora habría que «planificar más las acciones que se llevan a cabo».

«No se está planificando lo suficiente, se trabaja un poco según lo que está sucediendo día a día, sin tener una hoja de ruta clara» y, sobre todo, la administración tiene que tomar medidas «proporcionadas» y comunicar mejor los mensajes que lanza, en referencia a la actuación de la Generalitat en los últimos rebrotes.

«Al final no estábamos diciendo que Barcelona está cerrada, ni que Barcelona no se puede visitar, pero a nivel internacional depende del tipo de mensaje que envías lo que provoca es una parada contundente y clara, porque el mensaje que llega es que es peligroso visitar Barcelona», ha dicho.

Los hoteleros también echan de menos que haya «diálogo» con el sector por parte de la administración y están desanimados ante la actual situación porque nadie esperaba la aparición de rebrotes tan pronto.

Por ello, los hoteleros insisten en pedir a las administraciones que alarguen los ERTE hasta finales de año y que se condone o retrase el pago de impuestos.

Pero más allá de todo esto, lo que se necesita para mantener vivo el sector es un «plan de rescate para el sector turístico hotelero», apunta Casals, «como se hizo con la banca en la crisis del 2008», porque se trata de un sector importante para la economía del país.

«Un segundo confinamiento sería un desastre a nivel turístico, económico e, incluso, psicológico para los ciudadanos», añade.

El presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE), Martí Sarrate, también ha reclamado un plan de ayudas para el sector ante la posibilidad de que esta crisis se lleve por delante a un 60 % de las agencias que hay en nuestro país.

Sarrate ha cuantificado en un 20 % las cancelaciones que han sufrido las agencias de viajes después de los rebrotes de este mes, básicamente en Barcelona, pero también en el resto de Cataluña.

Señala que después del estado de alarma y de la reapertura de fronteras, las reservas empezaron a reactivarse, aunque con importantes caídas respecto al año anterior, ya que esperan cerrar el año con un 70 % menos de facturación.

El responsable de ACAVE considera, además, que las administraciones deben gestionar «mejor» la comunicación en una situación tan delicada como la actual y califica de «muy negativos» los mensajes que se han lanzado desde el Govern tras aparecer los rebrotes.

«La comunicación tiene que ser sensata y responsable para no provocar alarmismo ni miedo psicológico», ha dicho Sarrate para añadir que, depende de cómo se comunique una decisión, puede tener importantes efectos sobre la economía.

De momento y para este verano, los españoles apuestan por viajar por el país, principalmente a Galicia, País Vasco, Asturias, Andalucía, Cataluña e Islas Baleares y Canarias.

Algunos también se atreven a visitar Europa, preferentemente países como Islandia, Suiza, Alemania o Francia, pese a que «no hay tanta alegría como se esperaba, ya que hay muchas personas afectadas por ERTE», ha añadido