El Parlamento de Cataluña es el más caro de los 17 parlamento autonómicos de España

0
1409
Vista general, desde la Mesa del Parlamento, de la cámara regional de Cataluña durante una sesión de control al gobierno autonómico de Cataluña, en unas imágenes de Marta Rovira. Archivo Lasvocesdelpueblo.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Se remite a los informes de fiscalización del Tribunal de Cuentas para señalar que desde 2005 el Parlamento autonómico catalán ha destinado 146 millones de euros a pagar a los partidos políticos, mientras el Congreso ha dedicado 82 millones y el Senado otros 60 millones. «No deja de ser sorprendente que quienes se lamentan de carecer de recursos económicos y padecer ‘asfixia financiera’ sí dispongan de dinero para que sus partidos políticos sean con diferencia los mejor pagados de España en una sede parlamentaria». Así denuncia el colectivo catalán, Convivencia Cívica Catalana (CCC) -que lidera el profesor Francisco Cajas- en un informe. Barcelona, 25 de marzo 2016. Fotografía: El Parlamento autonómico de Cataluña durante una sesión. Foto archivo de la diputada separatista de ERC Marta Rovira Vergés. Lasvocesdelpueblo.

Los 17 parlamentos autonómicos cuestan al año 328 millones de euros, el que más el catalán, que supone un desembolso de 51,9 millones y un gasto por parlamentario de 188.000 euros, un 85 por ciento superior al de un diputado del Congreso, según un estudio de Convivencia Cívica Catalana. Esta entidad ha analizado cuánto cuestan las cámaras autonómicas en un informe basado en los datos disponibles más recientes, correspondientes al último ejercicio finalizado, el de 2015.

Actualmente hay 1.248 diputados autonómicos en España, que desarrollan su labor en los 17 parlamentos de las comunidades autónomas y en las dos asambleas de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Cataluña, con 135 diputados; Madrid, con 129, y Andalucía, con 109, son las cámaras con más parlamentarios autonómicos, mientras que Castilla-La Mancha y La Rioja son las que menos tienen, con 33 cada una de ellas, por detrás de Cantabria, que tiene 35.

Según este estudio, después de la catalana, las cámaras autonómicas que tienen un presupuesto más elevado son la de Andalucía (38,4 millones) y la del País Vasco (32,7 millones). En el lado contrario, el Parlamento riojano, con poco más de 4,5 millones, y el cántabro, con casi 7, son los que menos presupuestos tienen.

La partida más cuantiosa de los presupuestos es la de personal, hasta el punto de que supone más de la mitad del gasto: el pago de retribuciones en los 17 parlamentos autonómicos asciende a 181 millones de euros. Convivencia Cívica Catalana llama la atención sobre el gasto por parlamentario en la cámara catalana, de 188.000 euros anuales. Una cifra que supone un 85 por ciento más que lo que cuesta un parlamentario del Congreso de los Diputados (101.600 euros) y más del doble que el del Senado (80.200 euros).

También hace especial hincapié en uno de los aspectos más controvertidos del coste de los parlamentos autonómicos en España: el de las aportaciones a los grupos políticos, es decir, las cantidades que cada cámara reparte entre los partidos que la integran. Y en este capítulo destaca asimismo el Parlamento catalán, que paga a los grupos políticos 116.600 euros por cada parlamentario, casi el triple que el resto de cámaras autonómicas, que desembolsan una media de 45.600 euros.

De hecho, según los datos recopilados por esta plataforma, la cámara catalana reparte más dinero entre los grupos parlamentarios que el Congreso y el Senado juntos. Se remite a los informes de fiscalización del Tribunal de Cuentas para señalar que desde 2005 el Parlamento autonómico catalán ha destinado 146 millones de euros a pagar a los partidos políticos, mientras el Congreso ha dedicado 82 millones y el Senado otros 60 millones.

«No deja de ser sorprendente que quienes se lamentan de carecer de recursos económicos y padecer ‘asfixia financiera’ sí dispongan de dinero para que sus partidos políticos sean con diferencia los mejor pagados de España en una sede parlamentaria», se queja Convivencia Cívica Catalana. Avisa, en este contexto, de que esas cifras tan «generosas» pueden suponer una «financiación encubierta» de los partidos catalanes, en particular de los nacionalistas.

A juicio de esta entidad, los parlamentos autonómicos deberían realizar un esfuerzo por introducir medidas de racionalidad y austeridad, así como criterios de mayor objetividad en la asignación de gastos, especialmente en lo que se refiere a retribuciones de diputados y aportaciones a los grupos políticos.