El presidente del Gobierno y el separatista Puigdemont siguen en «las antípodas»

1
1006
El presidente separatista Carles Puigdemont (i) con el Quijote en mano -un regalo- del presidente de Gobierno Mariano Rajoy (d). Imágenes facilitadas por la presidencia de la Nación a través de Twitter. Lasvocesdelpueblo.

Agencias – Al cumplirse los cien días de su llegada al gobierno regional de Cataluña y dos años desde la última visita de un presidente catalán, la de Artur Mas en 2014, Puigdemont se ha desplazado al Palacio de la Moncloa para reunirse con Rajoy, y ambos han mantenido un encuentro cordial y amable durante dos horas, que ha evidenciado que tienen posturas políticas diametralmente opuestas. Madrid, 20 abril 2016. Fotografía: El presidente separatista Carles Puigdemont (i) con el Quijote en mano -un regalo- del presidente de Gobierno Mariano Rajoy (d). Imágenes facilitadas por la presidencia de la Nación a través de Twitter. Lasvocesdelpueblo.

El presidente del Gobierno de la Nación, Mariano Rajoy Brey, y el presidente regional separatista catalán de Juntos Por El Sí (JxSí), Carles Puigdemont Casamajó, han constatado hoy que están en «las antípodas» en cuanto a la hoja de ruta separatista y también respecto a un referéndum de autodeterminación de Cataluña, aunque han abierto una vía de diálogo a través de sus vicepresidentes.

Al cumplirse los cien días de su llegada al gobierno autonómico de Cataluña y dos años desde la última visita de un presidente catalán, la de Artur Mas Gavarró en 2014, Puigdemont se ha desplazado al Palacio de la Moncloa para reunirse con Rajoy, y ambos han mantenido un encuentro cordial y amable durante dos horas, que ha evidenciado que tienen posturas políticas diametralmente opuestas.

El propio Puigdemont lo reconocía en la rueda de prensa que ha ofrecido en el centro cultural Blanquerna, delegación oficiosa de la Generalidad catalana en Madrid, donde ha admitido que tienen unas «profundas discrepancias» y que «no hay ninguna posibilidad de atisbo de acuerdo» sobre la hoja de ruta separatista ni referéndum de autodeterminación de Cataluña.

Pero sí sobre otras cuestiones, bien reclamaciones de la Generalitat o bien «incumplimientos», según el término del Ejecutivo catalán, que el president ha concretado en un documento de 46 puntos, entregado a Rajoy. De algunos de esos puntos comenzarán a hablar la semana que viene Soraya Sáenz de Santamaría, y el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, en lo que será una comisión de trabajo que el máximo responsable del Gobierno catalán ha saludado, habida cuenta de que ha sido una petición respondida positivamente por Rajoy.

Comenzará entonces un camino de posibles coincidencias o acuerdos, lo que no es viable acerca de las vías hacia la separación de Cataluña del resto de España. «Sin ley no hay democracia», ha sentenciado Rajoy en otra conferencia de prensa, en este caso en Moncloa, en la que ha informado a los medios de que ha trasladado a Puigdemont que va a seguir defendiendo la soberanía nacional frente a las aspiraciones separatistas.

Aunque ha asegurado que él va a estar siempre dispuesto al diálogo y a la colaboración leal, ha recalcado que hay cuestiones en las que no es posible el acuerdo, como en la propuesta separatista en Cataluña. «Cataluña es España y la inmensa mayoría de españoles lo sentimos como tal», ha afirmado, y ha sostenido que no cabe ninguna consulta que prive a todos los españoles del derecho a decidir sobre lo que es su país.

Ante la petición de la Generalitat de que el objetivo de déficit suba hasta el 1,07 por ciento, en vez del 0,7 por ciento fijado hoy por el Ministerio de Hacienda, Rajoy le ha insistido en la importancia de la estabilidad presupuestaria y ha reclamado la colaboración y el esfuerzo de las comunidades para alcanzar esa meta.

El déficit es uno de los 46 asuntos recogidos en un documento que Puigdemont ha entregado a Rajoy, entre ellos 28 puntos que el gobierno autonómico de Cataluña considera «incumplimientos del Estado con Cataluña, invasión de competencias e interferencias en la acción del gobierno».

Se queja, por ejemplo, del recurso del Gobierno de la patria a la Consejería de Asuntos Exteriores de Raül Romeva y de la «judicialización» de la política por los recursos ante el Tribunal Constitucional o la «persecución» de la delegación del Gobierno en Cataluña contra actuaciones de los consistorios y municipios catalanes.

Cuantifica algunas de esas «deudas» también y, por ejemplo, cifra en 842 millones de euros el dinero que ha dejado de recaudar anualmente la Generalidad de Cataluña por los recursos contra el impuesto a los depósitos bancarios o el impuesto nuclear, entre otros. Igualmente, asegura que al no cumplirse la disposición adicional tercera del Estatuto autonómico de Cataluña para equiparar la inversión en Cataluña en infraestructuras al peso del PIB se han dejado de recibir en estos años 3.811 millones.

Uno de los epígrafes en los que la Generalidad de Cataluña enumera más reclamaciones es el referido a los «derechos sociales de Cataluña», que integran 11 peticiones, como la pobreza energética o el fondo de atención solidaria de suministros básicos. Cuestiones que para la Generalidad de Cataluña son prioritarias porque «ni un gobierno en funciones ni una situación política» deben pasar «factura a los ciudadanos».

En cualquier caso, Puigdemont se ha mostrado satisfecho sólo por el mero hecho de que Rajoy le haya escuchado personalmente, teniendo en cuenta que es el único presidente catalán que ha sido investido en el Parlament con una mayoría absoluta separatista. «Y que sepa de mi compromiso de cumplir el mandato de las urnas y del Parlamento catalán» de avanzar en la construcción de unas estructuras de estado y de un marco legal que les permita tener una Cataluña separada del resto de la patria.

1 COMENTARIO