Efe – A falta de conocer los detalles de la nueva dirección, Iceta ya avanzó quienes integrarán su núcleo duro: la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, como presidenta; la portavoz parlamentaria, Eva Granados, como número dos, y el secretario de organización, Salvador Illa, que amplía sus funciones asumiendo la «acción electoral». Fuentes socialistas han detallado que, aunque la ejecutiva será continuista, habrá algunos movimientos: por ejemplo, se dará un mayor peso a la federación del Barcelonès Nord con la incorporación de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, y el alcalde de Badalona, Àlex Pastor. Barcelona (España), sábado 14 de diciembre de 2019.
El PSC ha exhibido unidad en la segunda jornada de su XIV congreso, en el que ha revalidado el liderazgo de Miquel Iceta por unanimidad y ha aprobado con amplias mayorías los documentos estratégicos que fijan su hoja de ruta para los próximos años, en los que aspiran a ser «el primer partido de Cataluña».
«Tenemos cubiertos muchos de los objetivos, pero nos falta uno: que cuando se celebren las elecciones al Parlament tengamos la oportunidad de formar Govern en la Generalitat», ha expuesto Iceta, que está al frente del PSC desde 2014, tras recibir el apoyo de los 1.069 delegados que participan en el cónclave.
Para esta nueva etapa, el primer secretario ha hecho algunos cambios en la ejecutiva que le acompañará, en la que fuentes socialistas han explicado a Efe que los alcaldes y alcaldesas cederán protagonismo a otros militantes que no ostenten cargos tan exigentes con el objetivo de distribuir mejor las cargas de trabajo.
A falta de conocer los detalles de la nueva dirección, Iceta ya avanzó quienes integrarán su núcleo duro: la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, como presidenta; la portavoz parlamentaria, Eva Granados, como número dos, y el secretario de organización, Salvador Illa, que amplía sus funciones asumiendo la «acción electoral».
Fuentes socialistas han detallado que, aunque la ejecutiva será continuista, habrá algunos movimientos: por ejemplo, se dará un mayor peso a la federación del Barcelonès Nord con la incorporación de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, y el alcalde de Badalona, Àlex Pastor.
Uno de los momentos más singulares de la jornada ha llegado cuando, tras ser reelegido, Iceta ha subido al escenario bailando al ritmo de «Got to Be Real», de Cheryl Lynn, una canción que no ha sonado de forma casual.
Iceta ha explicado que es el mismo tema que suena en un capítulo de la serie «Sexo en Nueva York» en el que la protagonista, Carrie Bradshaw, se cae durante un desfile de moda y, aunque la siguiente modelo le pasa por encima, se levanta y sigue.
«Os digo lo que ella piensa entonces: ‘Tenía que elegir, podía bajarme de la pasarela y dejar que la modelo que llevaba dentro muriera de vergüenza, o levantarme con todos mis fallos y seguir. Y eso fue justo lo que hice, porque cuando las personas tropiezan y se caen, vuelven a levantarse y no se rinden’. Por esto he elegido esta canción en un momento emocionante para mí», ha explicado.
Y es que el primer secretario se puso al frente del PSC en un momento de crisis -caían en picado en las encuestas y acusaban una fuerte división por el procés- y, cinco años después, ha logrado recoser el partido y relanzarlo hasta consolidarlo como segunda fuerza en Cataluña en el último ciclo electoral.
A Iceta lo ha arropado en su reelección la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, que ha apostado por el diálogo y ha cerrado filas con Iceta, que estos días ha recibido críticas de algunos barones socialistas por defender que hay que negociar con ERC una eventual investidura de Pedro Sánchez.
«¿A quién le extraña que dialoguemos? Se lo tiene que mirar. Dialogando, en el marco en el que los parámetros políticos y jurídicos de la democracia nos obligan. En democracia estamos obligados a hablar. Es que lo contrario no es la democracia», ha exclamado.
En los documentos estratégicos que se han aprobado se establece que España es una «nación de naciones» y se ha buscado cerrar la polémica sobre la propuesta de «flexibilizar» la inmersión lingüística: se reivindica el catalán como «lengua vehicular» y se establece que serán los centros quienes decidan si amplíen las horas lectivas en castellano en función del entorno sociolingüístico.
