El PSOE visita el «Campo SS» (Nazi) de Treblinka (Polonia) en clave electoral

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FOTOGRAFÍA. TREBLINCA (POLONIA), 31.08.2019. El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, visita el antiguo campo de concentración nazi de Treblinka, en la víspera de las conmemoraciones del 80 aniversario del inicio de la II Guerra Mundial en Varsovia, Polonia, este sábado. Efe

Efe – El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell: «No se puede entender la historia igual si eres polaco, si eres de un país arrasado durante la II Guerra Mundial donde murieron seis millones de personas, que si eres, por ejemplo, de Estados Unidos, donde prácticamente nunca ha caído una bomba». «Es importante que entendamos cómo pudo ocurrir esto en el corazón de la parte más civilizada del mundo y evitar que algo así vuelva a ocurrir». El ministro español lanzó éste mensaje europeísta desde Treblinka, donde recordó que «fueron hechos como éste los que precisamente hicieron que quisiésemos construir la Unión Europea, para que nunca jamás vuelva a ocurrir lo mismo, para que nunca una persona pueda volver a sufrir por su etnia, nacionalidad, religión o ideas». Treblinka (Polonia), sábado 31 de agosto de 2019.

El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, quien hoy visitó el antiguo campo nazi de Treblinka (este de Polonia), afirmó que “todos los gobiernos deberían organizar visitas sistemáticas” a este tipo de lugares, para que se entienda lo que sucedió y jamás vuelva a ocurrir.

Borrell visitó lo que fue campo de exterminio en la Polonia ocupada con el director del actual museo, Edward Kopówka, quien le explicó las condiciones en las que llegaban los presos, en su gran mayoría judíos polacos, asesinados en las cámaras de gas del recinto, donde se estima que murieron entre 700.00 y 900.000 personas.

«Es importante que entendamos cómo pudo ocurrir esto en el corazón de la parte más civilizada del mundo y evitar que algo así vuelva a ocurrir», reiteró Borrell, en declaraciones a Efe.

El ministro español lanzó éste mensaje europeísta desde Treblinka, donde recordó que «fueron hechos como éste los que precisamente hicieron que quisiésemos construir la Unión Europea, para que nunca jamás vuelva a ocurrir lo mismo, para que nunca una persona pueda volver a sufrir por su etnia, nacionalidad, religión o ideas».

«Como ahora la Europa unida tiene amenazas nuevas que pensábamos que ya habían desaparecido, el proyecto europeo tiene aún si cabe más razón de ser», añadió Borrell, candidato a ser el próximo jefe de la diplomacia europea.

Borrell destacó el hecho de que Polonia siga siendo un país marcado por su historia, ya que «somos lo que somos porque durante generaciones hemos vivido una historia determinada».

«No se puede entender la historia igual si eres polaco, si eres de un país arrasado durante la II Guerra Mundial donde murieron seis millones de personas, que si eres, por ejemplo, de Estados Unidos, donde prácticamente nunca ha caído una bomba», añadió.

Borrell realizó esta visita a Treblinka este sábado, segunda jornada de su viaje de cuatro días a Polonia, donde mañana asistirá al 80 aniversario del comienzo de la II Guerra Mundial junto a representantes de otros 40 países, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.

Treblinka fue un campo de concentración construido por los nazis, cerca de la aldea polaca de Treblinka, en el noreste de la Polonia ocupada por los alemanes, como parte de la Solución final, el aniquilamiento sistemático de judíos y otros grupos étnicos no aceptados por el Tercer Reich.

Estuvo funcionando desde julio de 1942 hasta noviembre de 1943 y estaba ubicado en una zona boscosa y poco poblada, lo que permitió a los nazis ocultar sus crímenes a la población local, mayoritariamente desconocedora de que en los alrededores funcionaban cámaras de gas donde eran gaseados los prisioneros.

Cuando los alemanes comenzaron a ver que su derrota era inminente, los responsables de las SS comenzaron a destruir las pruebas de sus crímenes en Treblinka, aunque en 2014 un grupo de arqueólogos británicos halló restos de cámaras de gas y fosas comunes que confirman la barbarie nazi en este enclave.