El Rey convencido de que en el Pueblo Español «late un profundo deseo de convivencia, entendimiento y voluntad de progresar juntos»

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Efe – El Rey ha pedido hoy a los parlamentarios de la XII Legislatura que practiquen el «diálogo permanente» y el debate «siempre constructivo», guiados por la «generosidad» que ha permitido formar Gobierno, en una nueva etapa que ve marcada por la regeneración de la vida democrática y con gran voluntad de progreso. Madrid (España), jueves 17 de noviembre de 2016. Fotografía: El Rey Felipe VI, junto a la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta Sofía, durante su discurso hoy en el Congreso de los Diputados, donde preside la solemne ceremonia de apertura de las Cortes en la XII Legislatura. Efe.

El jefe del Estado ha pronunciado en el Congreso su primer discurso en una sesión de apertura de una legislatura, acogido con aplausos por la mayoría de diputados y senadores y en silencio por los nacionalistas catalanes y vascos y por Unidos Podemos, que han ido más allá y ni siquiera se han levantado de su sitio cuando Felipe VI ha terminado su larga alocución.

Don Felipe ha vuelto al Palacio de las Cortes, dos años y cinco meses después de su proclamación, acompañado de la reina Letizia y de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, quienes han seguido la sesión sentadas al lado de su madre y han participado en todos los saludos protocolarios de la ceremonia solemne.

Un acto cuyos prolegómenos se han visto enturbiados por la acalorada discusión en el mismo hemiciclo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con responsables de la Cámara, disconforme con el lugar que a él y a sus compañeros les tocaba ocupar en el salón, donde los escaños se han sustituido por sillas para dar cabida a los 350 diputados y 265 senadores que conforman las Cortes Generales.

Tras escuchar a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien ha reivindicado el Parlamento como «principal foro de debate político» para expresar opiniones desde «el debido respeto», el Rey se ha dirigido a los parlamentarios, ante los que ha reconocido el «desencanto» que ha creado la falta de acuerdo para la investidura y la eventualidad de una convocatoria de terceras elecciones.

«Es muy importante subrayar que la crisis de gobernabilidad se ha resuelto, finalmente, con diálogo, con responsabilidad y también con generosidad», ha remarcado el monarca, el cual ha hecho además hincapié en que «los intereses generales han estado muy presentes en su solución».

Consciente del panorama marcado por una composición muy diferente del Parlamento, el Rey ha dicho que el pluralismo «requiere de un diálogo permanente y de un debate siempre constructivo», de manera que «la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el entendimiento sean valores permanentes en la vida pública».

Y también ha recordado a los diputados y senadores -entre los que faltaban los de ERC y EH Bildu- que el camino a seguir viene marcado por la necesidad de impulsar la «cohesión social» y fortalecer el estado del bienestar, sin olvidar la «regeneración de nuestra vida democrática» y «la regeneración moral de la vida pública».

Sin olvidar una mención a la «firmeza» en la lucha contra la corrupción, el jefe del Estado ha dado todo el valor al respeto a las leyes como «garantía esencial de la democracia» y, a renglón seguido, ha alertado de que ese diálogo reiteradamente mencionado en su discurso debe ser «sincero y leal» e impulsado por «el espíritu fraternal entre todos los españoles».

«Porque España -ha apostillado- no puede negarse a sí misma tal y como es; no puede renunciar a su propio ser y no puede, en fin, renunciar al patrimonio común construido por todos y desde el que debemos seguir edificando un futuro compartido», en clara referencia a los nacionalistas presentes en la Cámara.

Antes de terminar, el Rey se ha mostrado convencido de que en el pueblo español «late un profundo deseo de abrir una nueva etapa de prosperidad en nuestra historia, centrada en el valor de la convivencia y el entendimiento y en nuestra voluntad de progresar juntos».

Casi tres minutos han durado los aplausos que le han dedicado diputados y senadores -salvo los nacionalistas y los de Unidos Podemos-, aunque la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de Ahora Madrid, ha aplaudido como una más desde la tribuna de autoridades.

El arranque de la legislatura ha contado con los representantes de las altas instituciones del Estado, media docena de presidentes autonómicos y los miembros del nuevo Gobierno central encabezado por Mariano Rajoy, con la excepción de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, hoy en Marraquech (Marruecos).

Terminada la ceremonia, los dirigentes políticos han comentado las palabras del Rey, elogiadas desde el grupo socialista por su llamamiento al diálogo en un discurso «muy adecuado al momento político que estamos viviendo».

El portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, lo ha considerado «enormemente constructivo y positivo» por poner el acento en el diálogo para intentar buscar «los logros comunes» dirigidos a conseguir el bienestar del conjunto de los españoles.

Desde Ciudadanos, Juan Carlos Girauta ha valorado un discurso «lleno de sentido de Estado».

Podemos, por boca de su secretario general, Pablo Iglesias, ha visto en el discurso del Rey «un tiempo que ya pasó», porque no se ha referido ni a la «plurinacionalidad» de España ni a los «derechos sociales», mientras que su portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, ha afeado al monarca que «haya dado su bendición» al acuerdo que ha llevado a Rajoy a la Moncloa.