Redacción – La ultima ocurrencia de la consejera de Sanidad de Aragón, Pilar Ventura, ha colmado la paciencia de las enfermeras. El pasado viernes 8 de mayo comparecía en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón para dar cuenta a la oposición de su gestión en la pandemia del COVID-19. Y en su intervención aseguraba sin miramientos que el Gobierno había permitido a los sanitarios fabricar sus equipos de protección frente al Coronavirus porque era «un estímulo» para ellos. Aragón (España), lunes 11 de mayo de 2020.
Estas palabras que han provocado la reacción inmediata de los presidentes de los Colegios de Enfermería de Zaragoza, Huesca y Teruel, Juan José Porcar, Carmen Tosat y Marian Roca, respectivamente que han pedido “enérgicamente” la dimisión inmediata de su cargo a la consejera y, en su defecto, su destitución por parte del presidente Javier Lambán.
Dos profesionales aragoneses muertos y 800 infectados
Los presidentes de estas tres organizaciones colegiales de enfermeras han remitido a los medios un comunicado en el que aseguran que las palabras de la consejera de Sanidad demuestran una «grave falta de respeto» a la profesión enfermera en particular, y al colectivo profesional de la sanidad en general.
Ventura ha demostrado «una falta de empatía» total hacia el «sufrimiento» que han padecido los profesionales sanitarios ante la escasez de material durante estas semanas. Asimismo, recuerdan que dos profesionales han fallecido a causa de COVID-19 y son «más de 800 las compañeras y compañeros contagiados».
Juan José Porcar, Carmen Tosat y Marian Roca recuerdan que los profesionales no tuvieron más opciones que fabricar el material que debería haberle proporcionado Sanidad, «en algunos casos protegiéndose directamente con bolsas de basura».
Resulta por tanto absolutamente indignante que la consejera de Sanidad, lejos de asumir su responsabilidad al mandar a los profesionales a una guerra contra el COVID-19 sin la protección adecuada, se atreva a afirmar que su Gobierno «les permitió fabricar material por considerar que en aquel momento era un estimulo», aseguran.
Ante la oleada de críticas a sus palabras, Pilar Ventura se apresuró a pedir disculpas «si alguna persona ha podido sentirse ofendida».
Sin embargo, a ojos de las enfermeras aragonesas, este mea culpa es «claramente insuficiente».
Consideran que «ha sido una gota muy muy gorda que ha colmado el vaso de la enorme paciencia de las enfermeras y enfermeros» y se ratifican en solicitar a la titular del Departamento de Sanidad que dimita inmediatamente de su cargo y «cese de sus responsabilidades» ante la «falta de sensibilidad» mostrada hacia los profesionales, ya que sus palabras no han hecho más que generar «indignación y estupor» en la familia enfermera aragonesa.
