He estado investigando sobre el asunto de que los vacunados contra el COVID 19 sean grandes infectadores y contagien mortalmente al resto, como vienen difundiendo algunos canales. Es asunto de cuidado porque se trata de «medio bulo», verdad a medias usada por el sistema terrorista desde «el otro lado», el otro extremo de las cosas. En realidad no existe ese riesgo porque nadie podrá generar una carga viral tan grande en si mismo como para matar a otros. Los exosomas producidos por los vacunados contra el COVID 19 pueden contagiar y causar síntomas en personas sanas, pero justamente ahí está el factor natural inexorable de la inmunidad grupal.
Ninguna persona podría producir en su cuerpo patógenos «víricos» porque no existen como patógenos sino como agentes de información biológica y la gran mayoría son justamente antígenos contra los verdaderos patógenos como bacterias, hogos, líquenes y otros microbios saprofitos no simbióticos.
Es muy probable que gran cantidad de gente enferme por contagio de los vacunados contra el COVID 19 pero la solución no está en vacunarse sino en cuidarse un poco y alimentarse bien durante los dos o tres días que puede durar esa sintomatología rara, que es sólo un proceso de adaptación y preparación biológica del cuerpo ante la información exosomática recibida.
Recuerden que la Plandemia del COVID 19 es una acción de ingeniería social basada en la mentira de la existencia de virus como patógenos, cuando ellos no tienen metabolismo ni pueden replicarse. Sólo pueden producirlos las células, nunca reproducirse a si mismos.
Comprendiendo esto, debe comprenderse que los únicamente muy jodidos son los vacunados contra el COVID 19. El resto acabará haciéndose más fuerte si no se vacuna contra el COVID 19.
España, domingo 2 de mayo de 2021.
