Efe – El Barcelona se volvió a dar una gran satisfacción en estos clásicos en sesión continua. El Bernabéu es un territorio más que propicio para sus intereses en los tiempos modernos. De aquí sale con una plaza de finalista de la Copa del Rey y con otro pedazo del título liguero. Madrid (España), sábado 2 de marzo de 2019.
Tres días después de ganar en la semifinal de la Copa del Rey, el Barcelona volvió a vencer en el Santiago Bernabéu al Real Madrid (0-1) y dio otro paso hacia la renovación de la corona liguera.
Después del 0-3 del miércoles, de un resultado fraguado en la falta de acierto de un buen conjunto blanco y en la eficacia ofensiva azulgrana, en esta oportunidad el cuadro de Ernesto Valverde dominó, mandó más y llegó más. Marcó menos goles, tan solo uno, obra del croata Ivan Rakitic, pero se tradujo de nuevo en victoria.
Y este triunfo significa el adiós definitivo a cualquier opción para el cuadro de Santiago Solari y casi la sentencia a la Liga, aunque el Atlético de Madrid, que visitará este domingo a la Real Sociedad, aún podría forzar la máquina.
El Barcelona encabeza la tabla, con doce partidos por disputarse, con diez puntos de ventaja sobre el Atlético y doce sobre el Real Madrid. De ganar el bloque de Diego Simeone en Anoeta su ‘montaña’ seguiría siendo de siete.
Con el brasileño Arthur como titular el Barcelona manejó y controló más el balón que en el encuentro copero y su superioridad, pese a que Leo Messi tampoco mostró una gran versión, fue patente. El premio fue el gol de Ivan Rakitic a los 26 minutos.
Vinicius tuvo menos ocasiones ante Ter Stegen, pero las tuvo. El resultado fue el mismo. El joven brasileño y el Real Madrid no encontraron recompensa y la nulidad ante la portería rival dinamitó cualquier esperanza de remontada del equipo madrileño, al que le queda esta campaña el cartucho de la Champions. El martes espera al Ajax tocado aunque con la ventaja de 1-2 conseguida en el Johan Cruyff Arena.
El Barcelona se volvió a dar una gran satisfacción en estos clásicos en sesión continua. El Bernabéu es un territorio más que propicio para sus intereses en los tiempos modernos. De aquí sale con una plaza de finalista de la Copa del Rey y con otro pedazo del título liguero.
La pugna por la cuarta plaza se calienta a cada jornada. Por el momento el Alavés, que ganó en La Cerámica al Villarreal (1-2), toma la iniciativa a la espera de que el Getafe visite este domingo al Betis, en tanto que el Sevilla dio otro paso atrás al caer en El Alcoraz ante el colista (2-1) con un tanto del argentino Ezequiel ‘Chimy’ Ávila en el minuto 98.
El conjunto de Abelardo Fernández se instala con 40 puntos, uno más que el Getafe y tres más que el Sevilla, que sigue negado lejos del Ramón Sánchez Pizjuán, donde está dilapidando sus opciones.
La falta de intensidad en defensa le costó ante el Huesca el primer tanto, obra del venezolano Juanpi Añor a los siete minutos. Fue seña inequívoca de lo mal que salió el conjunto de Pablo Machín, que no obstante paulatinamente comenzó a reaccionar en busca de la remontada.
El empate, no sin polémica y con el VAR de por medio, llegó a los 84 minutos, al transformar el francés Wissam Ben Yedder un penalti cometido por otro venezolano, Yangel Herrera, sobre el argentino Gabriel Mercado.
Los últimos minutos fueron de plena locura en El Alcoraz. El Sevilla tuvo sus opciones de completar la remontada y de hecho marcó un tanto (m.90) por medio de Munir, pero el VAR confirmó que su posición era antirreglamentaria.
En la larga prolongación, el Huesca castigó otra falta de atención de la zaga sevillista y encontró el premio a su esfuerzo. Chimy Ávila selló una victoria de gran valor en su denodada lucha por la supervivencia. Para no ser menos, tuvo que intervenir también el VAR.
Y mientras el Huesca se tomó un respiro y el Sevilla vivió otro día negro, en La Cerámica ocurrió todo lo contrario. El equipo inmerso en la zona roja, el Villarreal, sucumbió ante el que lucha por Europa, el Alavés (1-2).
El conjunto de Abelardo Fernández volvió a ser muy eficaz. El defensa chileno Guillermo Maripán adelantó al bloque vitoriano (m.54), respondió Santi Cazorla de penalti (m.61) y el japonés Takashi Inui situó ya definitivamente por delante al Alavés (m.77).
Dicho resultado le viene magníficamente a los equipos que están por encima de la zona de descenso que marca el conjunto castellonense. El Espanyol, de hecho, se sitúa con diez puntos de margen tras ganar por 3-1 al Valladolid, que tiene una renta de tres.
Fue un partido para el recuerdo. Borja Iglesias consiguió el tanto más rápido de la temporada y Wu Lei, que cerró la cuenta, consiguió el primer gol de un futbolista chino en la liga española.
El Valladolid respondió al tanto inicial del ‘panda’ espanyolista con un buen gol de Rubén Alcaraz e incluso tuvo una gran opción para adelantarse al borde del descanso, pero Diego López paró un lanzamiento de penalti a Sergi Guardiola.
Esta acción marcó el devenir del resto del choque. El conjunto de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ fue superior en el segundo periodo y lo ratificó con los tantos de Mario Hermoso y de Wu Lei.
