
Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Málaga (España), viernes 2 de diciembre de 2022. El expresidente del Gobierno de España (2 de diciembre de 1982-5 de mayo de 1996) y secretario general del PSOE (28 de septiembre de 1979-21 de junio de 1997), Felipe González Márquez, ha afirmado este viernes que la ley del «solo sí es sí» se debería haber rectificado inmediatamente y ha insistido en que «cuando uno se equivoca, tiene que corregir y no pedir a los demás que corrijan lo que él hace». Además, el dirigente socialista ha cargado fuerte contra la traición del actual líder socialista y presidente de Gobierno de coalición socialcomunista, Pedro Sánchez Pérez Castejón, respecto a la derogación del delito sedición y sustituirlo con «desordenes públicos agravados». González deja claro que la sedición no se puede sustituir con «desordenes públicos» dado que los separatistas promovieron «leyes de desconexión» contra la unidad nacional, aunque los días siguientes, el 1-O de 2017 hubo «desordenes públicos»; el delito se perpetró mucho más antes en el «Parlamento de Cataluña los días 6 y 7 de septiembre de 2017».
VÍDEO. 02.12.2022. SOBRE LA DEROGACIÓN DE LA SEDICIÓN Y LA LEY DEL SOLO SÍ ES SÍ
Así lo ha asegurado en una entrevista en Antena 3 recogida por Efe, en la que también ha expresado su oposición a la decisión de eliminar el delito de sedición, en contra de lo defendido por su propio partido. Sobre la ley del solo sí es sí, ha opinado que la norma está «mal hecha» y ha rechazado que la decisiones adoptadas por los jueces, en aplicación de la ley, tengan que ver con actitudes machistas. «Es absurdo; es un defecto de fabricación«, ha aseverado.
Separatismo en Cataluña en 2017 y desórdenes públicos en delitos de sedición
«Quien se equivoca tiene la obligación de rectificar… Decían que rectificar es de sabios, aunque sea de necios tener que hacerlo a diario, y a veces ocurre», ha indicado Felipe González antes de añadir que «la ley tenían que haberla rectificado inmediatamente».
Por otra parte, ha rechazado que el delito de sedición por el que fueron condenados los líderes del «Procés» se pueda equiparar a los desórdenes públicos y ha negado que eso se ajuste a las legislaciones europeas, tal y como ha defendido el Ejecutivo. «Esto no son desórdenes públicos. Por tanto, si han pretendido tipificar lo que ocurrió entonces, la tipificación ni se ajusta a la realidad ni tiene comparación con ninguna de las legislaciones europeas», ha sentenciado.
Encuentra menos tensión en Cataluña que la que había en 2017 y cree que a pesar de la verbalización que hacen los líderes independentistas de Cataluña están más lejos de sus objetivos que en 2017. No cree que el Gobierno haya homologado el delito de sedición a las leyes de Europa: «eso no es así». «Lo que ocurrió el 6 y 7 de septiembre en el Parlamento de Cataluña fueron leyes de desconexión con la Constitución y el parlamento Catalán. Una derogación unilateral e inconstitucional que lleva a la convocatoria del 1 de octubre». Mantiene además que para que la política pueda actuar en «una situación tan grave el 155 es fundamental».
«Si han pretendido tipificar lo que ocurrió entonces la tipificación ni se ajusta a la realidad ni tiene comparación con ninguna de las legislaciones europeas», afirma. Si no se considera rebelión, lo que no son son desórdenes públicos. El asalto al Capitolio no se ha considerado una rebelión, la norma que conoce no es homologable con Europa si trata de tipificar los comportamientos de septiembre de 2017 en Barcelona».
Sobre el nombramiento del exministro de Justicia Juan Carlos Campo como magistrado del Tribunal Constitucional ha dicho que a él no le gusta y que «estético desde luego no es», aunque ha dejado claro que no es anticonstitucional porque no quiebra ninguna norma.
Por otra parte, ha hecho un llamamiento a la política para recuperar la convivencia ciudadana porque, tal y como ha recordado, «no hay un bien más valioso que convivir en paz y en libertad». «Les diría (a los políticos) que no permitan que se estropee la convivencia, que mantengan firme la idea de convivir respetándose mutuamente», ha añadido.
En este sentido, ha advertido de que hay una política «muy polarizada» y de que «por primera vez» ve que ese fenómeno de la polarización «baja de la política hacia la sociedad», por lo que ha pedido «rebajar la tensión» con el uso de la palabra como arma de diálogo.
Preguntado por el papel que jugó el rey Juan Carlos en la democracia española, ha destacado que «fue rey constitucional antes de que se aprobara la Constitución», renunciando «a todo el poder que tenía» desde el momento que nombró a Adolfo Suárez y «facilitó mucho toda la Transición».