Lasvocesdelpueblo y Agencias – La expresidente del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell Lluís (ERC), y la exconsejera, Dolors Bassa (ERC), han reingresado este viernes en prisión para cumplir condena en segundo grado, como los otros siete presos del procés, después de que el Tribunal Supremo ha suspendido su semilibertad al considerarla prematura. Barcelona (España), viernes 4 de diciembre de 2020.
De los nuevos presos del procés, solo Forcadell y Bassa seguían en tercer grado, ya que a diferencia de lo que ocurría con los siete internos de Lledoners -Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, a quien les fue suspendido cautelarmente a finales de julio-, en su caso el juzgado de vigilancia penitenciaria mantuvo su semilibertad hasta que el Supremo resolviera los recursos, por lo que únicamente iban a dormir a prisión de lunes a jueves.
Finalmente, el Supremo ha revocado este viernes la semilibertad a los nueve presos del procés y también ha dejado sin efecto la aplicación del artículo 100.2, que les permitía salidas laborales y de voluntariado cumpliendo condena en segundo grado, al concluir que no está conectado con su reinserción.
Una vez los centros penitenciarios de Puig de les Basses, en Figueres (Gerona), y de Wad-Ras, en Barcelona, han recibido por la tarde la notificación oficial de que el Supremo había revocado el tercer grado a Forcadell y Bassa, los responsables de ambas prisiones se han puesto en contacto con ellas para informarles de que debían reingresar este mismo viernes en la cárcel.
Forcadell ha acudido a Wad-Ras hacia las 20:50 horas, donde le esperaban decenas de separatistas para mostrarle su apoyo, entre ellos el vicepresidente del Gobierno secesioncita, Pere Aragonès, y el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent.
Antes de entrar en prisión, Forcadell ha agradecido que los separatistas siempre hayan estado a su lado: «Nunca os agradeceremos suficientemente todo el apoyo. Sabemos que nos queréis y sobre todo sabemos que persistiréis y persistiremos», ha indicado.
Por su parte, Bassa ha llegado al centro gerundense de Puig de les Basses hacia las 20:30 horas y se ha dirigido a las decenas de separatistas que se han concentrado para arroparla: «Hagan lo que hagan, no nos rendiremos, seguiremos adelante. Digan lo que digan, el diálogo y la negociación estarán siempre. Por mucho que nos quieran pisar, no lo conseguirán», ha prometido.
La entidad separatista Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha protestado esta noche contra la decisión de Supremo con la organización de una decena de marchas de vehículos hasta dos prisiones, Wad-Ras (Barcelona) y Puig de les Basses (Girona).
El Supremo ha basado su decisión de revocar el tercer grado a los nueve presos del procés en que considera preciso que transcurra un periodo de tiempo mayor para evaluar adecuadamente la evolución del interno y el tratamiento penitenciario, máxime cuando se trata de condenas elevadas (de 9 a 13 años de cárcel) de las que ninguno ha cumplido la mitad, y la mayoría ni siquiera una cuarta parte.
Para el alto tribunal, la concesión del tercer grado a un interno que no haya cumplido la cuarta parte de la condena (todos ellos salvo Cuixart, Sánchez y Forn, que tampoco han cumplido la mitad) es excepcional y exige «una justificación reforzada».
Por eso, la Sala ha arremetido contra la administración penitenciaria catalana por decisiones que cree que se alejan del adecuado cumplimiento de sus funciones al destacar que «no puede distanciarse de los principios y garantías que informan de la ejecución de las penas de prisión impuestas por los tribunales», porque «su acatamiento de la legalidad no debe hacerse depender de su grado de identificación o desacuerdo con la argumentación jurídica» de la condena.
«De lo contrario, se subvierte el papel que la ley reserva a los órganos administrativos que, de esta forma, se convierten en una extravagante tercera instancia que se arroga la tarea de hacer más justa la decisión emanada de los jueces y tribunales constitucionalmente llamados al ejercicio de la función jurisdiccional», añaden los magistrados.
Por tanto, «los órganos de la administración penitenciaria no pueden vaciar la respuesta penal proclamada por un tribunal de justicia, sometiendo su sentencia a una relectura que disfraza un tratamiento penitenciario privilegiado e improcedente», según el Supremo.
La Generalitat avaló el 14 de julio pasado la propuesta de las juntas de tratamiento de las cárceles catalana donde cumplen condena los nueve presos del procés para concederles el tercer grado, en una decisión que se revisa como máximo cada seis meses, periodo que se cumple el próximo 14 de enero.
