Agencias – El consejero de Interior del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, Joaquim Forn, ha precisado este miércoles que cuando en marzo de 2016 un agente de los Mozos de Escuadra contestó al colega belga que le había preguntado por el imán Abdelbaki es Satty, el supuesto cerebro de la célula que atentó en Cataluña, sabían dónde estaba domiciliado, pero no dónde vivía. Barcelona (España), jueves 31 de agosto de 2017. Fotografía: Un agente de policía donde estaba la furgoneta abandonada del imán catalán de Ripoll (Gerona). Archivo Efe.
En declaraciones a los periodistas en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), Forn ha puntualizado así sus afirmaciones del martes, en las que desveló que el mosso había respondido en marzo de 2016 al correo electrónico que le envió un colega de Vilvoorde (Bélgica) que es Satty, supuesto cerebro de la célula que atentó en Cataluña, se encontraba en Ripoll (Gerona).
«A partir de la demanda (de información por parte del policía belga) se sabe dónde está domiciliado (Es Satty). Esto no quiere decir que viva allí», ha precisado este miércoles el consejer catalán.
A preguntas de los periodistas, Forn ha remarcado que cuando el policía belga remitió su correo electrónico al mozo de Escuadra, en enero de 2016, consideran que el imán se encontraba en Bélgica, donde según las autoridades de Vilvoorde había acudido a buscar trabajo en la mezquita local.
«Quería pedirte si hay la posibilidad de indagar sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imán. En el fichero adjunto encontrarás su identidad. Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero y que está casado allí. Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, ¡mejor!», indicaba el policía belga en su mensaje de enero de 2016, cuyo contenido desveló Efe.
El consejero ha insistido este miércoles que los Mozos de Escuadra no tenían «ningún tipo información sobre la peligrosidad» del imán de Ripoll y que cuando el policía belga les requirió datos sobre esta persona tampoco les advirtió «de nada».
Forn dijo ayer que en la respuesta, que el mosso tramitó en marzo en el marco de una comunicación «informal» por correo electrónico, el agente precisó a su colega belga que el imán ya estaba en Cataluña, pero no en Barcelona, sino en Ripoll, si bien hoy ha puntualizado que sabían donde estaba domiciliado, pero no si vivía allí.
