Lasvocesdelpueblo y Agencias – Más de más de 5.000 hurtos solo en 2016, según cifra oficial de la Guardia Urbana de Barcelona. Expertos en hurtos de la Guardia Urbana de Barcelona denuncian hasta 14 personas al día por robar el centro de Barcelona. El jefe de esta Unidad del Grupo en Hurto de distrito de Ciutat Vella (Barcelona) alerta de que la sustracción de relojes de lujo va en aumento porque se pueden extraer muchos beneficios «con un único golpe». Barcelona (España), domingo 15 de enero de 2017. Fotografía: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante una rueda de prensa en el parlamento autonómico de Cataluña. Archivo efe.
Se prueba una chaqueta ante el espejo de una tienda de ropa del Portal del Ángel —La avenida del Portal del Ángel es una vía peatonal de Barcelona famosa por reunir un gran número de establecimientos comerciales—, pero tiene toda la atención puesta en una bolsa medio olvidada.
Una patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona de paisano sigue los movimientos de un hombre que se mete en todo tipo de comercios sin fijarse en los artículos expuestos.
Este comportamiento crea sospecha. Enseguida, los dos agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de Ciutat Vella, un grupo de treinta policías seleccionados expresamente para combatir el hurto en la zona con más afluencia de turistas de la capital catalana.
Durante el 2016, el GDU de Ciutat Vella ha investigado o denunciado por hurto más de 5.000 personas, muchas de ellas reincidentes. En promedio, catorce al día. Su jefe, el sargento Juan Gálvez, alerta de que el hurto de relojes de lujo va en aumento: «Con un único golpe, los beneficios son muchos».
Muchos de los 5.000 ladrones del centro de Barcelona ya tienen antecedentes por hurtos
Los dos agentes del Grupo de Delincuencia Urbana siguen el hombre durante más de dos horas por las arterias comerciales repletas de compradores y también por los callejones del Gótico, el Raval y el Born sin perderlo de vista y sin que él se dé cuenta de que la policía le está controlando todos los movimientos.
Cuando finalmente los agentes le detienen tras intentar robar el monedero de una chica en la Rambla, también le encuentran unas gafas de sol escondidas entre la ropa.
Policía abren diligencias por un delito leve de hurto, por el que deberá someterse a un juicio rápido. Los agentes comprueban que tiene antecedentes policiales por hurto y tentativa de homicidio.
La patrulla de paisano había aprovechado todo tipo de recursos para seguirlo. Cuando se adentra en una tienda de ropa, piden al guardia de seguridad de la entrada observarlo por las cámaras de vigilancia.
En una de calzado, el graban a través del móvil que camuflan entre los clientes. Después, el espían desde el bar de al lado.
Su comportamiento encaja con el del hurtador. Entra y sale de los establecimientos y se acerca a las bolsas de los clientes para intentar estirarse cuando se despistan.
Incluso hace una parada para comer y, después, repite en muchas de las tiendas donde ya había entrado.
A pesar de los varios intentos que los policías acreditan con varias grabaciones, se muestra indeciso y no es hasta después de dos horas cuando se decide por el monedero de la chica.
El intento, sin embargo, termina con la denuncia de la Guardia Urbana.
3.000 diligencias policiales por hurto solo en Ciutat Vella de Barcelona el pasado año 2016
Aquesta es una de las aproximadamente 3.000 diligencias policiales que el Grupo de Delincuencia Urbana abrió en 2016 por hurto.
El hombre investigado no era un furtador habitual en la zona.
«Actuaba de una manera que nos ha hecho sospechar. Entraba a todo tipo de comercios, donde estaba más pendiente de las pertenencias de los clientes que de lo expuesto para la venta al público», explica el jefe del grupo, el sargento Juan Gálvez.
Muchos, sin embargo, son reincidentes y conocidos en la comisaría de Ciutat Vella.
Se dedican al hurto y son especialistas. El GDU, creado el 23 de enero de 2012, está formado por este sargento, dos cabos y 27 agentes seleccionados.
Trabajan de forma incisiva en determinadas zonas y eventos del distrito o de la ciudad donde la gran concurrencia de personas se convierte en el escenario ideal para robar.
El sargento Gálvez señala que el aumento de los turistas que visitan la ciudad lleva asociado el incremento de este tipo de delitos. «En Barcelona se hurta como cualquier capital europea, ni más ni menos», afirma.
En Barcelona, los ladrones utilizan otras estratagemas como coger una pieza de ropa y ponérsela al brazo para camuflar el golpe
El perfil de víctima es, sobre todo, turista internacional.
Hace una estancia para ocio en la ciudad, una situación propicia a la distracción. Lo hace vulnerable. Este perfil es conocido por los especialistas del hurto, que seleccionan las víctimas por la oportunidad de dar el golpe y por la posibilidad de esquivar condenas judiciales en caso de ser pillados.
Los turistas no vuelven para declarar en juicios por hurtos.
Los ladrones aprovechan los descuidos de los clientes o utilizan otras estratagemas, como coger una pieza de ropa y ponérsela al brazo para camuflar el golpe.
«Lo que hacen realmente es abrir una bolsa y apropiarse del monedero o del móvil», avisa el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona.
A veces también roban directamente de los comercios para revender los productos robados.
El sargento Gálvez señala que los seguimientos de paisano tienen una planificación exhaustiva detrás a partir de la información de diversos programas policiales y destaca que no se trata «sólo de un trabajo de reacción, cuando el delito ya se ha cometido».
«También prevenimos muchos delitos con nuestra presencia, porque nos conocen y lo que temen es el paisano, ya que no saben por dónde vendrá», dice el sargento.
«Estamos en contacto con muchos comerciantes y las asociaciones vecinales para que nos expliquen los problemas. También es un trabajo de prevención».
