Madrid (Reino de España), domingo 25 de agosto de 2024 (Efe).- El verano es un momento crítico para identificar la anorexia en el niño y adolescente. La exposición del cuerpo en playas y piscinas y el mayor número de horas en familia provoca un gran malestar emocional en estos menores que ven dificultades para saltarse las comidas y ocultar su trastorno alimenticio.
En una entrevista con Efe, el psiquiatra infantil y coordinador de la unidad de hospitalización de adolescentes del hospital 12 de Octubre, Rodrigo Puente, explica que no se ha identificado una estación concreta o periodo del año en que se inicie la enfermedad, si bien el verano a nivel sintomático es «uno de los peores momentos para estos pacientes», ya que se espera que muestren su cuerpo, quedando patente la enfermedad.
Según este experto, en verano se hacen muy evidentes «las conductas de ocultación» lo que favorece la sospecha en padres o tutores de que la anorexia está presente.
Y es que exponer el cuerpo en verano para un adolescente con trastorno de conducta alimentaria es «un motivo de culpa, malestar y vergüenza» por pensar que es obeso y los demás le están viendo.
Subraya este psiquiatra infantil que la información nutricional de un paciente con anorexia está muy distorsionada: «Piensan que lo que coman ahora les va engordar toda la vida, y comer en un momento en el que tienen que exponer el cuerpo horas después les supone un problema importante».
Si bien no hay un perfil claro, Puente asegura que cada vez es más frecuente encontrar pacientes de 10-12 años, antes de la pubertad, con predominio de las niñas. La presencia de varones es de uno de cada diez, porcentaje algo mayor en el caso de la bulimia.
Una anorexia tratada dura de media unos cinco años. Según datos del responsable de la Unidad de Hospitalización del Adolescente del 12 de Octubre, en anorexia nerviosa el 60 % de los pacientes se recuperan, el 20 % mejora sustancialmente pero tiene una afectación en el funcionamiento y otro 20 % se cronifica.
En el caso de niños con anorexia que van a campamentos de verano, Puente señala que si hay una buena supervisión lo normal es que no puedan mantener ese ayuno sostenido, se identifique el problema y se contacte con la familia.
Puente añade que hace 15 años se creía, según estudios hoy desmentidos, que los pacientes con anorexia nerviosa eran concebidos en meses cálidos sobre todo primavera y verano.
Explica que esta conclusión se basaba en estudios médicos publicados que, posteriormente, fueron desmentidos por tener sesgos metodológicos.
Sobre la anorexia en niños y adolescentes también se posiciona el presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), el pediatra Félix Notario.
En declaraciones a Efe, Notario coincide con su colega en que el malestar de pacientes con trastornos alimentarios se acentúa en verano por la exposición del cuerpo. Y es que, dice, «en la base de esa conducta está un déficit de egosintonía con el esquema corporal propio».
Para el presidente de la SEMA, en verano se ven más consultas de niños por problemas de conducta alimentaria y eso es debido al contacto estrecho con la familia, que permite una mayor detección del problema.
En opinión de este pediatra, el trastorno por conducta alimentaria tiene que abordarse en Medicina de Familia y, en caso de ser necesario, trasladarlo a los equipos de salud mental.
Este pediatra afirma que la anorexia es «la punta del iceberg» y detrás hay otros trastornos de salud mental.
«Esto no pasa por casualidad, ocurre porque el adolescente está arrastrando otros problemas psicológicos y psiquiátricos que afectan a su salud emocional. Nos equivocaríamos si vamos solo detrás de la anorexia», dice.
Según Notario, la primera consulta médica suele darse cuando el paciente lleva, de media, dos o tres meses con el trastorno alimentario, y la familia ha detectado una pérdida evidente de peso.
Insiste este pediatra en que el diagnóstico debe ser lo antes posible: «La anorexia no aparece de un día para otro, hay conductas preanoréxicas que lo presienten».
Notario estima que sólo los casos más severos requieren hospitalización. La mayoría puede ser tratada en el marco de la familia con un soporte médico y psicológico adecuado| Identificar la anorexia en el niño y adolescente.