Efe – Las ONG Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée pidieron este domingo que el coronavirus «no sea un pretexto para impedir» el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo, después de que su barco, el Ocean Viking, haya sido puesto en cuarentena en el puerto italiano de Pozzallo (Sicilia, sur). Pozzallo (Italia), lunes 24 de febrero de 2020.
«Entendemos las preocupaciones y las precauciones de prevención derivadas del brote de COVID-19 en Italia, pero también observamos que no se ha impuesto la cuarentena a otros barcos o aviones en el país», denuncian en un comunicado conjunto.
El Ocean Viking permanecerá anclado en cuarentena durante 14 días en el muelle de Pozzallo con su tripulación dentro, mientras que los 276 migrantes salvados en el mar en los últimos días estarán aislados el mismo tiempo en el centro de acogida del propio puerto.
Las autoridades italianas tomaron esta decisión después de que haya surgido un foco de coronavirus de Wuhan (COVID-19) en el norte del país que ya se ha saldado con tres muertos y más de 150 contagiados.
Para las dos organizaciones humanitarias, este brote «no debe generar una nueva ansiedad pública injustificada» sobre los rescates en el mar Mediterráneo ni «servir de pretexto para evitar que la Ocean Viking reanude sus labores de salvamento».
Aseguran que cumplirán la cuarentena impuesta pero avanzan también que en los próximos días «buscarán aclaraciones de las autoridades italianas para comprender mejor esta decisión».
El alcalde de Pozzallo, Roberto Ammatuna, reconoció a Efe que en efecto la cuarentena que ha dictado, en acuerdo con el Ministerio del Interior, es una medida «rígida» con el único objetivo de «calmar a la población».
«Existe una gran alarma en Italia seguramente favorecida por los medios de comunicación y he tenido que tomar esa decisión para tranquilizar a la ciudadanía», refirió el regidor, del gobernante Partido Demócrata (centroizquierda).
De hecho ninguno de los inmigrantes ni miembros de la tripulación presentaron síntomas de coronavirus durante la travesía y los rescatados, sometidos a evaluaciones médicas también en tierra, tenían «condiciones de salud bastante buenas», explica Ammatuna.
Los rescatados en un principio se cifraron en 274, pero el número ha quedado fijado en 276 porque en el momento de su registro tras el rescate, dos migrantes se encontraban en el ambulatorio del Ocean Viking, apuntan fuentes de SOS Méditerranée.
Son hombres y mujeres procedentes de países como Bangladesh, Nigeria, Ghana, Senegal, Guinea, Liberia, Sierra Leona, Sudán, Costa de Marfil o Gambia. Entre ellos hay 64 menores, de estos un bebé de 7 meses, 33 no acompañados por adultos y cinco por debajo de los 5 año de edad.
Todos fueron localizados e interceptados a bordo de barcazas precarias frente a las costas de Libia, país sumido en la guerra y en la violencia desde 2011 y de donde zarpa la mayoría de inmigrantes que ponen rumbo hacia el norte, hacia Europa.
Entre los rescatados, el equipo médico de la Ocean Viking diagnosticó numerosos casos de cinetosis, el mal del mar, y uno varón presentaba heridas graves provocadas por los golpes recibidos durante su estancia en un centro de reclusión libio.
