Jordi Turrull NO será presidente, ni el BOE ni el Rey le reconocerán, la votación es simbólica

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El delincuente golpista actualmente en libertad provisional, Jordi Turull, propuesto por la burguesía corrupta en Cataluña y el partido genocida del preso golpista Oriol Junqueras Vies (ERC) para ser investido hoy, jueves 22 de marzo de 2018. Jordi Turrull NO será presidente, ni el BOE ni el Rey le reconocerán, la votación es simbólica. Archivo ACN

Redacción – Esta sí que es una votación simbólica que esconde el verdadero engaño del separatismo a sus seguidores más adoctrinados y fieles. Según fuentes del Gobierno de la Nación, ni el Rey de España ni el BOE nombrarán a un presidente de la Generalidad de Cataluña que estará suspendido en el cargo. Jordi Turull quedará fuera de juego. Nunca podrá tomar posesión. El Boletín Oficial del Estado español (BOE) nunca recogerá el nombramiento del delincuente golpista Jordi Turull y tampoco su Majestad el Rey Felipe VI de España firmará el nombramiento de un hispanófobo actualmente en libertad provisional y pendiente de declarar mañana, viernes 23 de marzo de 2018, ante el Juez que investiga el golpe de estado amarillo en Cataluña. Porque al presidente de la Generalidad lo escoge el Parlamento autonómico español en la comunidad autónoma catalana pero, lo nombra Su majestad el Rey don Felipe VI de España. Barcelona (España), jueves 22 de marzo de 2018. Fotografía: El delincuente golpista actualmente en libertad provisional, Jordi Turull, propuesto por la burguesía corrupta en Cataluña y el partido genocida del preso golpista Oriol Junqueras Vies (ERC) para ser investido hoy, jueves 22 de marzo de 2018. Jordi Turrull NO será presidente, ni el BOE ni el Rey le reconocerán, la votación es simbólica. Archivo ACN

Al final, ni Jordi Turull será presidente de la Generalidad ni habrá elecciones en los próximos meses. Así confirma hoy también el rotativo nacional español ‘El Confidencial’ en su edición de este jueves, 22 de marzo de 2018.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dio ayer, miércoles 21 de marzo de 2018, una patada al avispero separatista y ha colocado a todos los actores, a los constitucionalistas también, en la peor situación posible.

Esta sí que es una votación simbólica que esconde el verdadero engaño del separatismo a sus seguidores más adoctrinados y fieles. Según fuentes del Gobierno de la Nación, ni el Rey de España ni el BOE nombrarán a un presidente de la Generalidad de Cataluña que estará suspendido en el cargo. Jordi Turull quedará fuera de juego. Nunca podrá tomar posesión. El Boletín Oficial del Estado español (BOE) nunca recogerá el nombramiento del delincuente golpista Jordi Turull y tampoco su Majestad el Rey Felipe VI de España firmará el nombramiento de un hispanófobo actualmente en libertad provisional y pendiente de declarar mañana, viernes 23 de marzo de 2018, ante el Juez que investiga el golpe de estado amarillo en Cataluña. Porque al presidente de la Generalidad lo escoge el Parlamento autonómico español en la comunidad autónoma catalana pero, lo nombra Su majestad el Rey don Felipe VI de España. Lasvocesdelpueblo

Los seis diputados separatistas llamados a declarar tendrán que dimitir porque peligra la estrecha mayoría separatista en el Parlamento autonómico español en la región catalana.

Si Llarena dicta prisión provisional para los seis diputados que declararán mañana, día viernes 23 de marzo de 2018, ante el Tribunal Supremo de la Nación española (TS) acusándoles de rebelión, también les suspenderá en el cargo.

Y esa suspensión les impediría delegar el voto, tal y como, por ejemplo, estaba haciendo Oriol Junqueras desde Estremera. Pero tampoco habrá elecciones de manera inmediata, porque el Estatuto de Autonomía de Cataluña lo prohíbe.

El pleno de investidura de hoy a las 17:00hora -que el violento Roger Torrent a convocado atropellando el calendario establecido, según reglamento del parlamento de Cataluña y el Estatuto de Autonomía de Cataluña —tal como denunció ayer, miércoles 21 de marzo de 2018, fuentes del Gobierno del PP de Mariano Rajoy Brey que tacharon la decisión de Torrent de atropello de «manera unilateral y arbitraria»— solo tendrá valor simbólico, según explican fuentes políticas del Gobierno central.

El Boletín Oficial del Estado español (BOE) nunca recogerá el nombramiento del delincuente golpista Jordi Turull y tampoco su Majestad el Rey  Felipe VI de España firmará el nombramiento de un hispanófobo actualmente en libertad provisional y pendiente de declarar mañana, viernes 23 de marzo de 2018, ante el Juez que investiga el golpe de estado amarillo en Cataluña. Porque al presidente de la Generalitat lo escoge el Parlament pero lo nombra el monarca.

Y ni el Rey ni el BOE nombrarán a un presidente de la Generalidad de Cataluña que estará suspendido en el cargo. Jordi Turull quedará fuera de juego. Nunca podrá tomar posesión.

Ni nuevas elecciones ni nada, lo prohíbe el Estatuto de Autonomía y Rajoy tiene que cumplirlo

Pero tampoco habrá elecciones, como querría el prófugo d ela Justicia, el hispanófobo Carles Puigdemont desde Bruselas (Bélgica. No es posible.

El Estatuto de Autonomía de Cataluña sigue vigente y aunque se haya aplicado el artículo 155 de la Constitución, Mariano Rajoy tiene que cumplirlo.

Y en su artículo 75 el Estatuto de autonomía de Cataluña prevé que en caso de elecciones anticipadas, tal y como fueron las del 21-D, no puede haber otros comicios en Cataluña hasta un año después de la fecha de la anterior convocatoria. Es decir, la autonomía seguiría suspendida, como mínimo, hasta el próximo mes de diciembre.

Es decir, el separatismo queda atrapado en la peor situación posible.

No podría haber elecciones autonómicas para renovar la mayoría sectaria amarilla —hay que precisar nunca popular porque la mayoría de los catalanes (un voto un catalán) está en contra del golpe de estado en Cataluña y del separatismo según los resultados del 21D catalán de 2017 y las últimas encuestas del Centro de Estudios y Opinión de la propia Generalidad de Cataluña (CEO) que confirma que el constitucionalismo habría cruzado su límite histórico mientras el separatismo habría caído hasta 8 puntos por debajo del 50% de la población catalana— y para colmo se habrían quedado en minoría en el Parlamento de Cataluña.

En la actualidad, cuentan 68 votos separatistas —Carles Puigdemont y Toni Comín no pueden votar— contra 65 constitucionalistas, explica ‘El Confidencial’. 

Pero con la suspensión en el cargo de Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Raül Romeva, Marta Rovira y Dolors Bassa, la situación quedaría en 62 escaños separatistas contra 65 a favor de seguir en España.

El juez Llarena, el elefante en una cacharrería sectaria amarilla

Por eso, la única salida para mantener la mayoría será que Turull y el resto de encausados dimitan. Porque si no lo hicieran se arriesgarían a que se convocase un pleno y se nombrase una nueva Mesa del Parlamento, en la que los separatistas perderían su mayoría. Es decir, incluso el presidente de la cámara, Roger Torrent, vería amenazado su cargo.

Por eso la incursión de Llarena ha sido como la de un elefante en una cacharrería.

Los separatistas llevan tres meses intentando ignorar la realidad y ahora la realidad les ha citado en el Tribunal Supremo y todo ha saltado por los aires.

El golpe es tan fuerte que el tema estrella de esta semana, la renuncia de Puigdemont como diputado, se torna ahora irrelevante. Que Puigdemont dejase su acta no serviría en este momento para nada.

Roger Torrent ya ha convocado el pleno del Parlamento a las cinco de la tarde de este jueves.

Convergencia-PDECAT-Juntos Por Cataluña (JxCAT) propondrá a Jordi Turull como presidente de la Generalidad de Cataluña para forzar una investidura exprés en la que la CUP votaría a favor de este burgués corrupto de Convergencia para no apoyar al juez del TS.

CUP contra las cuerdas: O apoyo a Turull o le enviáis a la cárcel

La disyuntiva a esta llamada ‘Izquierda anticapitalista pero, claros esclavos de la burguesía infecta en Cataluña, es: o apoyo a Turull o le enviáis a la cárcel.

La vida parlamentaria ha quedado muy tocada.

La presión de Llarena acabará haciendo lo que Rajoy pidió ayer en el Congreso, que el Parlamento invista un «candidato limpio», es decir, que no tenga causas pendientes con la Justicia.

Sobre la vida parlamentaria pesa una amenaza que apuntó ayer Jordi Sànchez en su carta de renuncia a su candidatura.

Lo expresaba así: «Debemos defender conjuntamente y sin excepciones que el Parlamento de Cataluña sea el espacio donde todas las voces, opiniones y propuestas puedan ser expuestas y escuchadas».

«Si la autocensura o la tutela ‘ex ante’ proveniente del exterior se apodera del Parlamento de Cataluña, lo único que nos quedará por hacer será abandonar el hemiciclo y aceptar la derrota del parlamentarismo democrático».

Unas palabras casi proféticas.

Pese a contener este párrafo, ayer miércoles el violento Roger Torrent avaló la carta y la postura de Sànchez.

Habrá que ver qué defiende Puigdemont desde Bruselas.

Su estrella parecía de capa caída. Pero ahora su influencia sobre lo que ocurra en la cámara catalana volverá a crecer. Revitalizado por el ‘efecto Llarena’.