José Manuel García-Margallo defiende con mucho orgullo su «pasión por España»

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El ministro de Asuntos Exteriores en funciones de España, José Manuel García-Margallo (c), fue registrado este domingo al realizar un juramento de bandera, en el buque escuela de la Armada española "Juan Sebastián Elcano", en La Habana (Cuba). EFE

Efe – José Manuel García-Margallo estaba dispuesto a seguir como ministro de Asuntos Exteriores pero afirma que ha cerrado una etapa en la que ha entregado «la cartera pero no la cabeza ni la pasión por España» y se despide con la satisfacción de no dejar ni un sólo conflicto abierto. Madrid (España), lunes 14 de noviembre de 2016. Fotografía: El ex ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, José Manuel García-Margallo renovando su fidelidad al la patria española fuera de las fronteras de España. Archivo Efe.

En una entrevista con Efe, García-Margallo ha aventurado una legislatura «estable» porque a ningún partido -excepto Podemos- le interesan unas elecciones anticipadas y ha abogado por una solución para Cataluña que satisfaga a los catalanes no independentistas porque «con los independentistas no hay nada que hacer».

García-Margallo, que presidirá la Comisión de Seguridad Nacional en el Congreso de los Diputados, acaba de publicar el libro «Europa y el porvenir» (Península) que ha escrito con el secretario de Estado de la UE, Fernando Eguidazu, sólo diez días después de despedirse como jefe de la diplomacia española.

El exministro, que entiende que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado que era «conveniente» sustituirle al frente de Exteriores y que son «etapas de la vida», ha agradecido al jefe del Ejecutivo la oportunidad de haber representado a España en la pasada legislatura y ha garantizado que seguirá «sirviendo» a España y al Gobierno en la medida que se le pida, por lo que estará «completamente a disposición» de su sucesor, Alfonso Dastis.

García-Margallo ha subrayado que tras cinco años en el cargo en Asuntos Exteriores y Cooperación «está hecho el hardware y el software, con la estrategia de acción exterior a cuatro años, así como todo el aparato legislativo» y ha considerado que habrá continuidad al frente de este departamento.

«Hay una idea sobre Europa muy firme, muy federalista, muy hacia los Estados Unidos de Europa y unas relaciones transatlánticas encauzadas», ha añadido.

Ha destacado que se despide con la satisfacción de que no haya «ni un solo conflicto abierto», incluso Venezuela, país con el que las relaciones «han sido más entretenidas» en los últimos años.

«España puede seguir cumpliendo su papel de mediación en la pacificación y reconciliación en Venezuela», ha afirmado.

También se ha referido a Gibraltar para afirmar que no cree que ningún Gobierno español «no aproveche la oportunidad única e histórica» que se abre en este asunto a raíz del «brexit» para solucionar un contencioso que dura 300 años.

Ha explicado que será el Consejo Europeo el que fije las directrices en las que se tiene que enmarcar el mandato de negociación entre la Comisión y el Reino Unido y ha recordado que una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia dice que Gibraltar es una colonia de la Corona y que no forma parte del Reino Unido.

«Si no forma parte del Reino Unido, quiere decir que las negociaciones Reino Unido-UE no pueden cubrir ese tema», ha dicho.

A partir de ahí, ha continuado, serán los gibraltareños los que decidan si quieren seguir formando parte de la Unión Europea o no.

Ha dicho que ha hablado con Dastis de la propuesta de cosoberanía compartida entre el Reino Unido y España y ha insistido en que esta es la «percha» que permitiría a Gibraltar seguir en la UE.

El exministro cree que el principal desafío que tiene que afrontar España en los próximos meses es el independentismo catalán que, a su juicio, requiere de «un Gobierno estable y firme».

Tras señalar que desconoce qué línea seguirá la vicepresidenta y ministra para las Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, García-Margallo ha dejado claro que la suya es la que siempre ha defendido estando en el Gobierno y fuera: «Combinar la firmeza en la defensa de la unidad de España, la igualdad de los españoles y la solidaridad interna y el diálogo para atender los motivos de desafección de la población catalana».

«La única fórmula para mantener a Cataluña dentro de España es hacer un programa que satisfaga a aquellos catalanes que no son independentistas. Con los independentistas no hay nada que hacer», ha agregado.

Se ha mostrado seguro de que será una legislatura estable ya que a ningún partido «salvo a Podemos» le convienen unas elecciones anticipadas y sobre todo «no le convienen a España».

El exministro ha destacado que se trata de un gobierno en minoría que puede llegar a acuerdos y que, en contra de lo que algunos piensan, puede ser una «oportunidad histórica inmensa: Cada vez que nos hemos visto obligados a dialogar o a ceder, hemos llegado a soluciones mágicas», en referencia a la transición.

«Si somos capaces de entendernos podemos poner las bases para tener otros 40 años de estabilidad como hemos tenido hasta ahora», ha agregado.