Julian Assange detenido, el ultraizquierdista que apoyó el «Procés» sale esposado

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FOTOGRAFÍA. LONDRES (REINO UNIDO), 12.04.2019. Vista del ultraizquierdista proreferéndum separatista en Cataluña, individuo fundador de WikiLeaks ya detenido tras su pérdida de pasaporte diplomático en la embajada de Ecuador en Londres (Reino Unido), Julian Assange, a su llegada este jueves a la Corte de Magistrados de Westminster en Londres (Reino Unido) tras su detención. Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Tras la detención, el embajador ecuatoriano en Londres, Jaime Marchán, afirmó que el fundador de WikiLeaks era «continuamente un problema» para Ecuador, que también ha revocado la nacionalidad que le concedió al informático a finales de 2017. «Interfirió con las elecciones de Estados Unidos, interfirió también con el asunto interno de Cataluña —mostrando su apoyo al independentismo (Procés)— e interfería en la política ecuatoriana haciendo declaraciones todo el tiempo», dijo el diplomático. Los hechos remontan hasta el pasado 11 de noviembre de 2017. Sobre la visita del ideólogo independentista Oriol Soler al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en la Embajada de Ecuador en Londres donde está asilado, el ministro español de Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis (PP), dijo que hay «muchos indicios que apuntan a que este señor y otros están tratando de intervenir y de manipular y de afectar a lo que debe ser un desarrollo democrático normal en Cataluña». Londres (Reino Unido), 12 de abril de 2019.

Éste sujeto de la extrema izquierda australiana, apoyado por la llamada ‘Internacional-socialista’, es el informático australiano que emergió de su largo encierro en la sede diplomática, ubicada en el adinerado barrio de Knightsbridge, con el pelo cano recogido, una larga y descuidada barba y aferrado a un libro del autor estadounidense Gore Vidal.

La policía británica se llevó detenido este jueves al activista Julian Assange de la embajada de Ecuador en Londres, donde ha estado refugiado durante cerca de siete años por temor a ser extraditado a Estados Unidos.

Washington reclama al hácker australiano por los miles de documentos secretos que aireó su portal WikiLeaks y le acusa de cargos que pueden acarrear hasta cinco años de cárcel, mientras que la justicia británica pide hasta otro año de prisión por violar las condiciones de su libertad condicional en el Reino Unido.

El informático australiano emergió de su largo encierro en la sede diplomática, ubicada en el adinerado barrio de Knightsbridge, con el pelo cano recogido, una larga y descuidada barba y aferrado a un libro del autor estadounidense Gore Vidal.

Agentes de Scotland Yard habían entrado en la embajada sobre las 09.15 de la mañana hora local (08.15 GMT), después de que Quito retirara la protección diplomática que concedió al activista en 2012.

Assange salió esposado del edificio una hora después, tras haberse resistido al arresto, según relataron las acusaciones por la tarde, durante la vista que se celebró en la Corte de Magistrados de Westminster.

El juez declaró culpable a Assange por no haberse presentado ante la justicia hace siete años, cuando debía responder por unos delitos sexuales supuestamente cometidos en Suecia.

Otro magistrado determinará en las próximas semanas la sentencia definitiva que deberá cumplir en el Reino Unido.

En paralelo, Assange comparecerá de nuevo el 2 de mayo ante la Corte de Magistrados de Westminster, esta vez por videoconferencia desde la prisión, para iniciar el proceso sobre su extradición a Estados Unidos.

Tras la detención, el embajador ecuatoriano en Londres, Jaime Marchán, afirmó que el fundador de WikiLeaks era «continuamente un problema» para Ecuador, que también ha revocado la nacionalidad que le concedió al informático a finales de 2017.

«Interfirió con las elecciones de Estados Unidos, interfirió también con el asunto interno de Cataluña e interfería en la política ecuatoriana haciendo declaraciones todo el tiempo», dijo el diplomático.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, aseguró por su parte que Assange transgredió reiteradamente las convenciones internacionales sobre asilo diplomático, mientras que la primera ministra británica, Theresa May, agradeció al Gobierno de Quito su «cooperación».

«Estoy segura de que esta cámara al completo da la bienvenida a la noticia de que esta mañana la policía metropolitana ha arrestado a Julian Assange», dijo May en el Parlamento, entre gritos de aprobación por parte de los diputados.

El director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, sostuvo en cambio que esta es «una jornada oscura para el periodismo» y pidió al Reino Unido que se asegure de que Assange no es extraditado en base a su «actividad editorial».

«Publicar documentos y vídeos que muestran el asesinato de civiles y exponen crímenes de guerra es periodismo», esgrimió Hrafnsson ante los medios, a las puertas del tribunal donde compareció el fundador del portal de filtraciones.

Decenas de personas se congregaron ante la Corte de Magistrados de Westminster para expresar su apoyo a Assange, quien desde que entró a la embajada de Ecuador ha resaltado su miedo a que Estados Unidos pida pena de muerte o cadena perpetua para él, si llega a ser extraditado al país.

Ese temor le ha mantenido confinado en el piso de la embajada de Ecuador, a pesar de los problemas de salud que le han provocado la falta de sol y de ejercicio.

Durante los últimos siete años, la lista de invitados de la legación se ha llenado de artistas, políticos y otras celebridades que querían conversar con Assange.

La actriz Pamela Anderson, la cantante Lady Gaga, el futbolista Éric Cantona, el cineasta Michael Moore y el político euroescéptico británico Nigel Farage están entre los visitantes que ha recibido el australiano durante los años en los que ha vivido en la sede diplomática.

«Se le ve muy mal. ¿Cómo has podido, Ecuador?», preguntó Pamela Anderson en las redes sociales, después de que las televisiones divulgaran las imágenes de Assange, obligado por la policía a abandonar la embajada.