Barcelona (Reino de España), martes 30 de julio de 2024 (Lasvocesdelpueblo).- La derechista cobarde separatista Jxcat está preparado para cualquier eventualidad ante pacto PSC y ERC, la marca del PSOE en Cataluña: Partit dels Socialistes de Catalunya y uno de los principales partidos de la antiEspaña: la ultraizquierda separatista Esquerra Republicana de Catalunya. Así han advertido los del prófugo Carles Puigdemont Casamajó tras desvanecer todas sus esperanzas de un Gobierno secesionista, con presidente Puigdemont, apoyado por parte de las fuerzas de la antiEspaña: la extrema izquierda separatista Candidatura de Unidad Popular (CUP), ERC y Junts per Catalunya (JxCat) con una abstención del PSC a cambio del apoyo de JxCat a la legislatura de pedro Sánchez Pérez-Castejón en Madrid.
Lo han expresado en un comunicado este miércoles tras conocer el acuerdo PSC y ERC, conscientes de que, como no podría ser de otra manera, la militancia de ERC acabaría votando a favor del acuerdo, dado que al menos el 50 % de lo que se llama las «bases» de un partido político está controlado por la dirección de éste, al ser en su mayoría cargos orgánicos, cargos institucionales o militantes que de alguna manera dependen de estos cargos orgánicos o institucionales para alguna tarea puntual a cambio de algún favor o puesto de trabajo: asesor, etc.. Sí que los votantes de ERC en su mayoría rechazaría inmediatamente ese acuerdo, pero salvo VOX, ningún partido en España responde y actúa pensando en su promesa electoral, es decir, en sus votantes. Prueba de ello, la dirección nacional de VOX sin consultar sus «bases» -cargos orgánicos del partido- tomó la histórica decisión de salir de todos los Gobiernos de coalición con el socialismo azul (Partido Popular) en cumplimiento de su promesa electoral sobre la inmigración ilegal, masiva y descontrolada.
Comunicado Junts per Catalunya (JxCat) de valoración del preacuerdo PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa Roca (PSC)
En el período posterior a las elecciones al Parlament, Junts per Catalunya ha mantenido una actitud de respeto y no interferencia en el debate interno de ERC en cuanto a las negociaciones para un acuerdo de investidura, ni tampoco en cuanto a la crisis surgida al conocerse la responsabilidad del partido en cuestionables campañas de comunicación, de la que nuestro partido ha sido una de las víctimas. Nuestra responsabilidad como primera fuerza política catalana independentista es contribuir a cambiar las dinámicas que han dificultado las relaciones y acuerdos.
Hoy se ha hecho público el contenido del preacuerdo alcanzado por ERC para hacer posible que el candidato del PSC Salvador Illa Roca sea presidente del Govern de la Generalitat de Catalunya con los votos de los 20 diputados del grupo parlamentario de esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Queda pendiente la validación por parte de su militancia y, por tanto, no es un acuerdo firme. Dada la importancia y trascendencia que tiene para el futuro de «nuestro país» y de las relaciones en el conjunto de las fuerzas independentistas, y desde lo absoluto respecto a la decisión que tome la militancia en la consulta que se ha puesto en marcha, creemos necesario exponer los siguientes puntos:
1.- Los objetivos generales que se propone alcanzar el preacuerdo -financiación, reconocimiento nacional- ya fueron fijados en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y su consecución dependía de la evolución de las negociaciones bilaterales, cuyo cumplimiento determinaba la estabilidad del Gobierno. De una negociación bilateral con el Estado aprovechando la fuerza decisiva en Madrid se pasaría ahora a una negociación bilateral entre un gobierno español presidido por el PSOE y un gobierno catalán presidido por el PSC y apoyado por ERC en el Parlament. Y serían ahora Pedro Sánchez Pérez-Castejón y Salvador Illa Roca los encargados de desplegar sus acuerdos en ámbitos, como la financiación, la lengua catalana o el reconocimiento nacional, en los que mantienen posiciones idénticas y alejadas de las reclamaciones históricas del catalanismo independentista.
2.- El preacuerdo asume en la práctica el marco político que el PSC ha intentado fijar desde el inicio del proceso de independencia, según el cual lo que hay es un conflicto entre catalanes y que es necesario resolver a partir de una «mesa catalana», llamada ahora «Convención», y revierte los esfuerzos iniciados hace menos de un año por fijar el marco histórico del conflicto y buscar una resolución a partir de asumir sus razones profundas. Cataluña tiene derecho a la autodeterminación no como resultado de ningún consenso sino por su condición de nación. En todo caso, se negociará con el Estado la celebración de un referéndum de autodeterminación, no el derecho en sí.
3.- El candidato socialista Salvador Illa Roca ha sido siempre el más favorable a la represión al independentismo, el menos comprometido con la lengua catalana y nunca ha expresado ningún interés ni voluntad de influir dentro de su partido para acabar con el insostenible maltrato económico y nacional por parte del Estado. Mientras se han ido conociendo los datos del expolio y del agravio permanente que representa el incumplimiento de las inversiones aprobadas por Cataluña, el candidato a presidir el govern de la Generalitat de Catalunya con los votos de ERC calla y cierra filas con el gobierno del su partido en Madrid.
La decisión de hacer Salvador Illa presidente de la Generalitat no podrá revertirse dada la aritmética parlamentaria. Sin la capacidad de moción de censura, todo queda fiado a la voluntariedad de cumplimiento del PSC, que dispondrá de cuatro años para aplicar su agenda de «pasar página» y de desnacionalización de Catalunya.
4.- El preacuerdo no propone medidas inmediatas en los presupuestos generales del Estado para 2025, que tengan efectos directos para Cataluña. Ninguna transferencia por el dinero dejado de invertir ni ninguna compensación por el dinero invertido de más en Madrid, que son condiciones imprescindibles a cumplir antes de sentarse a negociar nada. Por el contrario, se auguran futuras reformas legislativas inciertas, sin consenso y sin asegurar el objetivo fundamental, sin el que no se puede hablar de soberanía financiera:
- Que todo el dinero de la recaudación de los impuestos gestionados y administrados desde Cataluña se quede en Cataluña, para después negociar cuál es la cuota a liquidar (el Concierto económico, concepto que fue empleado en la presentación pública del preacuerdo pero que no aparece en el documento).
- Que la Agencia Tributaria pueda recaudar y liquidar todos los impuestos, pero el Gobierno de la Generalidad de Cataluña no tenga el poder sobre el dinero recaudado, no es soberanía y no evita los incumplimientos del Estado en materia de inversiones y, en su caso, en materia de ordinalidad. De hecho, el principio de ordinalidad debería venir garantizado por el control del dinero que debería tener la Generalitat y no como resultado del reparto que hace el Estado. Mientras el reparto dependa del Estado a través del concepto «solidaridad territorial» en el que la cuota de la supuesta solidaridad no sea fijada por Catalunya, nunca tendrá la garantía de cumplimiento de las inversiones y de un trato justo. Porque no dispondríamos de ningún mecanismo para forzar al Estado en caso de incumplimiento (que es la práctica habitual de cada año).
5.- El problema de la lengua catalana no es de estructura administrativa; es de aplicación de la legislación que la determina como lengua vehicular y de obligado cumplimiento. Es su minorización. Es la falta de respeto a los derechos lingüísticos de los catalanohablantes por parte de los poderes públicos, especialmente allí donde gobierna el PSC y el PSOE. Es de menosprecio histórico y estructural por parte de los poderes del Estado.
Es el incumplimiento de la inmersión y la complicidad de los poderes públicos españoles en la disminución práctica de las horas de lengua catalana en las escuelas e institutos.
6.- Para conseguir en esta legislatura las ganancias por las que estamos luchando desde hace años debemos construir una estrategia común para exprimir toda la potencialidad de las negociaciones con los socialistas, a partir de la posición determinante en Madrid de la que disfrutamos ahora mismo. Juntos por Cataluña reitera su propuesta a ERC para hablar de todo, mirando al futuro y rehaciendo confianzas para poder defender mucho mejor los intereses de los catalanes de lo que puede asegurar un gobierno socialista en Barcelona, Cataluña y Madrid.
7.- En cualquier caso, Junts per Catalunya, Jxcat está preparada para cualquier eventualidad, y trabajará con toda la determinación para que «nuestro país» tenga una fuerza central independentista potente, mayoritaria, libre de servidumbres y completamente independiente de la dinámica de blogs ideológicos que interesa a la política española.
En este sentido, redoblaremos los esfuerzos y los recursos para llegar al conjunto del «país» con un mensaje de confianza en nuestras capacidades como «nación», en nuestra determinación por ser un «país libre», una «nación» de ciudadanos de primera que pagan y reciben el que es justo y donde sus derechos fundamentales son respetados por todos los poderes públicos.
Barcelona, 30 de julio de 2024| «JxCat está preparado para cualquier eventualidad».
