Redacción – «Derribar o vandalizar estatuas de nuestros conquistadores no supone solo un falseamiento de una Historia de alcance universal, sino también una grave irresponsabilidad de quien lo permite y lo alienta», reza el texto de la Declaración Institucional propuesta por VOX. Madrid, 2 de julio 2020.
Ningún grupo se ha pronunciado siquiera sobre el texto propuesto por esta formación, en el que se defiende la verdadera Historia de España y nuestro pasado común con América frente a quienes, sobre todo, en Estados Unidos, han desplegado su furia iconoclasta para atacar el legado español en el «Nuevo Mundo».
«La presencia española en América buscó la integración. En las antípodas del genocidio sostenido por los más fanatizados cultivadores de la leyenda negra, España, hija también de aquella América, forjó una sociedad mestiza en la cual la lengua de Cervantes permite comunicarse a cientos de millones de personas», reza el documento.
En él se recuerda que el descubrimiento es una empresa netamente española que permitió el desarrollo científico, económico, social y un corpus legislativo, fruto de intensos debates morales, que hoy es considerado precedente del Derecho Internacional e incluso de los Derechos Humanos. «La consideración de los indígenas como súbditos de la Corona, que no esclavos, permitió la implantación de la jornada de ocho horas laborales, la obligación del salario mínimo y el descanso dominical, entre otros».
«Lejos de las caricaturas que impulsan a las hordas ultraizquierdistas y mundialistas que vandalizan los monumentos hispanoamericanos, la realidad de la herencia española no supuso la aniquilación del mundo prehispánico», como demuestra el mantenimiento de muchas de sus estructuras o el ingreso de sus linajes en la alta nobleza española. Universidades, colegios mayores, escuelas, hospitales, redes viarias y tecnológicas se desarrollaron allí como un territorio más del Imperio español.
«Por todo ello, no podemos permanecer impasibles ante los ataques que reciben nuestros conquistadores. Derribar o vandalizar estatuas de personajes tales como
Isabel la Católica, Miguel de Cervantes, Cristóbal Colón o fray Junípero Serra, entre otros, supone no solo un absoluto falseamiento de una Historia de alcance universal, sino también una grave irresponsabilidad de quien lo permite y lo alienta, una muestra de hispanofobia injustificada e injustificable ante la cual los españoles no podemos permanecer cruzados de brazos», concluye el texto.
