Agencias – La cumbre por el clima de París llega a su fin después de dos semanas de intensas negociaciones entre las 196 delegaciones nacionales que han participado. París, 12 de diciembre 2015. Fotografía: François Hollande, Laurent Fabius et Ban Ki-moon, après l’annonce du projet d’accord par la présidence française de la conférence de l’ONU, au Bourget (Seine-Saint-Denis). Afp.
Cumbre de París en directo
El presidente de la cumbre, Laurent Fabius, ha comparecido este mediodía para explicar la propuesta de acuerdo al que han llegado los países participantes. Fabius ha definido la propuesta de acuerdo como histórica, ambiciosa y, a la vez, equilibrada. Y ha querido destacar que el texto del acuerdo se mantiene fiel al mandato de Durban y que reconoce la noción de justicia climática.
El objetivo final del acuerdo es que la temperatura del planeta no crezca por encima de los dos grados y, el presidente de la cumbre ha insistido ante los delegados internacionales que se deberán intensificar los esfuerzos de todos los países para intentar que el calentamiento máximo sea de un grado y medio. Según ha anunciado Fabius, el principio de acuerdo regula que cada 5 años se hará un balance de los logros alcanzados en materia de control climático.
Emocionado en algunos momentos de su discurso, Fabius dijo que todos los países reunidos en París tienen la responsabilidad de «no dejar pasar esta ocasión única» y que debía aprovechar un contexto muy positivo para aprobar un texto de acuerdo universal que «es necesario por el mundo pero también por cada país» y un instrumento para la paz mundial.
A pesar del optimismo y la felicitación general del presidente de la cumbre a todos los participantes, algunas voces ya han criticado que se ha llegado a un acuerdo de mínimos que queda lejos de las expectativas iniciales.
A partir de ahora, los delegados de cada país tendrán tiempo de examinar la propuesta y, previsiblemente, la votarán esta tarde.
El acuerdo que salga hoy de la Cumbre del Clima debería fijar cómo afrontar la lucha contra el cambio climático a partir de 2020 y marcar como debe adaptarse la economía mundial para dejar de usar combustibles fósiles, los principales agentes responsables del calentamiento del planeta.
Un cambio a nivel global que implica el desarrollo y la implantación del uso de las energías renovables. Pero el debate crucial es cómo se ayudará financieramente a los países menos desarrollados para hacer este cambio. El punto más controvertido es decidir qué países deben pagar, como se contabiliza este pago ya que se tiene que dedicar exactamente.
