La cumbre del fin de ETA pide soluciones «justas» para la «reconciliación»

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Cambo-les-Bains (FRANCIA), 04.05.2018. El británico Jonathan Powell (c), durante la lectura del comunicado que certifica el fin de ETA, acompañado de un grupo de personalidades políticas internacionales en una conferencia en la localidad vascofrancesa de Cambo-les-Bains, a la que asisten representantes de partidos vascos como el PNV, EH Bildu y Podemos, sindicatos y organizaciones sociales. Efe

Efe – Todos ellos han leído la llamada «Declaración de Arnaga», que ha saludado el fin de ETA y ha hecho un llamamiento a la «reconciliación» en un País Vasco que, a su juicio, aún debe «construir la paz», porque «las heridas profundas perduran». El día después del anuncio de disolución de ETA varios municipios de Euskadi, entre ellos las tres capitales, han amanecido con pintadas de agradecimiento a la banda terrorista, que han sido denunciadas por ayuntamientos y partidos. Vitoria (España), viernes 4 de mayo de 2018. Fotografía: Cambo-les-Bains (FRANCIA), 04.05.2018. El británico Jonathan Powell (c), durante la lectura del comunicado que certifica el fin de ETA, acompañado de un grupo de personalidades políticas internacionales en una conferencia en la localidad vascofrancesa de Cambo-les-Bains, a la que asisten representantes de partidos vascos como el PNV, EH Bildu y Podemos, sindicatos y organizaciones sociales. Efe

El encuentro internacional sobre el fin de ETA celebrado hoy en Cambo-les-Bains (Francia) ha certificado la desaparición de la organización terrorista y ha reclamado una «solución global, justa y duradera» para Euskadi, mientras que el Gobierno ha descartado cualquier tipo de impunidad para los etarras.

La disolución ha sido avalada por personalidades internacionales como el expresidente del Sinn Fein Gerry Adams: el exjefe de Gobierno irlandés Bertie Ahern; el exasesor del primer ministro británico Tony Blair, Jonathan Powell; el fundador del Partido de la Revolución de México, Cuauhtemoc Cárdenas, y el exdirector del Fondo Monetario Internacional Michel Camdessus.

Todos ellos han leído la llamada «Declaración de Arnaga», que ha saludado el fin de ETA y ha hecho un llamamiento a la «reconciliación» en un País Vasco que, a su juicio, aún debe «construir la paz», porque «las heridas profundas perduran».

«Ayer ETA anunció su decisión de dejar de existir. Es un momento histórico para toda Europa, ya que marca el fin del último grupo armado del continente», reza el texto en el que no se menciona la palabra «terrorismo».

Prácticamente a la misma hora, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha leído una declaración institucional en la que ha garantizado que no habrá impunidad para ETA y que desaparece sin haber logrado ninguno de sus objetivos.

Tras dedicar sus primeras palabras a las 853 víctimas de la organización terrorista, ha asegurado que los crímenes de la banda se seguirán investigando y juzgando, y ha ensalzado la «labor infatigable» de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el «tesón» de jueces y fiscales en la lucha contra el terrorismo.

El jefe del Ejecutivo también ha dejado claro que no cambiará su política penitenciaria, como reclaman las víctimas, a las que estos días ha puesto voz Marimar Blanco, hermana del concejal del PP secuestrado y asesinado por ETA: «Porque aún existen más de 300 crímenes sin esclarecer, además de víctimas desaparecidas, la banda terrorista no puede encontrar ninguna vía para la impunidad».

El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, discrepan sobre la política penitenciaria de dispersión de presos y, en ese sentido, han pedido hoy un consenso para adaptarla al nuevo contexto sin ETA.

Urkullu y Barkos, en una declaración conjunta en Navarra, han denunciado el carácter «injusto e injustificable» de la violencia de ETA y han recalcado que «ni una sola de las víctimas» que provocó «debió producirse nunca».

El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, sí ha respaldado la actual política penitenciaria y ha opinado que el final de ETA no debe servir para dar «ninguna ventaja ni beneficio» a la banda y que se debe mantener la dispersión de presos porque aún existen más de 300 crímenes sin esclarecer.

Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha recordado a las víctimas, ha subrayado que «España derrotó a ETA sin que consiguiera ninguno de sus objetivos políticos» y ha llamado a la unidad de los partidos para luchar contra el terrorismo.

Como invitados a la cumbre de Cambo han asistido representantes de PNV, EH Bildu y Podemos, los sindicatos ELA, LAB y UGT y numerosas organizaciones sociales vascas de ambos lados de la frontera.

El presidente de PNV, Andoni Ortuzar, ha saludado el «fin de la pesadilla» de ETA, a la que ha preguntado «de qué ha servido» su trayectoria, y ha recordado a las víctimas de la organización terrorista.

El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, han incidido en que queda por resolver «un conflicto que es anterior a ETA». «Este país tiene derecho a la paz, la libertad, a ser lo que queramos ser y lo queremos hacer desde posiciones de paz y democráticas», ha destacado Otegi.

Las patronales vascas también se han pronunciado sobre la desaparición de ETA y han considerado que «no es una disolución», sino «una derrota», aunque «llega tarde para las víctimas y para el conjunto de la sociedad».

El día después del anuncio de disolución de ETA varios municipios de Euskadi, entre ellos las tres capitales, han amanecido con pintadas de agradecimiento a la banda terrorista, que han sido denunciadas por ayuntamientos y partidos.