La familia del terrorista islamista catalán: Mi hijo «estaba durmiendo y mirando la tele» 

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RIPOLL (ESPAÑA), 23.08.2017. Ibrahim Aallaa, padre de los hermanos Aallaa: Said, abatido por los mozos en Cambrils; Youssef, desaparecido aunque posiblemente muerto en la explosión de Alcanar; y Mohammed, que fue detenido y ayer puesto en libertad por el juez que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils; atiende a los medios de comunicación ante la puerta de su casa en Ripoll (Gerona). Efe.

Agencias – El catalán padre de 2 de los terroristas islamistas de Ripoll (Gerona) asegura: Mi hijo Said —de 19 años y uno de los abatidos por la policía en Cambrils (Tarragona)— ha explicado este miércoles que el día de los atentados terroristas de Cataluña «comió en casa y ellos le vinieron a buscar sobre les 15.30 horas, él estaba durmiendo y mirando la tele», y después ya no volvieron a verle. Ripoll (Gerona) España, miércoles 23 de agosto de 2017. Fotografía: RIPOLL (ESPAÑA), 23.08.2017. Ibrahim Aallaa, padre de los hermanos Aallaa: Said, abatido por los mozos en Cambrils; Youssef, desaparecido aunque posiblemente muerto en la explosión de Alcanar; y Mohammed, que fue detenido y ayer puesto en libertad por el juez que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils; atiende a los medios de comunicación ante la puerta de su casa en Ripoll (Gerona). Efe.

Youssef Aalla, de 20 años y uno de los terroristas fallecidos en la explosión de la casa de Alcanar donde fabricaban los explosivos, hacía más de un mes que estaba en Tarragona, según le dijo a la familia, trabajando.

Brahim Aalla, el padre de dos de los terroristas de Ripoll (Gerona) Said y Youseff y de Mohammed, que fue detenido y puesto en libertad tras pasar ante el juez de la Audiencia Nacional, ha explicado hoy a los periodistas que sólo hablaban por teléfono con su hijo Youssef y que hacía más de un mes que no le veían porque según les decía, estaba trabajando en Tarragona.

En cuanto a Said, de 19 años y uno de los abatidos por la policía en Cambrils (Tarragona), ha explicado que el día de los atentados «comió en casa y ellos le vinieron a buscar sobre les 15.30 horas, él estaba durmiendo y mirando la tele», y después ya no volvieron a verle.

El padre, muy serio, ha explicado que cuando supo que sus dos hijos estaban implicados en el atentado se puso «muy mal». «Nosotros, todos los padres de estos chavales no estamos bien porque no queremos esto», ha dicho.

En esta línea, ha asegurado que su otro hijo, Mohammed, tampoco sabia nada y que ahora tenían «miedo» de lo que podía pasar.

Mohammed Aalla, de 27 años, que fue detenido el pasado viernes por los mossos porque el Audi A3 que utilizaron los terroristas en Cambrils iba a su nombre, ha sido puesto en libertad provisional esta madrugada tras pasar ante el juez que lleva el caso en la Audiencia Nacional.

Mohammed no ha querido hablar con las decenas de medios de comunicación apostados en el portal de su casa por orden de su abogada, pero ha hecho saber que está bien, que no había hecho nada y que el coche estaba a su nombre para pagar menos en el seguro, pero que el vehículo era de su hermano.

También ha dicho que le habían tratado bien, pero ha lamentado que le dejaran en Madrid sin recursos para poder volver.

Tras explicarle su historia a un taxista, y mostrarle toda la documentación judicial, le ha trasladado hasta Ripoll donde a las cuatro de la mañana sus familiares le han pagado la carrera.

Su padre ha contado que el coche iba a nombre de Mohammed, pero que lo utilizaban sus dos hermanos y que la tarde del jueves se encontraba en la playa en Roses con su mujer y su hermano pequeño.

Brahim ha explicado que su hijo Youssef iba a la mezquita, pero que no lo hacían ni Said ni Mohammed, que no conocía al imán que planeó los atentados, pero que «cuando marchaban a la escuela o la mezquita parecía que todo estaba bien, pero no».

Se ha mostrado muy contento que esta noche la Audiencia Nacional haya liberado a su hijo Mohammed, ha insistido en que era «inocente» y ha recordado que han muerto dos de sus hijos, Youssef, de 20 años, y Said, de 19 y que están muy afectados.