La Iglesia desafía a Torra y hace suyo el dolor, el sufrimiento de familiares y difuntos, víctimas del covid 19

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FOTOGRAFÍA. TEMPLO DE LA SAGRADA FAMILIA (BARCELONA) CATALUÑA (ESPAÑA), 27.07.2020. Vista de varios centenares de fieles cristianos, familiares de las víctimas del covid 19, autoridades, Fuerzas y Cuerpos y Seguridad del Estado durante la Misa por los difuntos del covid 19 de este domingo en Barcelona, una acto religioso prohibido por el inhabilitado presidente separatista Quim Torra. Lasvocesdelpueblo (Ñ pueblo)

Redacción – El arzobispado de Barcelona desoyó este domingo, 26 de julio de 2020, la prohibición del régimen separatista del inhabilitado presidente de la Comunidad autónoma de Cataluña, Joaquim Torra Pal, alias Quim Torra, y celebró con éxito la Misa por los difuntos del covid 19 en el templo de la Sagrada Familia de Barcelona. El Gobierno separatista de Torra prohibió este derecho y libertad religiosa debido a que, según Torra, asistirían más de 10 personas. Y es que Torra lo intentaba prohibir mientras permite trenes y metros con al menos 100 pasajeros o los autocares y buses del transporte público con más de 10 pasajeros en Cataluña. También, cabe recordar el circo separatista de los líderes políticos de ERC, Convergencia-PDECAT-JxCAT y CUP con las entidades separatistas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural del pasado 21 de julio de 2020 ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, con centenares de individuos separatistas, para mostrar su apoyo y cariñó a los acusados presuntos delincuentes miembros de la Mesa del Parlamento de Cataluña, compañeros de la presa golpista Carme Forcadell Lluís, acusados de desafiar la Justicia y sentencias judiciales, tramitando el debate y posteriormente la votación de la herramienta «legal» —declarada más tarde ilegal por la Justicia— para golpear la democracia en Cataluña en 2017: las tres leyes del Procés: Ley del referéndum (1-O), Ley de la declaración de independencia de Cataluña y Ley de la Transición Jurídica (desconexión de Cataluña del resto de España). Barcelona (España), lunes 27 de julio de 2020.

La basílica de la Sagrada Familia acogió una misa en recuerdo a los hermanos y hermanas difuntos durante el tiempo de confinamiento provocado por el coronavirus y que no pudieron contar con la despedida merecida. Además, se ha ofrecido también una acción de gracias a Dios por quienes tanto hicieron por tratar de vencer la pandemia.

Una celebración íntima, a causa de los brotes, en la cual solo han podido asistir presencialmente los familiares de los difuntos y los representantes de los trabajadores esenciales que dieron servicio durante el confinamiento. Un aforo que el arzobispado ha reducido hasta el 23% con medidas de seguridad higiénicas muy estrictas: se ha tomado la temperatura al entrar a todos los asistentes que se han sentado a una distancia mayor de la recomendada.

Alegría, confianza y esperanza

El cardenal Omella ha ofrecido su homilía a los difuntos y a sus familiares, así como ha dado las gracias a todos aquellos trabajadores que lo han dado todo por las víctimas del virus. «Estamos con vosotros y queremos compartir el dolor, el sufrimiento de todos y rezar con esperanza al Dios de la misericordia» ha comunicado el arzobispo de Barcelona que «a pesar de todas las dificultades de la pandemia y a pesar de otras dificultades que hemos tenido para celebrar esta eucaristía, con joya, confianza y esperanza la celebramos hoy».

«La Iglesia hace suyo el dolor, el sufrimiento de los familiares, de los difuntos y quiere pedir a Dios misericordia por todos los muertos, no solo por los que han muerto debido al Coronavirus sino también por los que han muerto por otras causas y que durante el tiempo de confinamiento no han podido recibir la despedida merecida: hoy los recordamos a todos», ha querido recordar el cardenal.

Asimismo, se ha mostrado impresionado por el dolor que ha provocado, no solo la muerte de esta pandemia sino «también las condiciones de su partida, lejos de sus familiares y amigos, sin poder conversar, sin poder despedirse de ellos», ha asegurado.

Mención especial a la gente mayor Omella ha hecho una especial mención a la gente mayor el día de sus patronos y protectores San Joaquín y Santa Ana.

«Hoy recordamos los abuelos y abuelas que han muerto en las residencias. No podemos olvidar que los abuelos han trabajado duramente para darnos la sociedad que tenemos, una sociedad más humana, más buena y más fraterna».

Por último, el arzobispo de Barcelona ha pedido paz y fraternidad. «Hemos descubierto una vez más que la Iglesia sois y somos todos. «Estamos viviendo un tiempo en el que es necesario alargar la mano al prójimo y luchar todos por el bien común. Son tiempos de perdón y de mirar al futuro aprendiendo de los errores».