La imputada separatista de JxCat Laura Borràs pide rechazar el suplicatorio de la Justicia

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 11.06.2020. La diputada de JxCat, Laura Borràs, ofrece una rueda de prensa antes de comparecer ante la Comisión del Estatuto del Diputado del Congreso para presentar sus alegaciones con motivo de la investigación que quiere realizar el Tribunal Supremo por una serie de presuntos delitos cuando fue directora de la «Institució de les Lletres Catalanes». Efe

Efe – La portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, ha negado este jueves ser culpable de los delitos que se le atribuyen cuando estaba al frente de la «Institució de les Lletres Catalanes» y ha denunciado ser víctima de «persecución política» como independentista, con informes de la Guardia Civil «inventados». Madrid (España), jueves 11 de junio de 2020. 

Borràs ha comparecido ante la Comisión del Estatuto del Diputado del Congreso para presentar sus alegaciones ante el suplicatorio enviado por el Tribunal Supremo para investigarla por presuntos delitos cuando dirigió la «Institució de les Lletres Catalanes».

«No soy culpable», ha subrayado en rueda de prensa, reproduciendo, según ella misma ha explicado, el inicio de su intervención ante la comisión parlamentaria, celebrada a puerta cerrada pese a su petición de que fuera pública.

La portavoz de JxCat en el Congreso ha dicho que en este proceso ha visto «arrollados» sus derechos fundamentales y se le ha aplicado la «presunción de culpabilidad», hasta el punto de «celebrarse un juicio público paralelo que es impropio de una democracia».

Se considera víctima de una «persecución política sin indicios de delito», que se ha convertido en una «pesadilla» para ella, porque cree que han «atropellado» sus derechos.

Tras dar por hecho que no va a tener «un juicio justo», ha pedido a los diputados que sean «valientes» y rechacen el suplicatorio, para que esta cámara no «degenere en un Congreso patriótico que anteponga la patria a la democracia».

«Ahora me afecta a mí, pero les puede ocurrir a cualquiera de ellos», les ha advertido Borràs, que ha dejado claro que no se plantea dimitir porque esta causa «es una barbaridad».

Borràs ha considerado «indignante» que se intente «perjudicar» su nombre con una causa llena de «irregularidades procesales», una «construcción ficticia» a cargo de la Guardia Civil, una «ausencia absoluta de hechos o comportamientos susceptibles de ser perseguidos penalmente» y una Fiscalía que «no ha velado» por sus derechos.

«No soy ni ilusa ni cándida», ha afirmado Borràs, para quien los informes que la acusan «deberían constituir una prueba irrefutable para acusar a sus autores de faltar a la verdad».

Ha denunciado una operación para «embarrar» su reputación por su relevancia dentro del independentismo y ha esgrimido contradicciones entre el informe inicial de los Mossos d’Esquadra, que concluyeron que «no había hechos delictivos», y los de la Guardia Civil.

En la votación del suplicatorio, ha explicado, «JxCat no puede votar de otro modo que no sea en contra», pero no está claro qué harán ERC y la CUP, si bien a Borràs le gustaría que hubiese «una posición conjunta del independentismo».

Precisamente este asunto puede provocar un nuevo choque entre los socios del Govern, JxCat y ERC, ya que los republicanos se inclinan por la abstención, con el argumento de que hay que oponerse a toda «persecución» política sin que, a la vez, quede «ninguna sombra de duda» de que el independentismo rechaza la corrupción.

En la rueda de prensa, Borràs ha señalado que aún no ha podido hablar con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián: «Lo he estado persiguiendo desde hace tiempo para poder ponerle al corriente directamente de todas estas cuestiones, pero no ha podido ser, no ha encontrado el momento», ha comentado.

A Borràs se la acusa de haber facilitado, cuando dirigía la «Institució de les Lletres Catalanes», la adjudicación presuntamente irregular de una serie de contratos a un amigo por valor de casi 260.000 euros, por lo que podría haber delitos de prevaricación, fraude a la administración, malversación y falsedad documental.

El procedimiento continuará cuando los diputados de la Comisión del Estatuto del Diputado empiecen a redactar el dictamen, que será entregado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Si ese informe pide tramitar el suplicatorio y la Mesa da su visto bueno, el pleno tendrá que votarlo, para saber si el Supremo puede proseguir con la causa.