La manifestación de la Diada reúne a 73.500 independentistas

Tras la polémica por unas palabras de Llach, que aseguró que los independentistas de Aliança Catalana serían igualmente "bienvenidos" a la manifestación, el manifiesto ha marcado distancias con el propio independentismo que en sí mismo es odio hacia blancos y negros por no comulgar con la separación de Cataluña del resto del Reino de España, principalmente con todos los hispanos por hablar, escribir, pensar en y defender el español/castellano: "El crecimiento del discurso del odio y la antipolítica representa una amenaza que hay que combatir, porque pone en peligro la cohesión social", ha leído Minoves sin explicar cómo puede separar Cataluña del resto de la patria española sin odio hacia los patriotas españoles.

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (REINO DE ESPAÑA), 11 DE SEPTIEMBRE DE 2024. Día de Cataluña/Diada de Catalunya 2024. La principal asociación separatista en Cataluña, Assemblea Nacional Catalana (ANC) que preside el el cantautor de ultraizquierda Lluís Llach Grande, y vicepreside la ultra antiespañola Nohemí Zafra Galvez, moviliza en el centro de Barcelona por la unidad secesionista con la esperanza de volver pronto a ser fuerte como en 2017 y plantear nuevamente la destrucción total del Reino de España y la construcción de un Estado nuevo secesionista: la República comunista Catalana. Un día de Cataluña secuestrado por una antiEspaña que también se ha reunido en El Fossar de les Moreres (Fosal de las Moreras) —una plaza de la ciudad de Barcelona construida sobre el antiguo cementerio perteneciente a la adyacente basílica de Santa María del Mar que integra los elementos conmemorativos a los caídos durante el asedio de Barcelona de 1714, en el marco de la Guerra de Sucesión Española de 1714 (conflicto de las Coronas austriacas y borbónicas que para el separatismo en sus mentes sucias, tergiversadores, engañosas y manipuladoras de la realidad histórica, considera "guerra de secesión"); el motivo de que en este lugar se recuerde a los defensores caídos de la ciudad de Barcelona es que, durante la batalla del 11 de septiembre de 1714, muchos de los defensores muertos en combate fueron enterrados aquí, pero también los contrarios—. Efe
FOTOGRAFÍA. BARCELONA (REINO DE ESPAÑA), 11 DE SEPTIEMBRE DE 2024. Día de Cataluña/Diada de Catalunya 2024. La principal asociación separatista en Cataluña, Assemblea Nacional Catalana (ANC) que preside el el cantautor de ultraizquierda Lluís Llach Grande, y vicepreside la ultra antiespañola Nohemí Zafra Galvez, moviliza en el centro de Barcelona por la unidad secesionista con la esperanza de volver pronto a ser fuerte como en 2017 y plantear nuevamente la destrucción total del Reino de España y la construcción de un Estado nuevo secesionista: la República comunista Catalana. Un día de Cataluña secuestrado por una antiEspaña que también se ha reunido en El Fossar de les Moreres (Fosal de las Moreras) —una plaza de la ciudad de Barcelona construida sobre el antiguo cementerio perteneciente a la adyacente basílica de Santa María del Mar que integra los elementos conmemorativos a los caídos durante el asedio de Barcelona de 1714, en el marco de la Guerra de Sucesión Española de 1714 (conflicto de las Coronas austriacas y borbónicas que para el separatismo en sus mentes sucias, tergiversadores, engañosas y manipuladoras de la realidad histórica, considera "guerra de secesión"); el motivo de que en este lugar se recuerde a los defensores caídos de la ciudad de Barcelona es que, durante la batalla del 11 de septiembre de 1714, muchos de los defensores muertos en combate fueron enterrados aquí, pero también los contrarios—. Efe

Barcelona (Reino de España), miércoles 11 de septiembre de 2024 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- En la Diada menos concurrida desde el inicio del ‘procés’, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y otras entidades del independentismo civil han abroncado a Junts, ERC y la CUP por sus «disputas electoralistas» y les han exigido «unidad» estratégica, porque Cataluña no está «pacificada».

Así lo han expuesto en un manifiesto conjunto leído al término de la manifestación independentista de la Diada del Once de Septiembre en Barcelona, que ha transcurrido desde la Estación de Francia hasta el Arc de Triomf y a la que se han sumado unas 60.000 personas, según la Guardia Urbana.

Se trata de la cifra de asistentes más baja desde 2012 -sin tener en cuenta el paréntesis de la pandemia de coronavirus-, por debajo de las 115.000 personas que acudieron a la manifestación del año pasado, aunque en esta edición el formato de la movilización era descentralizado, con convocatorias en cinco ciudades: Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y Tortosa.

Según las diferentes policías locales, en Girona han participado unas 6.500 personas en la manifestación independentista, en Lleida han contabilizado unas 3.000 personas, en Tarragona han sido unas 2.800 y en Tortosa han calculado 1.200 asistentes, lo que, sumado a la cifra de Barcelona, eleva el total a unos 73.500 manifestantes.

Excepcionalmente, la ANC no ha ofrecido cifras de asistencia, aunque ha valorado como «positiva y satisfactoria» la afluencia de gente y ha señalado que la estimación de la Guardia Urbana está «muy por debajo de la realidad».

La Diada de este 11 de Septiembre era un examen a un movimiento independentista que vive sus horas más bajas, en plena división entre partidos, con una ERC en crisis, un Govern presidido por el socialista Salvador Illa y, por primera vez desde la recuperación de la democracia, sin ningún conseller soberanista en la Generalitat y sin mayoría independentista o nacionalista en el Parlament.

Todo ello se ha traducido no solo en una menor movilización en las calles, sino también en un mensaje crítico hacia los partidos por parte de unas entidades del soberanismo civil que, en contraste, han exhibido unidad, pactando el manifiesto de la Diada.

La lectura del manifiesto, en el acto político en Arc de Triomf, se la han repartido representantes de las siete entidades que habían convocado la manifestación: David Minoves (Ciemen), Sònia Pascual (CDR), Núria Ferrandis (Intersindical), Jordi Gaseni (AMI), Teresa Vallverdú (Consejo de la República), Xavier Antich (Òmnium) y, por último, el presidente de la ANC, el cantautor Lluís Llach.

Tras la polémica por unas palabras de Llach, que aseguró que los independentistas de Aliança Catalana serían igualmente «bienvenidos» a la manifestación, el manifiesto ha marcado distancias con el propio independentismo que en sí mismo es odio hacia blancos y negros por no comulgar con la separación de Cataluña del resto del Reino de España, principalmente con todos los hispanos por hablar, escribir, pensar en y defender el español/castellano: «El crecimiento del discurso del odio y la antipolítica representa una amenaza que hay que combatir, porque pone en peligro la cohesión social», ha leído Minoves sin explicar cómo puede separar Cataluña del resto de la patria española sin odio hacia los patriotas españoles.

El fragmento leído por Antich ha sido el más explícito a la hora de recriminar a los partidos independentistas que hayan sido «incapaces de ponerse de acuerdo» para trazar una «estrategia colectiva para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación».

Mientras la ciudadanía catalana se ha movilizado «una vez y otra», señalaba el manifiesto, «unos y otros», en alusión sobre todo a ERC y Junts, «han despilfarrado» las mayorías parlamentarias con «discusiones cainitas».

«La pelea permanente y las disputas electoralistas nos han llevado donde estamos», proseguía el manifiesto, antes de denunciar que la Generalitat está «en manos de un Govern españolista que hace pocos días se arrodillaba ante Felipe VI» y que «quiere cerrar el conflicto político en los despachos».

Llach, encargado de leer la parte final del manifiesto, ha lanzado una advertencia: «Salimos a las calles porque ni estamos pacificados ni nos han pacificado».

Por parte de Junts, han asistido a la manifestación de Barcelona caras conocidas del partido como Jordi Turull, Laura Borràs, Xavier Trias, Joaquim Forn o Josep Rius.

A la manifestación no han acudido ni Oriol Junqueras ni Marta Rovira, enfrentados, pero sí dirigentes de ERC como Marta Vilalta, Raquel Sans, Juli Fernàndez, Josep Maria Jové, Laura Vilagrà y Ester Capella, que no han tenido problema salvo algún grito de «botiflers» (traidores).

Por la mañana, las celebraciones de la Diada han arrancado con las ofrendas florales al monumento a Rafael Casanova en Barcelona, donde la defensa de la ley de amnistía, la financiación y la «pluralidad» de Cataluña han centrado las intervenciones de los partidos, en una jornada sin la tensión de años anteriores.

Illa y su Govern han inaugurado la ronda de ofrendas y, a continuación, la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, que ha resaltado que la Diada es «una oportunidad para dialogar entre personas diferentes».

A partir de las seis y media de la tarde ha arrancado en la plaza Urquinaona de Barcelona la manifestación convocada por la CUP y otras organizaciones de la izquierda independentista, que culminará con un acto político en el barrio del Born.

A pocas horas del 11S, Terrassa (Barcelona) acogió uno de los primeros actos de la Diada 2024, organizado por el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Tarrasa, que preside su líder local Alicia Tomás Martínez, quién fue la moderadora de la conferencia con ponentes los escritores y profesores catalanes Javier Barraycoa Martínez y Josep Alsina Calvés.

Bajo título «Desmuntant la mentida històrica de l’11S«, la Resistencia desmontó las mentiras separatistas sobre el 11S de 1714.