La monja separatista pide perdón después de decir que «Maria hacía sexo» y yo también

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Lasvocesdelpueblo y Agencias – Sor Lucía ha tenido que pedir perdón por burlarse de la santísima Virgen Maria, en su típico estilo de monja cojonera separatista catalana. «Quise manifestar -aclara la monja separatista catalana (inmigrante de origen argentino), Sor Lucía Caram- que no me escandalizaría si hubiera tenido una relación de pareja con José su esposo, y creo que todo esto entra dentro del misterio, del depósito de la fe, y también de una fe que unos viven y aceptan sencillamente y otros sin menos sencillez, con la fe, también buscamos entender». Barcelona (España), miércoles 1 de febrero de 2017. Fotografía: en la imagen, la monja separatista, Sor Lucía Caram, durante uno de sus mítines, donde aprovecha de su situación de monja para atacar hasta la unidad de España.

La monja Sor Lucía Caram, -que llama a la lucha en Cataluña contra el resto de los catalanes y resto de España- y que ha sido desautorizada por el Obispado de Vic (Barcelona) por afirmar que María no fue virgen porque «hacía sexo», ha pedido disculpas «si alguien se sintió ofendido», aunque ha dicho que se ha hecho una «lectura fragmentada, ideológica y perversa» de sus declaraciones a un programa televisivo.

En una carta que Lucía Caram ha hecho llegar a Efe, Caram muestra su preocupación por la «lectura fragmentada, ideológica y perversa que algunos martillos de herejes, sedientos de venganza y animados por el odio han hecho, llenando de calumnias, amenazas serias, incluso a mi vida, en diversos medios».

El Obispado de Vic ha desautorizado hoy a la monja por haber afirmado el pasado domingo en el programa de Cuatro «Chester in love», presentado por Risto Mejide, que «María estaba enamorada de José y que era una pareja normal, y lo normal es tener sexo».

«Creo que quedó clara mi fidelidad y amor a la Iglesia y al Evangelio», ha aclarado hoy Caram, que ha ratificado su «comunión con la Iglesia y el Pueblo de Dios, invocando la bendición de María, la madre de Jesús, mujer toda de Dios y toda de la humanidad».

La monja contemplativa dominica recuerda que en el programa de Risto Mejide pudo «manifestar la vivencia alegre del celibato, como una opción que plenifica y es fecunda, como una opción válida que permite vivir toda para Dios y toda para la humanidad, expropiada para utilidad de las personas, para el Reino querido por Jesús».

«En dicho programa -ha explicado- hablé del sexo como una bendición cuando se vive sin egoísmos y desde el respeto al otro, y manifesté mi fidelidad a la opción de vida que escogí, viviendo la virginidad como una opción que se antepuso ante las dificultades, por la fuerza de la vocación y la misión».

«Al preguntarme por la virgen María manifesté, como lo creo, que María seguramente estaba enamorada de José, y creo que ella era una mujer plena, como lo demuestra su presencia discreta pero contundente en los Evangelios», ha señalado la monja.

«Quise manifestar -aclara la monja separatista catalana (inmigrante de origen argentino), Sor Lucía Caram- que no me escandalizaría si hubiera tenido una relación de pareja con José su esposo, y creo que todo esto entra dentro del misterio, del depósito de la fe, y también de una fe que unos viven y aceptan sencillamente y otros sin menos sencillez, con la fe, también buscamos entender».

La religiosa reconoce que «esto último escandalizó a muchos, tal vez porque no hubo espacios para matizaciones, pero creo que quedó clara mi fidelidad y amor a la Iglesia, al Evangelio y al proyecto de Jesús, así como la certeza de que el sexo no es sucio ni algo condenable y que el matrimonio y el sexo son una bendición».

«Me duele -ha confesado- el sufrimiento de la gente, y sobre todo de la gente sencilla. Si alguien se sintió ofendido, pido disculpas. Y si alguien no entendió mis palabras, estoy dispuesta a dialogar. Pero que nada hiera el respeto, el amor y la comunión».

La monja resalta que le mueve «en todo el amor a los más pobres. Estoy dando lo mejor de mi vida al servicio del Evangelio y creo que este es el mensaje y lo que he querido manifestar: somos hombres y mujeres libres para amar y llamados para servir de diversos modos».

«Todos somos un misterio, y la fe también tiene los suyos. En todo caso, no quiero ni romper la comunión con nadie y menos con la Iglesia, que es mi casa, pero tampoco quiero salirme del Evangelio, que es mi norma», concluye Caram.

En declaraciones a Efe, la religiosa ha añadido que le «sabe muy mal todo lo que ha suscitado la entrevista en la gente sencilla».

«Estando cerca de los que sufren, no me gusta hacer sufrir a nadie, incluso por un tema como este. Por eso me he decidido a escribir esta nota: por fidelidad a mi conciencia a Dios y a la Iglesia, que, a pesar de sus fallos, es mi casa».