Las injerencias de Rusia en Cataluña ante Comisión de Secretos Oficiales de España

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El presidente ruso, Vladimír Putin, pronuncia un discurso durante el tradicional desfile militar en la Plaza Roja que conmemora el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, en Moscú. Archivo Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Planes y objetivo de Moscú (Rusia) ante el golpe de estado separatista en Cataluña: «Desacreditar la democracia española y fomentar la división de los ciudadanos españoles y la división entre España y sus socios de la UE y la OTAN, así como desacreditar a las instituciones europeas y el orden liberal creado y sostenido por EE.UU., eran algunos de sus principales objetivos», informa Efe. Madrid (España), jueves 16 de noviembre de 2017. Fotografía: El presidente ruso, Vladimír Putin, pronuncia un discurso durante el tradicional desfile militar en la Plaza Roja que conmemora el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, en Moscú. Archivo Efe.

Las posibles injerencias rusas en la crisis de Cataluña a través del ciberespacio han llegado hoy al Congreso, con la petición del PSOE de comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ante la comisión de secretos oficiales, y la presencia del director del Instituto Nacional de Ciberseguridad.

El Grupo Socialista ha solicitado la comparecencia de Sáenz de Santamaría para que informe de la situación y las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para combatirlas.

Según ha alertado la portavoz socialista, Margarita Robles, esas injerencias podrían haber afectado a la seguridad, no sólo de España, sino de toda la UE, ya que procederían de un país tercero como Rusia.

No obstante el PSOE da un «margen de confianza» al Gobierno porque se trata de una «cuestión de Estado» y es necesario que se despeje «cualquier duda».

Por su parte, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha señalado que no conviene dar detalles de ningún dispositivo para «no dar pistas quienes emplean las redes para cometer delitos».

Putin conmemora el Día de la Victoria, en la Plaza Roja de Moscú. Archivo Efe

Zoido en alusión a la supuesta amenaza de hackers rusos ante las elecciones autonómicas de Cataluña el próximo 21 de diciembre, ha dicho que entrar en detalles de esos trabajos habituales no conviene, porque supondría dar pistas a quienes delinquen a través de internet.

El Gobierno ruso ha rechazado las acusaciones y ha advertido que perjudican a las relaciones bilaterales entre los dos países.

«Nos gustaría que nuestros colegas españoles comiencen a responder acerca de sus palabras y presenten datos concretos» que avalen la supuesta interferencia, dijo la portavoz del Ministerio, María Zajárova, en conferencia de prensa.

Coincidiendo con la polémica, ha comparecido en el Congreso el director del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Alberto Hernández, quien ha advertido de la dificultad de averiguar el origen de las amenazas en el ciberespacio porque es un dominio que tiene un componente de «anonimato», en alusión al origen de las posibles injerencias rusas en la situación en Cataluña.

Tras reiterar que desde el Incibe «se da un papel muy técnico en el ámbito de la mejora de la seguridad de los ciudadanos y las empresas», ha señalado que «las acciones en el ciberespacio tienen la componente de dificultad de atribución muy grande que no se puede resolver únicamente desde el punto de vista técnico, que es el que ve el Incibe».

Los diputados de la Comisión Mixta de Seguridad Nacional del Congreso, donde ha comparecido Hernández, han conocido varios informes sobre ciberincidentes, la mayoría elaborados por el Real Instituto Elcano, que reafirman la posible injerencia de Rusia en el conflicto catalán a través de las redes sociales.

Estos señalan «la combinación como instrumento de la guerra de la información de Rusia en Cataluña» y subrayan que «el incremento del 2.000 por ciento de la actividad relacionada con Cataluña en Rusia durante septiembre no ha sido una sorpresa ni una anomalía, sino un intento más de influir en la situación política de otro país, sembrar confusión y proclamar el declive de la democracia liberal».

«Desacreditar la democracia española y fomentar la división de los ciudadanos españoles y la división entre España y sus socios de la UE y la OTAN, así como desacreditar a las instituciones europeas y el orden liberal creado y sostenido por EE.UU., eran algunos de sus principales objetivos».