Listas, las carteras ministeriales del nuevo Gobierno del Reino de España tras el 26J

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Esteban Tarín, el artesano que desde hace cuarenta años se encarga de fabricar las maletas ministeriales del Reino de España. Efe.

Efe – Aún no se sabe qué día será la investidura del nuevo presidente del gobierno, pero las carteras ministeriales, símbolo de responsabilidad política y poder, «ya están listas para emprender una nueva legislatura», dice Esteban Tarín, artesano que desde hace cuarenta años se encarga de fabricarlas. Madrid (España), domingo 14 de agosto de 2016. Fotografía: Esteban Tarín, el artesano que desde hace cuarenta años se encarga de fabricar las maletas ministeriales del Reino de España. Efe.

Una cartera ministerial del Gobierno español vacía pesa más de 1,5 kilogramos y está diseñada para aguantar hasta quince kilos

«La primera cartera que me encargaron fue para el presidente del gobierno Adolfo Suárez», explica a Efe Tarín, quien recuerda que era una pieza «de piel negra, con seis fuelles, asa central y en solapa grabado el cargo con pan de oro». Corrían los años 70, cuando este artesano, especializado en fabricar de carteras, carpetas de despacho y utensilios de escritorio que decoraba con una greca dorada, «recibió una llamada con el encargo», explica Tarín, propietario de una marroquinería en una céntrica calle madrileña.

Desde entonces, son muchos los presidentes de gobierno, de comunidades autónomas y ministros que recurren a este pequeño taller familiar, en el que hoy convive la segunda y tercera generación. Prudente y discreto, Tarín desgrana detalles y anécdotas, pero sin dar nombres, «es secreto profesional», advierte Tarín, quien reconoce que ha tenido que personalizar muchas carteras, «me han pedido diferentes tonos, más pequeñas o más grandes».

Y es que una cartera ministerial vacía pesa más de 1,5 kilogramos y está diseñada para aguantar hasta quince kilos. Tiene una medidas estándar, «pero algunos ministros solicitan más espacio, aunque siempre les digo que la cartera debe ir acorde con la estatura y el peso de la persona», explica.

«Con la llegada de la nueva tecnología algunos ministros me ha pedido que cerrara uno de los fuelles con cremallera para guardar el Ipad o el ordenador portátil»

Su exterior está realizado en piel de vaca y el interior en pecarí, además cuenta con dos herrajes dorados en las cerraduras y dos patitas en el parte inferior para evitar desperfectos cuando se apoya en el suelo. «En la parte posterior, tiene una bolsillo con cremallera, que los ministros suelen utilizar para meter los billetes de avión y la documentación que se necesita tener a mano, sin necesidad que abrir y desplegar los fuelles», apunta.

Aunque a lo largo de cuarenta años, el patrón de la cartera ministerial apenas ha cambiado, «solo hemos introducido una serie de bolsillos para meter tarjetas, una llave de memoria USB y un par de bolígrafos», cuenta. Es un modelo práctico con separadores en el interior, «pero con la llegada de la nueva tecnología algunos ministros me ha pedido que cerrara uno de los fuelles con cremallera para guardar el Ipad o el ordenador portátil». El negro es el color oficial, «pero también las he realizado en burdeos, marrón chocolate y tonos tostados», colores que restan seriedad y coordinan mejor con el vestuario de las ministras.

Estas carteras, realizadas a mano, «está preparadas para aguantar los cuatro años de legislatura, incluso más», explica Tarín, quien tarda entre seis y siete días en fabricar una pieza desde que corta la piel hasta que pone los herrajes. «Algunas carteras llevan mucho trote y se desgastan», dice el artesano, quien asegura que «hay políticos ahorradores que en lugar de solicitar una nueva, me la traen para que la repare».

Cuando el ministro deja el cargo, suele acudir al taller para que restauren la cartera y le grabe la fecha de entrada y salida del ministerio, «les gusta guardarla de recuerdo, además de ser una herramienta de trabajo, es un símbolo», dice.  Se siente orgulloso de fabricar las carteras ministeriales, pero es más feliz haciendo los portafolios que le encarga la Casa del Rey para el Premio Cervantes, «suele ser una pieza sencilla, pero admite mayor creatividad».

A lo largo de estas cuatro décadas, alguna vez le han llamado por la noche para que tuviera lista una cartera a primera hora de la mañana, «ha habido cambios de ministerio de un día para otro, siempre tengo el teléfono disponible», recuerda.  Pero como nunca sabe cuándo se van a producir un cambio ministerial, Tarín siempre suelen tener carteras terminadas en su taller, a las que solo les falta grabar el cargo, «las del nuevo ejecutivo ya están listas», dice el artesano que ahora vive pendiente de la próxima llamada del gobierno para enviar las nuevas carteras.