Los comunistas recuerdan «el 1936» y anuncian su vuelta al Poder para «frenar a VOX»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 28.0.2019. SEDE DE LA COMUNISTA IZQUIERDA UNIDA (IU). El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, ha señalado este martes sobre las negociaciones que se abrirán entre PSOE y Unidas Podemos para formar gobierno, que desde IU consideran que lo importante es el acuerdo programático que lleve a revertir los recortes sociales. Efe

Redacción – Destaca la clara diferencia entre los comunistas (Izquierda Unida) de Alberto Garzón y los chavistas agitadores universitarios de la extrema izquierda (Podemos) de Pablo Iglesias. En su carta de fin de año 2019, los comunistas rechazan el separatismo en Cataluña aunque entiendan que la lucha contra el separatismo en Cataluña sea «quizá» a través de las «negociaciones (diálogo)». Y es que consideran que en Cataluña los separatistas usan la extrema violencia, una escalada de violencia que los comunistas usan el eufemismo «escalada del conflicto» para señalar esa violencia separatista por miedo a sus socios de la coalición (PSOE), aún en plena negociación con los separatistas de ERC: «Quizás sólo con un gobierno que se abra al diálogo pueda frenarse la escalada del conflicto que buscan los nacionalistas intransigentes de toda bandera«, se refieren a los separatistas de Izquierda: ERC y CUP y a los de Derecha: JxCat-PDECAT y Demócratas de Cataluña. Se trata de una idea de España muy diferente de la que tenga Podemos de Pablo Iglesias, claro aliado de los separatista y proetarras en la destrucción de España. Para los comunistas, el enemigo a destruir es VOX, que preside Santiago Abascal Conde, que tacha de «las extremas derechas» y consideran que la «última oportunidad» que tengan PSOE, Podemos, Comunistas (Izquierda Unida), proetarras EH Bildu y los separatismos PNV, ERC, CUP, JxCAT para «frenar» la llegada de VOX al poder en España es «formar un gobierno de coalición» y así evitar que «las cosas no empeoren de manera irreversible» con un Gobierno de VOX: «Quizás sólo con un gobierno que blinde los servicios públicos podamos revertir el crecimiento de las extremas derechas y mejorar la vida de las familias trabajadoras». Así firma el líder comunista Alberto Garzón en una carta a la poca militancia que queda del comunismo en España, insistiendo en que «quizás sólo a través de esta fórmula sea posible cerrar el paso a la salida de la crisis de régimen por la derecha» —afirma Garzón y reitera que— «No se trata solo de su significado como fenómeno histórico, en tanto que desde las elecciones de 1936 no se forma un gobierno de coalición con presencia de partidos a la izquierda de la socialdemocracia (PSOE), sino sobre todo porque estamos ante un conjunto de oportunidades que no debe despreciarse a la ligera» —por lo que los comunista dejan claro que forma ahora una coalición con el PSOE y Podemos— es «alguna poca oportunidad que necesitamos explotar», han dicho este martes 31 de diciembre de 2019. Madrid (España), miércoles 1 de enero de 2020. 

LA CARTA DEL COMUNISMO

«Carta de fin de año 2019 de Alberto Garzón a la militancia de Izquierda Unida

Querida compañera, querido compañero,

Hace cinco años recuperé una metáfora del filósofo de la ciencia Otto Neurath para describir la situación por la que atravesaba entonces Izquierda Unida. En aquel momento, la política española se había acelerado y la crisis de régimen se manifestaba parlamentariamente con la desaparición de algunos partidos políticos y la irrupción de otros nuevos.

A la militancia de IU nos correspondía entonces renovar nuestra organización para que sobreviviera a ese tiempo tan convulso, y además teníamos que hacerlo sin dejar también de acelerar.

Era tanto como reparar nuestro barco directamente en alta mar, sin la posibilidad de contar con los recursos y la tranquilidad que se derivan de una reparación en tierra firme y teniendo que sortear olas gigantes con capacidad para hundirnos. Cinco años después, a punto de comenzar el año 2020, seguimos a flote y recuperados plenamente.

No obstante, lejos de ser un tiempo de estabilidad política, este 2019 ha expresado agudamente muchas de las contradicciones del sistema. La crisis política ha empeorado y de ello es manifestación las dos convocatorias extraordinarias de elecciones generales, en abril y noviembre.

Tal es la situación que… ¡aun seguimos con los Presupuestos del PP! Junto con el resto de elecciones, las escisiones, el conflicto territorial y el ascenso del discurso de las extremas derechas, el año 2019 describe una crisis de régimen que está lejos de cerrarse.

Ciertamente, los retos para los próximos años no son menores. A la crisis climática, que amenaza con destruir de forma irreversible las bases naturales de nuestras sociedades, y a la persistencia del patriarcado criminal, justamente contestado desde el feminismo, debemos sumar el peligroso ascenso de los movimientos derechistas en todo el mundo.

Sólo en Europa, la extrema derecha ya gobierna en Hungría y Austria, mientras que también encabeza las encuestas en Francia, Italia, Finlandia y Suecia. Estos indicadores alertan de que sectores sociales cada vez más numerosos se ven atraídos por soluciones reaccionarias y autoritarias, cuando no directamente neofascistas. Un panorama sombrío que debemos ser capaces de cambiar.

Afortunadamente, cinco años después de aquella descripción con la que comenzaba esta carta, podemos decir que como organización hemos superado los obstáculos que se nos han presentado.

No era fácil, y probablemente no todos contaban con este resultado, pero la militancia de Izquierda Unida hemos demostrado en este tiempo una gran capacidad combinada de resistencia y resiliencia. Hace aún algunos meses había quien nos creía muertos y, sin embargo, en el último órgano convocado nuestro debate ha versado sobre la idoneidad de entrar en el Gobierno de España. Un contraste de notable importancia.

Es más, una abrumadora mayoría de militantes de Izquierda Unida ha apoyado entrar a gobernar, en lo que creo que es una clara demostración de responsabilidad. No se trata solo de su significado como fenómeno histórico, en tanto que desde las elecciones de 1936 no se forma un gobierno de coalición con presencia de partidos a la izquierda de la socialdemocracia, sino sobre todo porque estamos ante un conjunto de oportunidades que no debe despreciarse a la ligera.

Quizás, de hecho, estemos ante la última oportunidad para que las cosas no empeoren de manera irreversible. Quizás sólo a través de esta fórmula sea posible cerrar el paso a la salida de la crisis de régimen por la derecha. Quizás sólo con un gobierno que se abra al diálogo pueda frenarse la escalada del conflicto que buscan los nacionalistas intransigentes de toda bandera. Quizás sólo con un gobierno que blinde los servicios públicos podamos revertir el crecimiento de las extremas derechas y mejorar la vida de las familias trabajadoras. Se trata de algunas pocas oportunidades que necesitamos explotar.