Lasvocesdelpueblo y Agencias – Tras los dos primeros debates de investidura fallidos, ERC y JxCat disponen de dos meses de margen para alcanzar un acuerdo que permita investir a Pere Aragonès antes del 26 de mayo y evitar así la convocatoria automática de elecciones -que serían en julio- si no son capaces de entenderse. Madrid (España), miércoles 31 de marzo de 2021.
La presidente del Parlamento de Cstaluña, Laura Borràs, tiene previsto abrir una nueva ronda de consultas después de Semana Santa con los líderes parlamentarios para proponer un nuevo candidato a president, que puede ser de nuevo Aragonès -si ERC y JxCat llegan a un acuerdo- o el socialista Salvador Illa si se postula, aunque el veto de las fuerzas independentistas haría inviable su investidura.
Estos son los principales escollos que separan a ERC y JxCat de un acuerdo que, según fuentes de la negociación consultadas por Efe, debería llegar antes de Sant Jordi, sin agotar los dos meses:
¿QUIÉN DEBE PILOTAR EL PROCÉS?
El acuerdo entre ERC y la CUP hizo saltar las alarmas en JxCat, al proponer la creación de una «mesa de dirección estratégica» del independentismo inspirada en el llamado «Estado Mayor» del procés, liderado en 2017 por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y que preparó en la sombra el referéndum unilateral del 1-O.
Este nuevo «espacio de debate estratégico» ideado por ERC y la CUP colisiona con los intereses de Puigdemont, que encabeza desde Bélgica el Consejo por la República, un espacio parainstitucional que JxCat quiere sirva para marcar el rumbo del procés.
En los últimos días se han acercado posiciones: el Consejo por la República ha tendido la mano a ERC para negociar su «reformulación» y ha sugerido integrar la nueva «dirección colegiada» del independentismo dentro de su propia estructura.
Ayer martes, Aragonès quiso marcar territorio ante Puigdemont y dijo que, si es investido president, no aceptará «tutelas», porque su responsabilidad será «indelegable e insustituible».
¿ESTRATEGIA UNITARIA EN MADRID?
JxCat exige a ERC «unidad de acción» en Madrid, para que no se repitan disparidades de voto en cuestiones fundamentales como los Presupuestos Generales del Estado y otras votaciones clave, pero los republicanos reivindican su fuerza autónoma: sus 13 escaños en el Congreso superan los 10 de Junts y CUP (8 + 2).
La mesa de negociación con el Estado, que ERC quiere reactivar y que la CUP acepta hasta evaluar sus resultados en 2023, es también asumida por JxCat, que la ve con escepticismo y reclama fijar ya un rumbo sobre cómo continuar el procés si, como es previsible, el Gobierno de Pedro Sánchez descarta negociar un referéndum.
Más allá del «embate democrático» con el Estado que plantean ERC y la CUP, JxCat quiere concreciones sobre cómo hacer valer que, en las elecciones del 14F, más del 50% de los votos fueron a parar a candidaturas independentistas.
¿CÓMO BLINDAR EL PARLAMENT ANTE LOS TRIBUNALES?
Otra de las cuestiones pendientes es concretar de qué manera la mayoría independentista en la Mesa del Parlament plantará cara a las decisiones de los tribunales que a su juicio socaven la soberanía de la cámara catalana.
La presidente del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, ya ha advertido que no tolerará «injerencias» del Estado y ha propuesto una reforma del reglamento de la cámara para evitar que diputados sin sentencia firme sean obligados a dejar su escaño, como le ocurrió al expresident Quim Torra a principios de 2020.
¿QUIÉN GESTIONA LOS FONDOS EUROPEOS?
Uno de los aspectos más apetecibles de esta legislatura serán los fondos europeos para la recuperación económica tras la crisis de la covid, cuya gestión JxCat prevé que quede en manos del departamento de Economía -para el que se perfila Elsa Artadi-, aunque Aragonès no quiere renunciar a jugar un papel y por ello propone un comisionado que dependería de Presidencia.
ERC y JxCat, además, deben aún acordar el reparto de carteras del ejecutivo -Educación, por ejemplo, pasará previsiblemente a manos de Junts, mientras que los republicanos reclaman una conselleria de Igualdad y Feminismos- y acordar el plan de gobierno.
¿SE DESCOLGARÁ LA CUP?
En los dos primeros debates de investidura, los 9 diputados de la CUP han prestado sus votos -insuficientes- a Aragonès, en correspondencia con el acuerdo que alcanzó con ERC, que incluye diversos puntos programáticos que no gustan nada a JxCat.
Uno de los riesgos que corre ahora ERC es que lo que acuerde con JxCat -que ya ha advertido que no suscribe el «proyecto de país» pactado por las otras dos fuerzas independentistas- disguste a la CUP hasta tal punto que reconsidere su voto a favor de Aragonès.
En ese caso, su investidura sería igualmente posible -en segunda votación, por mayoría simple- si recibiese el ‘sí’ de ERC y JxCat y la abstención de la CUP.
