Los Mozos espiaron a Policías y Guardias Civiles el 1-O y chivatearon sus movimientos

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CATALUÑA (ESPAÑA), 01.10.2017. La Guardia Civil concluye que la actuación de los Mossos d'Esquadra el 1-O estuvo encaminada a cumplir la promesa del entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, de que la policía catalana garantizaría que se pudiera votar "con libertad y seguridad" en el referéndum ilegal. Archivo Efe

Efe – Informe: El plan diseñado por la cúpula de los Mossos no pretendía impedir el referéndum sino mantener un «control total» de las actividades y movimientos de la Policía y la Guardia Civil, que se desplegaron para evitar la votación. Según el informe, el control que la jefatura de los Mossos pretendía tener sobre la actividad de la Policía y la Guardia Civil el 1-O alcanzó «tal extremo» que se dedicaron patrullas que prestaban servicio en vehículos camuflados «a realizar seguimientos a convoyes policiales» de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, «teniendo especial interés en detectar dotaciones de paisano». Madrid (España), martes 6 de marzo de 2018. Fotografía: CATALUÑA (ESPAÑA), 01.10.2017. La Guardia Civil concluye que la actuación de los Mossos d’Esquadra el 1-O estuvo encaminada a cumplir la promesa del entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, de que la policía catalana garantizaría que se pudiera votar «con libertad y seguridad» en el referéndum ilegal. Archivo Efe

La Guardia Civil concluye que la actuación de los Mossos d’Esquadra el 1-O estuvo encaminada a cumplir la promesa del entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, de que la policía catalana garantizaría que se pudiera votar «con libertad y seguridad» en el referéndum ilegal.

Así lo sostiene la Guardia Civil en un informe, al que ha tenido acceso Efe, remitido al magistrado del Supremo Pablo Llarena, que mantiene encarcelado a Forn por rebelión en la causa abierta al Govern por proceso unilateral a la independencia.

El escrito, que la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha enviado a Llarena, insiste en que la actuación de los Mossos en los puntos de votación el 1-O fue de «total pasividad» y que además se detectó «cierta connivencia» entre algunos responsables de los colegios electorales y los agentes de la policía catalana.

Según el instituto armado, el plan diseñado por la cúpula de los Mossos no pretendía impedir el referéndum, como había ordenado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), sino mantener un «control total» de las actividades y movimientos de la Policía y la Guardia Civil, que se desplegaron para evitar la votación.

La cúpula de los Mossos también se fijó como objetivo que «en ningún momento» se pudieran captar imágenes de agentes de la policía catalana durante las intervenciones policiales llevadas a cabo por Policía Nacional y Guardia Civil, así como evitar el «contacto físico» con las personas que estaban en los puntos de votación, según el informe.

De hecho, la Guardia Civil considera, a partir del análisis del volcado de comunicaciones entre los agentes y la central de mando, que los decomisos de material electoral y el cierre y precinto de los colegios el 1-O efectuados por los Mossos d’Esquadra en ningún caso se debió a una actuación «coercitiva», sino que se produjo por entregas voluntarias al finalizar la votación y el recuento.

«El cuerpo de Mossos d’Esquadra, con su actuación el 1 de octubre, cumplió con lo expresado públicamente en su día por el máximo responsable político en materia de seguridad del gobierno autónomo catalán, el consejero de Interior Joaquim Forn, cuando anunció que los Mossos garantizarían que los ciudadanos pudieran votar el día 1 de octubre con libertad y seguridad», remarca.

Recién nombrado conseller de Interior, Forn garantizó el 19 de julio, tras la primera reunión que mantuvo con la cúpula de los Mossos d’Esquadra, que la policía autonómica cumpliría y haría cumplir la ley y agregó que, de cara al 1-O, permitirían que se votara «con libertad y seguridad».

Según el informe, el control que la jefatura de los Mossos pretendía tener sobre la actividad de la Policía y la Guardia Civil el 1-O alcanzó «tal extremo» que se dedicaron patrullas que prestaban servicio en vehículos camuflados «a realizar seguimientos a convoyes policiales» de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, «teniendo especial interés en detectar dotaciones de paisano».

De esta forma, según el instituto armado, se llegaron a comunicar «en abierto en las transmisiones de radio» la marca, modelo, color y matrícula de vehículos camuflados que sospechaban que pertenecían a Policía Nacional y la Guardia Civil «para que todos los indicativos de la zona estuvieran pendientes de los mismos», hasta el punto de que algún jefe de servicio llegó a ordenar que se les tomaran fotografías.

El informe de la Guardia Civil recalca que se han registrado comunicados de patrullas de mossos que informaban como ciertas personas en momentos puntuales «avisaban a los concentrados en los puntos de votación de la inminente llegada» de la Guardia Civil o la Policía Nacional para que formasen cordones humanos.

Del análisis de las comunicaciones internas, el informe también aprecia una «cierta connivencia» entre responsables de puntos de votación con los mossos, ya que resulta «significativo» que las personas que estaban protagonizando «un acto ilícito» llegaran a informar a la policía catalana, que tenía la orden de impedirlo, qué estrategia iban a seguir frente a la actuación de la Policía y la Guardia Civil.

«Queda claro del análisis de las comunicaciones que ni para los organizadores del referéndum ni para las personas que se encontraban ocupando los puntos de votación para impedir una posible actuación policial, suponía preocupación alguna la presencia de Mossos en dichos lugares. Tenían muy claro que estos no iban a actuar contra ellos y que su actitud iba a ser de total pasividad», subraya.

Según el informe, la «pasividad» y «falta de celo profesional» por parte de los Mossos d’Esquadra el 1-O también se observa en los mensajes que se transmitieron a través de la plataforma Escoles Obertes -que sumó más de 40.000 voluntarios para mantener abiertos los puntos de votación-, vinculada a Òmnium Cultural, en los que desde primera hora de la mañana se trasmitió que la policía catalana no impediría la votación.

Para la Guardia Civil, el papel de Escoles Obertes fue «fundamental» en la estrategia seguida por los responsables del «procés», ya que fue la plataforma que utilizaron para hacer los llamamientos a la sociedad «tendentes a ocupar los puntos de votación» desde el viernes anterior al 1-O, con el objetivo de que no pudieran ser cerrados ni precintados.