Los países árabes muy divididos sobre las criptomonedas

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 23.08.2022. Detalle de varios símbolo "B" de Bitcoin de las criptomonedas. Efe

Efe.- Madrid (España), martes 23 de agosto de 2022. Muchos países se encuentran aún divididos sobre la cuestión de la utilidad y legitimidad de las criptomonedas. Algunos han adoptado con entusiasmo las divisas digitales y la inversión en línea; otros caminan con cautela convencidos de que todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre si este nuevo tipo de divisa resultará útil y estable; y otros prohíben por completo las criptomonedas por miedo a que la divisa socave la estabilidad de las reservas fiduciarias locales.

Los países árabes no son una excepción en esta división, ya que han mostrado una actitud que se opone totalmente a los tokens digitales. Incluso los que comparten fronteras adoptan posturas diferentes sobre los beneficios de las criptomonedas.

Aunque los Emiratos Árabes Unidos y Baréin compiten por conquistar el título honorífico que los identifique como «crypto hub», Kuwait y Qatar prohíben los servicios de criptoactivos en sus territorios.

Alertados por el peligroso «cripto-entusiasmo» vivido en El Salvador, que podría incumplir con el pago de una deuda de 800 millones de dólares programada para 2023, Kuwait y Qatar han decidido garantizar la seguridad de sus sectores bancarios precisamente con la prohibición del uso del dinero virtual.

La Autoridad Reguladora del Centro Financiero de Qatar (QFCRA) incluso amenazó con imponer sanciones a los individuos y empresas que ofrezcan servicios basados en este tipo de activos.

En su intento por eclipsar a los demás países en todos los aspectos, Emiratos Árabes Unidos desea ser reconocido como el centro de criptodivisas, y no únicamente en el mundo árabe, sino también a nivel global.

El país sintió gran alegría cuando el pasado mes de diciembre, una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas decidió crear un consejo consultivo en Dubái.

La presencia de Binance en el país podría representar otra ventaja más y, por lo tanto, asegurar que los Emiratos se posiciones como «crypto hub» mundial.

Después de que FTX, otra de las grandes plataformas de intercambio valorada en 32 mil millones de dólares, estableciera una sede en Dubái, la hegemonía del país como foco de atención de criptomonedas se ha vuelto casi indiscutible.

No es de extrañar que Changpeng Zhao, uno de los fundadores y CEO de Binance, haya fijado su residencia en Dubái y haya ordenado contratar personal para cubrir más de 100 puestos en la zona del Golfo. Dubái y Abu Dhabi han respondido a la presencia de Binance y FTX concediendo licencias y aprobando nuevas leyes para que estas plataformas puedan operar libremente.

Empresas y, en especial, personas adineradas fortalecen la reputación de Emiratos Árabes Unidos como «crypto hub».

El total de los patrimonios privados del país aumentó en 46.000 millones de dólares entre 2019 y 2021, principalmente porque 5.600 millonarios escogieron a Dubái para establecer su residencia; tendencia que se ha visto amplificada con la llegada de oligarcas rusos.

La mayoría de estos millonarios poseen o invierten en criptomonedas, lo que, en consecuencia, ayuda a mantener la reputación de Dubái como el principal centro de monedas digitales.

Para satisfacer el amor  por las criptomonedas de estos millonarios, numerosos comercios locales han empezado a aceptar pagos en dinero vitual.

Así, Day to Day Hypermarket, la famosa tienda de descuento de Emiratos Árabes Unidos, anunció recientemente que permitirá a sus clientes pagar en criptomonedas tanto en sus sucursales físicas como en la tienda online.

Se aceptan casi todas las divisas digitales. YallaMarket, un servicio de entrega de comestibles a domicilio del país, invita a efectuar las compras mediante monedas digitales, e incluso juega con la idea de pagar salarios a sus empleados en criptomonedas.

Aunque Baréin no puede presumir como Emiratos Árabes de una gran afluencia de millonarios y fondos, su reclamo como «crypto hub» en el mundo árabe no es menor.

Baréin cuenta con regulaciones bancarias para este tipo de activos, lo que atrae a empresas que saben que sus transacciones con cripto divisas siempre contarán con la autorización del Banco Central de Baréin (CBB).

La entidad se ha convertido en el primer banco de Oriente Medio y África en conceder una licencia a Binance y, al hacerlo, ha dado luz verde a la compañía para que ofrezca servicios de negociación y gestión de cartera de criptomonedas a los clientes de este país.

Entre los defensores de las criptomonedas como Emiratos Árabes y Baréin, y los detractores de estas divisas como Kuwait, Qatar e Irak, se encuentran otros países árabes cuya postura frente a estos tokens digitales parece ser ambivalente.

Marruecos es un ejemplo de este caso. El país ha prohibido las transacciones con criptomonedas desde finales de 2017. El principal argumento de esta prohibición se basa en que las monedas digitales podrían comprometer a la moneda fiduciaria local.

Como el gobierno marroquí no puede controlar el espacio de acción de las criptomonedas, ha centrado sus esfuerzos en controlar lo que las personas utilizan como medio de intercambio, prohibiendo el dinero virtual.

Otro problema que justifica la represión de las criptomonedas en Marruecos son las remesas. Las autoridades temen que si permiten el uso de las criptomonedas, las remesas fluyan a través de activos digitales y, como resultado, se reduzca la reserva de divisas del país.

Sin embargo, en la práctica, no existe una manera factible de detener el uso de criptomonedas por parte de los individuos tanto en Marruecos como en otros países. Mientras que los marroquíes tengan acceso a internet y a teléfonos inteligentes, la prohibición del uso de criptomonedas seguirá siendo ineficaz.

Debido a que las «blockchains» o cadenas de bloques de las criptomonedas no exigen que los usuarios se identifiquen, cualquier persona puede participar en la red de criptomonedas.

La participación en esta red es algo que los marroquíes hacen y pueden hacer. A pesar de la prohibición del gobierno sobre las criptomonedas, se estima que en 2021, alrededor de 0.9 millones de personas, el 2.4% de la población total de Marruecos, poseía criptomonedas.

Durante el mismo año, el país registró un volumen de negociación de Bitcoin de 6 millones de dólares, el más alto del Norte de África, lo que anuló la prohibición del gobierno de negociar con estas monedas digitales.

Dado que las criptomonedas son activos muy volátiles y su precio puede cambiar considerablemente, muchos países no se han formado una opinión definitiva sobre su valor y sostenibilidad.

Podríamos esperar, por lo tanto, que los países árabes se reagrupen, algunos de ellos se trasladen al grupo de los que apoyan las criptomonedas, otros se unan a los escépticos y los restantes, se muevan entre estas dos posiciones.

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