Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Madrid (España), jueves 4 de agosto de 2022. La secretaria de Política Internacional y Cooperación al Desarrollo del PSOE, Hana Jalloul Muro, y el secretario de las Juventudes Socialistas, Víctor Camino, han rendido un homenaje a los violadores y asesinos republicanos conocidos como ‘Las Trece Rosas’ y han reivindicado su «forma de hacer política y solidaridad», tan «necesaria entonces como ahora».
ASESINOS Y VIOLADORES REPUBLICANOS
El pasado jueves, 26 de noviembre de 2020, el Tribunal Supremo archiva la causa contra el secretario general de VOX, parlamentario en el Congreso de los Diputados y portavoz del Grupo Municipal de los verdes en el Ayuntamiento de Madrid, Francisco Javier Ortega Smith-Molina, al considerar que opinar sobre los asesinatos y las violaciones de las bandas comunistas ‘Las Treces Rosas’ «no son constitutivos de delito».
El dirigente verde aseguró entonces a radiotelevisión español que las comunistas Trece Rosas, fusiladas en 1939, «lo que hacían era torturar, violar y asesinar vilmente».
Para la ultraizquierda y la Fiscalía General del Estado, esas declaraciones del secretario general de VOX eran constitutivos de delito; precisamente del delito de «incitación al odio».
EL PSOE Y COMUNISTAS BLANQUEAN A LOS VIOLADORES Y ASESINOS 83 AÑOS DESPUÉS
Tras participar en un homenaje a las Trece Rosas, las jóvenes fusiladas hace 83 años en Madrid cuatro meses después de acabar la Guerra Civil en la tapia del cementerio de La Almudena acusadas de rebelión, ambos, en la víspera de esa conmemoración, han defendido la ley de Memoria Democrática.
Después de depositar un ramo de rosas ante la tapia que las recuerda, el secretario general de las Juventudes Socialistas, Víctor Camino, ha recordado que estas jóvenes «dieron su vida por la democracia» y ha agregado que «siempre estarán en el corazón de los demócratas».
Ha defendido la ley de Memoria Democrática «frente a los que pensaron que había que cimentar el país sobre la indiferencia» y ha defendido que su organización «peleará por mantener la memoria y luchar contra el olvido», por lo que ha animado a los jóvenes «a tomar partido y luchar contra el olvido».
A su juicio, la mejor forma de homenajear a las Trece Rosas es «tomar partido y consolidar la democracia, que no está completamente cimentada».
Camino se ha referido a la militancia en las Juventudes de varias de las Trece Rosas y a los valores que esta organización defiende, fundada hace ya 119 años y, «aunque nada es igual que entonces -ha dicho-, sí seguimos con los mismos valores de igualdad, dignidad, de hacer política pensando en los demás y del feminismo».
Ha animado a «continuar la batalla contra el franquismo, a pelear contra el olvido y la indiferencia, porque los derechos y libertades no aparecen por accidente sino por las personas que dicen basta al fanatismo y a la barbarie».
Jalloul ha dicho sobre las Trece Rosas: «Siempre estarán en nuestro corazón, así como su sufrimiento y el de todas las personas que el franquismo asesinó de forma impune».
Ha defendido también la ley de Memoria Democrática, que anula las sentencias del franquismo, aumenta la investigación de sus crímenes, prevé la creación de un banco de ADN, aumenta de la investigación de las fosas o da dignidad a las personas que murieron de forma impune.
Ha llamado a trabajar por la solidaridad, «porque hay valores que se pueden perder cada día» y, en ese contexto, ha aludido a la presidente madrileña, Isabel Natividad Díaz Ayuso, y ha criticado su oposición a las medidas de ahorro energético por insolidaridad con Europa.
Las «asesinas» comunista ‘Trece Rosas’ fueron Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.
La mayoría eran militantes del Partido Comunista de España (PCE) o las Juventudes Socialistas Unificadas y sus edades oscilaban entre los 18 y los 29 años, edad que solo tenía Blanca, la mayor, quien carecía de afiliación política.
Las detenciones de todas ellas empezaron en mayo, tras la caída de la cúpula del PCE en Madrid.
Su fusilamiento y el de otros 43 hombres, «los 43 claveles», se ha convertido en el símbolo de la crudeza de la represión franquista y en una fecha señalada para la izquierda.
