Manifiesto integro de la candidatura Podemos, ICV, IU: «Cataluña Sí Que Se Puede» «Catalunya Sí Que Es Pot»

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Manifiesto integro [pdf] de la candidatura de Podemos, ICV e IU, página web del manifiesto,: «Cataluña Sí Que Se Puede» «Catalunya Sí Que Es Pot» con el título: «Declaración para el cambio social y político en Cataluña». La candidatura acordada entre las formaciones de pablos Iglesias, Podemos, y la formación que lidera Joan Herrera y Dolors Comats, ICV: «Cataluña Sí Que Se Puede» en catalán «Catalunya Sí Que Es Pot» ya es una realidad, se ha presentado este domingo en Barcelona. Una candidatura de confluencia de izquierdas para el 27-S, que integra Iniciativa, Podemos y Izquierda Unida de Cataluña. La formación se presenta como una candidatura plural «que lo quiere cambiar todo de raíz» y como la alternativa «al modelo de Artur Mas». Aunque todavía no ha acordado sobre quien será el cabeza de lista, ‘Cataluña Sí Que Se Puede’ ha dejado todo bien claro en un manifiesto fundacional abierto a la ciudadanía catalana. Sobre el 27-S, ‘Cataluña Sí Se Puede’ considera tramposa la hoja de ruta de la candidatura de Artur Mas, Oriol Junqueras, CD, MES y colectivos separatistas excluyentes, ANC, Ómnium Cultural y AMI. «Este proyecto que comienza hoy» es solo el «inicio» del cambio, dijo Comats. «Cuando llegamos» al Gobierno autonómico de Cataluña «cambiaremos todo desde la raíz», insistió Comats. Las reproducimos íntegro el manifiesto [pdf]más abajo.

Dolors Comats: La candidatura separatista de Artur Mas, Oriol Junqueras y colectivos separatistas catalanes «Eso es el modelo de la continuidad, es lo que ya sabemos: quien maneja la camufla y la disfraza… que tiene Artur Mas como proyecto político», ha advertido Comats. «Y delante, atrás, y confrontando», eso el proyecto de Artur Mas, dijo Comats. «Las elecciones» autonómicas «del 27 de septiembre no son unas elecciones de Sí y NO» a la separación de Cataluña con el resto de España, dijo Comats, «no son unas elecciones plebiscitario tal como nosotros queremos» con nuestra candidatura Cataluña Sí Que Se Puede, unas «elecciones Constituyentes donde se decida todo», subrayó Comats. «Por eso», ha añadido, la candidatura ‘Cataluña Sí Que Se Puede’ reclama «el rescate democrático, social…».

«Estamos cansado de explicar la situación de emergencia social desde el punto de vista de la corrupción» que vive Cataluña, ha dicho la portavoz del grupo parlamentario de ICV, Dolors Comats al inicio de su discurso. Por lo que Comats ha defendido que una de las «soluciones excepcionales» ha sido la creación de la candidatura ‘Cataluña Sí Que Se Puede», también, en condiciones «excepcionales», ha destacado Comats.

«Sí Que Se Puede» resolver los problemas de los catalanes con otras políticas «con maneras diferentes», subrayó. «Claro que hay que dar una respuesta alternativa al referéndum, no lo entendemos en otras palabras que dar voz a la gente en el conflicto político que vive» cataluña. Comats ha insistido sobre el «rescate social» de los ciudadanos catalanes y no de la oligarquía corrupta catalana.

Durante el acto al que han asistido los líderes de estas formaciones en Cataluña y sus candidatos a encabezar la lista: Joan Coscubiela por ICV, Albano Dante Fachin por Podemos y Joan Josep Nuet por Izquierda Unida de Cataluña, la secretario general de Podemos en Cataluña, Gemma Ubasart, ha asegurado que la candidatura apuesta por el derecho a decidir de todos los ciudadanos. Y ha puesto de ejemplo Podemos: «Podemos es el único partido político de base estatal con capacidad para llegar al gobierno de España que actualmente defiende el derecho a decidir sin excepción» de todos los ciudadanos españoles en todo el territorio nacional.

«Declaración para el cambio social y político en Cataluña Cataluña Sí Que Se Puede - Catalunya Si Es Pot

La ilusión y la esperanza de cambio está llegando a Cataluña; la ilusión y la esperanza de dar respuesta a la emergencia social y nacional que vivimos, y cambiar de raíz el modelo social y económico que nos ha llevado hasta aquí; la ilusión y la esperanza para construir una Cataluña mejor, un país con justicia social, ecológico, con instituciones transparentes y radicalmente democráticas, con igualdad entre las personas y con libertad para decidir su relación con el mundo; la ilusión y la esperanza para devolver el protagonismo a la ciudadanía, a todos los hombres y todas las mujeres que vivimos en Cataluña.

Vivimos tiempos duros, marcados por unas desigualdades crecientes entre una minoría privilegiada, que ha aprovechado la crisis para enriquecerse, y una enorme mayoría de personas que ven como su vida es cada vez más precaria y su voz más ignorada. Esta realidad no es casual: es el resultado de las políticas llevadas a cabo por los respectivos gobiernos de Cataluña y de España -todo ello, mientras descubríamos su responsabilidad directa en un gran número de casos de corrupción-. Por si fuera poco, el Estado ha querido ahogar las legítimas aspiraciones democráticas de Cataluña atacando nuestro autogobierno, nuestra cultura, nuestra lengua.

Pero la ciudadanía no se ha quedado de brazos cruzados; no se ha resignado. Muchas personas se han movilizado en los últimos años en defensa de los derechos sociales y los derechos nacionales. Se han movilizado en la calle (en manifestaciones, en huelgas, impulsando iniciativas legislativas populares…), en defensa de lo que es y debe ser de todos y todas, en la vindicación del bien Común (los servicios públicos, del derecho a la vivienda, a un trabajo digno, a un entorno natural habitable…); y también se han movilizado ante las instituciones. Las últimas elecciones municipales del 24 de mayo han demostrado que el clamor por una alternativa es mayoritario, y que ganar para cambiar las cosas es posible. Las cosas ya están cambiando. Sí se puede; bien al revés de lo que nos han querido hacer creer, sí se puede ganar y hacer las cosas radicalmente diferentes; sí se puede poner los hombres y las mujeres de este país como protagonistas de la transformación social que mejore el bienestar de la mayoría.

Ahora es necesario que esta ola de cambio, de ilusión y de esperanza, llegue a toda Cataluña: hay articular esta mayoría para poder construir una alternativa capaz de ganar; una alternativa fundamentada en la suma y la unión de los movimientos sociales, en la pluralidad y la diversidad, en la plena participación democrática desde abajo, en la paridad de géneros, en la ética y la honestidad como principios irrenunciables, en la convicción de que existe otra forma de entender y de hacer la política, en el compromiso con unos valores de igualdad, libertad y fraternidad.

Rescatamos la ciudadanía, no las y los responsables de la crisis

Para cambiar el sentido de los acontecimientos, es necesaria una política que promueva los intereses de las personas por encima de los de las finanzas; la ilusión por el cambio debe traducirse en mejoras concretas. Por todo ello, queremos impulsar una candidatura que se comprometa a:

1. Responderán a la emergencia ya las desigualdades sociales con un plan de rescate ciudadano que afronte las necesidades más urgentes de la ciudadanía: el paro y la necesidad de la renta garantizada, los desahucios, la alimentación, la pobreza energética y la pobreza infantil. Tenemos que cambiar de raíz el sistema presente -que ha provocado la crisis más grave de las capitalismo más salvaje.

Una hoja de ruta constituyente para refundar el país

No basta con un cambio de políticas; necesitamos una alternativa de gobierno para impulsar un verdadero proceso constituyente para decidir todo: el modelo económico y social, y las relaciones con el Estado. Si las aspiraciones nacionales, sociales y democráticas cada por su parte, o se subordinan las unas a las otras, no habrá nunca una mayoría popular en Cataluña y siempre nos gobernarán aquellos que dicen defender el país mientras expolia lo mejor cada día. Queremos una candidatura que defienda la plena soberanía de Cataluña en el terreno social, nacional y democrático. Queremos la soberanía real; no una soberanía formal subyugada a las imposiciones de la Troika o del Ttipia. La hoja de ruta Mas habla de independencia, pero en realidad vacía de contenido la soberanía Cataluña y la pone en manos del poder financiero.

Un proceso constituyente es la respuesta estratégica al agotamiento del actual modelo institucional y social; y en la necesidad de iniciar una nueva fase. Permite articular el malestar social, nacional y democrático, todo sintetizando en un proceso de recuperación de la soberanía en todos los aspectos y de extensión de la democracia en todos los ámbitos. Hay una verdadera refundación de nuestro país; por ello, las elecciones del 27S serán constituyentes: se ha terminado una etapa, y hay que empezar otra.

Cataluña necesita iniciar un proceso constituyente propio Fundamentos en la plena soberanía del pueblo catalán como sujeto colectivo que puede decidir su futuro- que no esté subordinado, ni sea subalterno, a ningún otro marco. La apertura de un proceso constituyente catalán propio, y no subordinado, es la contribución que desde Cataluña podemos hacer a la ruptura del Régimen de 1978 en todo el Estado, desde una voluntad de colaboración fraterna entre los pueblos y desde el impulso de procesos constituyentes que puedan interinfluir y favorecerse mutuamente desde la propia identidad de cada uno. Iniciar un proceso constituyente no prefigura el resultado final de la relación que Cataluña deba tener con el resto del Estado: una república catalana es tan compatible con un horizonte independentista como con uno federalista o confederalistas.

Un proceso constituyente implica decidir todo: decidirlo ante aquellos que no quieren que lo hacemos, ante España, ante el poder financiero, frente a los intereses privados que utilizan la crisis para enriquecerse … Por eso necesitamos un proceso popular, participativo y desde abajo, en la que la ciudadanía, las organizaciones y las entidades sociales tengan el protagonismo y no estén dirigidos por un núcleo de expertos que digan que hablan en nombre de todos. Proponemos, pues, una hoja de ruta constituyente que debe implicar la realización de un referéndum para decidir qué relación queremos mantener con el Estado español, un proceso de definición de un nuevo marco jurídico e institucional de Cataluña, y la elaboración de una Constitución y su ratificación.

El pueblo de Cataluña no está solo en sus anhelos de cambio. Por toda Europa Mediterránea, de Portugal hasta Grecia, se extienden los movimientos de protesta y de cambio; extiende la esperanza. Nuestra perspectiva es la alianza de los pueblos euromediterráneos contra las políticas de austeridad y el ataque a su soberanía. Sin una alianza de los pueblos no hay ha victoria contra el poder financiero y las instituciones internacionales antidemocráticas.

Ha llegado el momento

El protagonismo debe ser de las personas. Queremos impulsar un proceso de confluencia de todas las personas que creen que hay una alternativa de gobierno en Cataluña. No buscamos, sin embargo, la unión de organizaciones, sino de la ciudadanía. Hay que tener en cuenta los valores y las ideas -y el poder hacerlas realidad- más que las organizaciones y las siglas; y ahora es posible hacerlo. Para ello es necesaria la movilización ciudadana, desde abajo, y en cada rincón del país. La unión hace la fuerza; la unión entre sectores diversos, entre movimientos sociales y políticos. La unión de todos aquellos y todas aquellas que ya están trabajando, para hacer posible la alternativa, en movimientos sociales, sindicatos, asociaciones de vecinos, plataformas ciudadanas, ONG, escuelas, hospitales, trabajos diversos … La unión, en definitiva, entre las personas, las verdaderas protagonistas, las artífices del cambio.

Queremos construir la candidatura de la Cataluña popular ante la Cataluña de las clases privilegiadas. Dos modelos de Cataluña están en juego: la Cataluña de las finanzas y la Cataluña de la mayoría. No importa de dónde venimos, sino hacia dónde queremos ir; y queremos ganar para abrir una nueva etapa en Cataluña: una nueva etapa en la que la prioridad no sean los bancos, ni los mercados, ni los poderosos; una nueva etapa de justicia social, en el que la prioridad sea la vida y el bienestar de los vecinos y las vecinas; de la mayoría, la gente».