Manuel I. Cabezas: «Mayor fragmentación, complicada gobernabilidad; fin del Bipartidismo»

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FACTA, NON VERBA (1)
Manuel I. Cabezas: «PP y PSOE llegan al 24M malparados por la recesión económica, la corrupción política y la falta de firmeza ante el independentismo catalán… Dos razones justificaban tanto interés. Primera, despejar la incógnita de si Podemos y Ciudadanos, dos formaciones de aluvión con aires regeneradores con las que nadie contaba hace un año, resultarán decisivas para gobernar», explica el Vocal Asesor de la Presidencia del Gobierno presidido por Felipe González y Doctor en Ciencias Económicas; además, Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico (UAB); Manuel I. Cabezas. «Mayor fragmentación, complicada gobernabilidad», es el título del nuevo escrito de Cabezas. «El descontento ha calado en algunos segmentos de la sociedad que como náufragos se aferran a los nuevos partidos cuyos jóvenes líderes nadan libres de hipotecas…, dice Cabezas en:

«Mayor fragmentación, complicada gobernabilidad

Las elecciones del 24-M han despertado una expectación muy superior a la que corresponde a su relativamente modesto fin de elegir concejales y alcaldes, representantes en las asambleas de trece CCAA, Ceuta y Melilla, y miembros de Cabildos y Consejos insulares y Juntas Generales vascas.colau votando

Dos razones justificaban tanto interés. Primera, despejar la incógnita de si Podemos y Ciudadanos, dos formaciones de aluvión con aires regeneradores con las que nadie contaba hace un año, resultarán decisivas para gobernar. Segunda, calibrar la fuerza de los partidos independentistas catalanes y ver si algunos de sus alcaldables cumplen la promesa de proclamar la independencia.

Fin del bipartidismo 

Los dos partidos que han protagonizado la vida política desde 1982, PSOE y PP, han llegado a estas elecciones malparados por las difíciles circunstancias que han condicionado la acción política (recesión económica y crisis financiera, aumento del paro y la pobreza), sus propios errores (corrupción política y financiación ilegal), y su falta de firmeza ante el independentismo catalán. El descontento ha calado en algunos segmentos de la sociedad que como náufragos se aferran a los nuevos partidos cuyos jóvenes líderes nadan libres de hipotecas y repiten frases que suenan bien. Iglesias, profesor universitario ‘interino’ y ahora eurodiputado, promete iniciar un proceso constituyente para hablar de todo y liquidar el ‘régimen’ de 1978, el período, quiero recordar, de mayor libertad, concordia y prosperidad de la Historia Moderna de España. Rivera, diputado en el Parlament de Cataluña desde 2006, propone también algunas medidas para regenerar los partidos -limitación de mandatos, financiación transparente y celebración de primarias- que debería aplicar en su propio partido.

Los partidos nacional-independentistas catalanes también habían otorgado a estas elecciones un carácter casi épico. Trias, candidato de CDC a la alcaldía Barcelona, firmó dos semanas antes de las elecciones el manifiesto «Ayuntamientos para la independencia» que lo compromete a apoyar la lista independentista más votada. Junqueras, líder de ERC, comparó estos comicios con las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que llevaron a Macià a proclamar el Estat Català dos días después. Los líderes de la Candidatura de Unitat Popular (CUP) han ido un paso más allá al considerar estas elecciones plebiscitarias, y algunos de sus alcaldes se han comprometido a tomar «control efectivo del territorio» si ganan. Aunque CiU no se ha manifestado al respecto, la posición de la CUP resulta coherente con el plan expuesto por Mas para desconectar Cataluña de España.

Parrilla de salida y resultados

El PP ganó con amplio margen las elecciones en 2011. Obtuvo mayorías absolutas en sus feudos tradicionales de Madrid, Baleares, Castilla-León, Comunidad Valenciana (CV), Murcia y La Rioja, así como en Cantabria y Castilla-La Mancha; ganó en Aragón, Extremadura y Navarra (UPN-PP) y empató a escaños en Canarias; el PSOE sólo fue el partido más votado en Asturias. En las municipales, el PP logró 8,5 millones de votos (37,53%) y 26.499 concejales, con un holgado margen sobre los 6,3 millones (27,79%) y 21.769 concejales del PSOE. El listón estaba pues muy alto y la principal incógnita, atendiendo a las encuestas, residía en conocer el alcance de su caída y sus potenciales beneficiarios: el PSOE, las plataformas de Podemos o Ciudadanos. 

Con los datos disponibles a esta hora, se puede afirmar que el PP ha ganado las elecciones autonómicas por muy escaso margen. Aunque sigue siendo la fuerza más votada en ocho CCAA, pierde Madrid y tendrá que pactar con Ciudadanos y otros partidos regionales para gobernar en varias CCAA. El PSOE revalida su victoria en Asturias, recupera Extremadura y como partido más votado y podría formar gobierno en Aragón, Valencia y Canarias. Podemos emerge como la tercera fuerza política y Ciudadanos como la cuarta mientras IU y UPyD se disuelven en la marginalidad. UPN revalida su victoria en Navarra.

Con el 96,17% de los votos escrutados, el PP gana a los puntos las elecciones municipales pero pierde 11,5 puntos porcentuales, 4.400 concejales y la mayoría absoluta en numerosas ciudades. El PSC cae 2,5 puntos porcentuales y obtiene la mayoría en las provincias de Extremadura y Andalucía occidental. En Madrid, Carmena (AhoraMadrid) obtiene 20 concejales y podría pactar con Carmona (PSOE) para arrebatar la alcaldía que obtiene 21. El PP sigue siendo la fuerza más votada en Valencia y Málaga pero sufre un revolcón estrepitoso en Sevilla y Cádiz. 

En Cataluña, el PSC se desploma en Barcelona donde obtiene 4 concejales y se pasa a ser la cuarta fuerza política, superada incluso por C’s. En Lérida y Tarragona, el PSC gana las elecciones. Colau (BComú-Podemos) con 11 concejales supera a CiU que obtiene 9 y pierde 6. CiU, ERC y la CUP suman en total 18 concejales, muy lejos de la mayoría absoluta (25). Para el conjunto de Cataluña se observa, no obstante, un gran avance de ERC y la CUP (400.000 votos) que compensa sobradamente la caída de CiU (100.000). 

Con la mirada puesta en el otoño

Aunque resulta arriesgado extrapolar estos resultados a las generales de otoño, todo apunta a que el Congreso estará más fragmentado y habrá mayor inestabilidad política en las instituciones centrales del Estado. No augura nada bueno. ¡Imagínense por un momento cómo habría sido esta legislatura si el PP no hubiera tenido mayoría absoluta! Al PSOE, le va a resultar muy difícil ganar el terreno perdido en Andalucía y en otras CCAA como Madrid y Cataluña. Podemos, superado el caso Monedero, seguirá haciendo mella en el PSOE e IU mientras que Ciudadanos perderá gas si el PP actúa con inteligencia. 

El partido de Rajoy tiene que renovar ideas y rostros para afrontar el reto de los emergentes ‘adanitas’, mostrarse mayor firmeza ante los independentistas catalanes y administrar sin alharacas la bonanza económica procurando paliar la situación de los colectivos sociales más desfavorecidos. Hay políticas educativas y sociales más urgentes y menos costosas que el Plan Pive 8.» 

Manuel I. Cabezas

Doctor en Ciencias Económicas; Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico (UAB); Vocal Asesor de la Presidencia del Gobierno presidido por Felipe González.