Mario Draghi instaura la dictadura en Italia decretando la vacunación COVID obligatoria

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FOTOGRAFÍA. ROMA (ITALIA), 18.02.2021. El presidente del Banco Central Europeo y primer ministro italiano, Mario Draghi, obtiene la confianza para su Gobierno en el Senado, primer paso para su investidura, y este jueves se someterá al mismo trámite en la Cámara de los Diputados. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Roma (Italia), miércoles 5 de enero de 2022. El Consejo de Ministros del Gobierno de concentración de Italia, que integran partidos de izquierda y derecha, presidido por el progre y globalista Mario Draghi —tercero presidente del Banco Central Europeo hasta el 1 de noviembre de 2019 y Gobernador del Banco de Italia hasta 31 de octubre de 2011— aprobó este miércoles por Decreto Ley la vacunación obligatoria contra el COVID (coronavirus) para «mayores de 50 años», los más débiles contra quienes el nuevo dictador Mario Draghi ensaya su estrategia para una imposición a toda la población en los próximos meses, dando como excusa, como hacen todos los dictadores, «la presión hospitalaria y control los contagios para proteger a la población«, dice el Ejecutivo globalista frente a unas vacunas que ni siquiera protegen a los inoculados: los vacunados se contagian y contagian, ingresan en las UCIs y mueren por COVID.

Así lo confirmaron hoy fuentes de la Jefatura del Gobierno, que indicaron que los empleados públicos y privados tendrán que mostrar desde el 15 de febrero su certificado sanitario reforzado (que se obtiene solo cuando se está vacunado o se ha pasado la enfermedad), para acceder a sus puestos de trabajo.

El resto de personas mayores de 50 años, aunque no trabajen, también tendrán que vacunarse.

El Consejo de Ministros extendió igualmente la obligación de vacunación al personal universitario, con independencia de su edad, equiparándolo así al personal escolar, que ya lo tiene que hacer desde mediados de diciembre, y aprobó las directrices sobre cuarentenas en los colegios, para garantizar las clases presenciales desde el 10 de enero con seguridad.

Mario Draghi señaló en la reunión con los ministros la necesidad de que la población se inmunice para controlar la pandemia, según las fuentes.

«Las medidas de hoy quieren preservar el buen funcionamiento de los hospitales y, al mismo tiempo, mantener abiertas las escuelas y las empresas. Queremos frenar el crecimiento de la curva de contagios y empujar a los italianos que aún no se han vacunado a que lo hagan», dijo Draghi.

Aunque sea consciente de que las vacunas COVID han fracasado frente a la enfermedad, después de que los vacunados, con hasta tres dosis, se contagian, contagian e ingresan en las UCI, el nuevo dictador italiano Mario Draghi afirma: «Actuamos sobre los grupos de edad que corren mayor riesgo de ser ingresados para reducir la presión hospitalaria y salvar vidas», añadió.

La semana pasada, el régimen totalitario de Draghi decidió que el ya fracasado Pasaporte COVID «reforzado» –solo para los vacunados con tercera dosis– va a ser obligatorio desde el 10 de enero para «acceder a los medios de transporte», además de a «hoteles, ceremonias o festivales»; mientras que por ahora se pide en el ocio y la restauración.

El dictador Mario Draghi quería ampliar la utilización del Pasaporte COVID «reforzado» a más actividades, como el acceso a los bancos, servicios públicos, de cuidado personal como peluquerías o centros de estética, y tiendas y centros comerciales, pero no fue posible este miércoles por la reticencias de algunas fuerzas de la coalición gubernamental, como la la derecha italiana, la Liga que preside el exvicepresidente de Gobierno de coalición italiano Matteo Salvini, que lo interpretaba como una «vacunación obligatoria enmascarada para todo el mundo», según los medios italianos.

Setra de una formación política, verdadera ‘Outsider’ en materias como la defensa de la libertad y derechos fundamentales de los italiano; únicamente La Liga del Norte de Matteo Salvini se dedica a criticar la inmigración ilegal mientras traga todas las políticas globalistas

El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, dijo por su parte que las decisiones tomadas «buscan reducir el número de no vacunados lo máximo posible» porque «es lo que provoca la saturación de los sistemas hospitalarios», pues «dos tercios de los hospitalizados en UCIs y el 50 % de los pacientes en salas ordinarias no están vacunados». Lo que no ha explicado el Gobierno de Italia es qué hacen «un tercio de vacunados en las UCIs» y hasta «un 50 % de pacientes vacunados en las salas ordinarias» y la mayoría de esos no vacunados han sido contagiados supuestamente por los vacunados, que son la mayoría en Italia.

Italia registró hoy un nuevo récord de contagios, con 190.000 casos en las últimas 24 horas, y el número total se sitúa ya en los 6,7 millones desde febrero del 2020.

El número de muertos ha sido de 231, lo que eleva la cifra total a 138.276.

En cuanto a la campaña de vacunación, el 89,13 % de la población de más de doce años ya tiene al menos una dosis y el 86,07 % ha completado el ciclo, mientras que la de refuerzo se ha inoculado al 67,67 % de la población que puede recibirla.

El 10,98 % de los niños de entre 5 y 11 años también tienen ya al menos una dosis, pero solo el 0,01 % de este colectivo tiene la pauta completa.