Marlaska dice que no va a dimitir aunque que el supuesto agredido LGTB reconoció que las heridas fueron consentidas en el coito con otro chico

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 24.08.2021. El ministro del Interior, Fernando Grande - Marlaska, tras la llegada del avión procedente de Dubai con 290 evacuados de Afganistán, este martes en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Efe

Efe.- Villalbilla (Madrid), jueves 9 de septiembre de 2021. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido no banalizar los delitos de odio por que un joven haya denunciado falsamente haber sufrido una agresión homófoba en Madrid y estima que no debe dimitir por las manifestaciones que ha realizado sobre estos hechos.

El joven de 20 años que denunció haber sufrido una agresión homófoba el pasado domingo en el barrio madrileño de Malasaña por parte de ocho encapuchados reconoció ayer miércoles ante la Policía que las heridas fueron consentidas mientras mantenía relaciones con otra persona.

En declaraciones a los periodistas este jueves tras inaugurar un cuartel de la Guardia Civil en Villalbilla (Madrid), Grande-Marlaska ha negado que se hubiera «guardado» la información.

«Evidentemente, me enteré ayer a media tarde, cuando declaró el denunciante sobre los hechos, que modificó su declaración, y buena prueba de ello es que inmediatamente el propio Ministerio del Interior, siendo conocedor de lo que este asunto había atraído a la opinión pública, dio la noticia y expuso lo que había acontecido en el desarrollo de la investigación», ha asegurado.

Sobre la petición de partidos de la oposición de que dimita por este episodio ha dicho: «Yo la única responsabilidad que asumo es la de seguir trabajando, y lo que me preocupa mucho es que, ante un acontecimiento como éste, parece ser que todo el mundo olvida que se han incrementado los delitos de odio en el último año en un diez por ciento».

Y ha añadido: «A mí lo que me parece grave es que banalicemos algo tan importante como estos hechos que nos deberían preocupar a todos, porque implican y determinan un ataque a lo que es la base de una democracia, que son los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad de las personas».