Lasvocesdelpueblo y Agencias – Son jóvenes catalanes mayores de 25 años, solteras/solteros, altamente cualificados (con titulaciones universitarias y dominio de algún idioma extranjero, sobre todo el inglés) y que emigran con una motivación laboral (no académica o de otro tipo). Marchan de Cataluña principalmente a países europeos o Suramérica. Se trata de un perfil que ha ganado peso en términos relativos, pero minoritario en términos absolutos, es decir, no son el yeso de la emigración. Se calcula un total de 4.000 mil jóvenes catalanes anualmente, son datos del colectivo Observatorio Catalán de la Juventud que cree que son muchos más. Además, la directora general de Juventud, Marta Vilalta, dice que la cifra real se calcula que sería entre tres o cuatro veces más de estos 4 mil catalanes. Lérida (España), viernes 25 de noviembre de 2016. Fotografía: Paseo de Gracia de Barcelona. Miércoles 12 de octubre de 2016. Fiesta Nacional de Cataluña y del resto de la patria española y también Día de la Hispanidad y del Pilar. Un grupo de jóvenes catalanas durante la gran movilización catalana con el golpe de Estado secesionista catalanista de Juntos Por El Sí y la CUP de este 12 octubre 2016 en Barcelona (Cataluña). Cerca de 100 mil catalanes acudieron a la manifestación, según la organización. Archivo Lasvocesdelpueblo.
En 2005, emigraron desde Cataluña en el extranjero 693 jóvenes con nacionalidad española y en 2015 esta cifra fue de 3.904, es decir, casi se ha multiplicado por seis, con un aumento sostenido desde 2009.
Ahora mismo, hay 48.611 jóvenes catalanes registrados en el Padrón de españoles residentes en el extranjero. Esto supone un incremento del 101,7% respecto al 2009.
La consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, del gobierno autonómico separatista en Cataluña, Dolors Bassa, reconoce que es difícil saber cuánta gente marcha porque no todo el mundo se da de baja del padrón o se registra en otro país.
Desde el gobierno del presidente Carles Puigdemont Casamajó, sin embargo, se han comprometido a realizar un estudio que recoja datos más fiables.
La consejera de Trabajo explica que desde el Gobierno regional da apoyo a aquellos que quieran marchar voluntariamente para trabajar o formarse pero que ahora también se reforzarán las herramientas para ayudar a aquellos que quieren volver, a través de iniciativas de emprendimiento para poder entrar en el mundo laboral.
Son datos que se han dado a conocer con motivo del XIX Foro de Estudios sobre la Juventud que la consejera Bassa ha inaugurado este jueves 24 de noviembre de 2016 en la Universidad de Lérida (UdL).
El Foro de Estudios sobre la Juventud analiza en esta decimonovena edición los costes sociales y las oportunidades estratégicas del proceso migratorio de miles de jóvenes catalanes en el extranjero.
Son los últimos datos del informe ‘Emigración y juventud’, elaborado este mes de noviembre por el Observatorio Catalán de la Juventud.
El Foro de Estudios sobre la Juventud durará dos días y contará con la participación directa de más de un centenar de asistentes, entre investigadores, profesionales de juventud, representantes del ámbito social, económico y político, así como de jóvenes protagonistas del hecho migratorio.
Según datos de este informe, en 2015 se fueron de Cataluña en un país extranjero 23.617 jóvenes de 15 a 29 años, lo que supone el 25,4% del total de emigrantes.
Ésta, destacan, es una cifra inferior a las de los primeros años de la crisis, cuando se llegó a un récord de 36.689 jóvenes en 2009.
Sin embargo, la mayor parte de los jóvenes en Cataluña que emigran no son español. El 83,5% de jóvenes que marcharon de Cataluña en el año 2015 tenían nacionalidad extranjera.
Lo más probable, según el Gobierno autonómico separatista, es que fueran jóvenes extranjeros llegados por motivos económicos y que retornaron a su país de origen o hacía otra destinaciones.
Entre 2009 y 2015 salieron de Cataluña 211.924 jóvenes, aunque no hay datos de cuántos de ellos han vuelto.
Un otro dato es que el número de jóvenes con nacionalidad española que se han ido de Cataluña no ha parado de crecer desde la crisis.
En 2005, emigraron desde Cataluña en el extranjero 693 jóvenes con nacionalidad española y en 2015 esta cifra fue de 3.904, es decir, casi se ha multiplicado por seis, con un aumento sostenido desde 2009.
Ahora mismo, hay 48.611 jóvenes catalanes registrados en el Padrón de españoles residentes en el extranjero. Esto supone un incremento del 101,7% respecto al 2009.
Estos jóvenes representan un 18% de toda la población catalana empadronada en el extranjero. La cifra de jóvenes catalanes con nacionalidad española que residen en el extranjero equivale al 4,3% de los que residen en Cataluña.
Asimismo, y desde una aproximación mucho más cualitativa, el estudio apunta que durante los últimos años uno de los perfiles de emigración que parece que ha ganado más protagonismo es el de jóvenes cualificados que emigran por motivos laborales.
Son mayores de 25 años, sin responsabilidades familiares, altamente cualificados (con titulaciones universitarias y dominio de algún idioma extranjero, sobre todo el inglés) y que emigran con una motivación laboral (no académica o de otro tipo).
Marchan de Cataluña principalmente a países europeos o Suramérica.
Se trata de un perfil que ha ganado peso en términos relativos, pero minoritario en términos absolutos, es decir, no son el yeso del emigración.
‘Projecte Despiértate’ de la asociación Down Lérida
La consejera secesionista Bassa, antes de este acto en la Universidad de Lérida (UdL), ha visitado el proyecto de vida independiente de la asociación Down Lérida, ‘Despierta’.
La visita se ha hecho en uno de los pisos compartidos de la asociación, donde conviven personas con discapacidad con estudiantes universitarios en la modalidad de pisos compartidos.
El ‘Proyecto Despierta’ es un espacio de aprendizaje formado por jóvenes con capacidades diversas, donde poder mejorar la autonomía y la independencia mediante la toma de decisiones.
La finalidad de este proyecto es la de acabar decidiendo cómo, dónde y con quién quieren vivir en un futuro.
Este proyecto se divide actualmente en dos etapas: la primera en el piso de formación donde los jóvenes tienen la oportunidad de trabajar diversos aspectos relacionados con la vida independiente, en una vivienda real, acompañados por estudiantes.
La segunda parte del proyecto son los pisos compartidos, donde los jóvenes con discapacidad convivirán con los compañeros que ellos han elegido, en una vivienda de alquiler dentro de Lérida, siguiendo con el proceso de aprendizaje que, desde Down Lérida consideran transversal y también acompañados por los mismos estudiantes que se han ido preparando con ellos.
Una vez terminado este proceso, los jóvenes que deseen independizarse, en el lugar que ellos hayan escogido, podrán seguir recibiendo el apoyo técnico de la asociación en aquellos aspectos que se consideren necesarios.
Actualmente, forman parte de este proyecto tres jóvenes con discapacidad intelectual en periodo de formación y nueve jóvenes con discapacidad que ya viven en tres viviendas compartidas.
Todo este proceso se realiza también con el acompañamiento de siete voluntarios y de los técnicos de la entidad.
Una vez los jóvenes finalizan su estancia en las viviendas compartidas, deben decidir qué camino seguir, y dos de los jóvenes de la entidad ya se encuentran viviendo de forma autónoma desde hace dos años.
