Mo Farah marca territorio en 10.000, Justin Gatlin intimida en el 100 a Usain Bolt

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EFE – Mo Farah revalidó en la jornada inaugural de los Mundiales su título de campeón de 10.000 metros batiendo en la última vuelta a la armada keniana, que se había conjurado para despedazarlo, y Justin Gatlin declaró en las barbas del mismísimo Usain Bolt su intención de arrebatarle el cetro de la velocidad. <Fotografía: El atleta británico Mohamed Farah muestra su alegría tras vencer en los 10.000 metros, con lo que ha revalidado su título mundial, hoy en la primera jornada de los Campeonatos Mundiales de Atletismo que se celebran hasta el 30 de agosto en Pekín. Foto/Efe>. 

Sin la menor muestra de fatiga en el rostro, Farah fulminó en la única final sobre la pista a sus cuatro compañeros de fuga con un ataque sostenido a 500 metros del final y pese a sufrir un tropezón al toque de campana, terminó venciendo con 27:01:13 después de hacer el último giro en 55 segundos. El keniano Geoffrey Kipsang Kamworor, campeón mundial de cross y de medio maratón, se tuvo que conformar con la plata (27:01.76) y su compatriota Paul Tanui con el bronce (27:02.83).

Desde que perdió ante el etíope Ibrahim Jeilan en la final de 10.000 de los Mundiales de 2011, Farah ha ganado cinco grandes títulos (olímpicos o mundiales) consecutivos. Con este sexto remata un logro sin precedentes que aún puede mejorar si gana también los 5.000. Fondistas legendarios como Haile Gebrselassie, Kenenisa Bekele, Emil Zatopek o Paavo Nurmi no llegaron a tanto.

El estadounidense Gatlin, el atleta más veloz del mundo en los dos últimos años, metió presión al plusmarquista y campeón mundial, Usain Bolt, con una marca intimidatoria de 9.83, el mejor registro en 100 metros jamás conseguido en la primera ronda de unos campeonatos del mundo.

El atleta más famoso del planeta, Bolt, tomó contacto con la pista que lo lanzó al estrellato siete años atrás en los Juegos Olímpicos, pero la increíble forma de Gatlin le aconsejó prudencia. Fue uno de los ocho que bajaron de los 10 segundos y no desplegó su habitual protocolo de gestos. Se limitó a ganar su serie con 9.96.

Gatlin se presenta en Pekín más veloz que nunca a sus 33 años, bastante más que en la etapa anterior a sus cuatro años de castigo por dopaje, y con la responsabilidad de devolver el cetro mundial de 100 metros a Estados Unidos tras ocho años de dominio jamaicano. La única final femenina de la jornada, la de peso, coronó por vez primera a la alemana Christina Schwanitz, que sucede a la ausente neozelandesa Valerie Adams, campeona las cuatro últimas ediciones de los campeonatos.

Una marca de 20,37 en el tercer turno le dio el triunfo a Schwanitz, primera en el ránking mundial del año y autora de cuatro de los cinco mejores lanzamientos de la temporada. El mejor de todos, de 20,77 metros, realizado aquí en Pekín, el 20 de mayo. Operada de hombro y codo en septiembre pasado, Adams regresó a la competición pero renunció a los Mundiales por considerar que su forma física actual no se compadece con su prestigio.

Tampoco estaba la rusa Evgeniya Kolodlo, subcampeona olímpica, que se recupera de una lesión de muñeca, y con tales ausencias aumentaban las esperanzas chinas de situar en el podio a Gong Lijiao, quinta en los Juegos de Pekín 2008 todavía como júnior. Después había ganado un bronce olímpico y dos en mundiales.

Gong empezó dominando con 20,30 en su primer lanzamiento. La alemana tomó la cabeza en el tercer turno (20,37) y ya no abandonó ese puesto. La china se fue con la medalla de plata y la estadounidense Michelle Carter las acompañó en el podio con 29,76.

Curiosamente, Bielorrusia era el país mejor representado en la final, con tres atletas -Aliona Dubitskaya, Yuliya Leantsiuk y Natallia Mikhnevich-, las tres con infracciones de dopaje en su historial, que terminaron sexta, séptima y octava, respectivamente.