Música y 40 años de la Constitución, «tenemos que cuidar la democracia si no se enferma»

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MADRID (ESPAÑA), 20.10.2018. Miles de personas congregadas, pese a la lluvia, esta noche ante la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados, donde tiene lugar el concierto especial por el 40 aniversario de la Constitución española. Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Madrid (España), domingo 21 de octubre de 2018. «¡Olé!» . «Contamíname».  «No mires a los ojos de la gente». «Ni el agua puede pararnos». «Hay una palabra capaz de resumir la historia de España, que se da en el fútbol, los toros y el flamenco, o sea, en lo peor, una palabra que es como este país, capaz de lo mejor y lo peor: ¡Olé!», ha dicho en un discurso más comedido de lo que se esperaba de él.

Celebración musical por los 40 años de la Constitución, no exenta de críticas que han calado tanto como la lluvia, la vivida este sábado,20 de octubre de 2018, por 18.000 personas en un concierto especial ante el Congreso de los Diputados, con iconos como Luz Casal o Iván Ferreiro y en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Ni el agua puede pararnos», ratificaba la locutora Virginia Díaz al comienzo del evento organizado por Radio 3, puntual a las 20,00 horas pese a la meteorología adversa, que ha llenado de paraguas y chubasqueros la Plaza de Las Cortes para disfrutar del poder de las melodías y, sobre todo, de la palabra.

Iván Ferreiro ha sido el primero en abrir fuego, nunca mejor dicho, con «Ciudadano A», uno de sus temas más críticos con la clase política en la era del presidente José María Aznar, al que han seguido «La otra mitad» y el clásico de Golpes Bajos «No mires a los ojos de la gente».

«Hay cosas que no nos gustan y que deberíamos cambiar entre todos, mi vida también es real y no quiero que solo algunos sean reales», ha dicho el gallego como dardo al tratamiento judicial de la monarquía.

No ha sido el único en lanzar un mensaje de reflexión y cambio. Pedro Guerra, que está igualmente de celebración por los 25 años de publicación de su primer disco, «Golosinas», editado al término de otra gran crisis económica, ha aspirado «a un mundo mejor, porque es muy mejorable».

«Para mí la Constitución no puede ser una losa de mármol, sino una losa que se transforma con el debate y el entendimiento; tenemos que cuidar la democracia, si no se enferma», ha alertado el canario antes de entonarle a la libre circulación de personas su clásico «Contamíname».

Con incredulidad seguían quienes desconocen la obra de Niño de Elche su antitaurino y poco convencional «Recitando de Eugenio Noel», con ese verso que reza «un monstruoso falo colgado de la bandera nacional», antes de pasar a su nada ortodoxo cante plagado de alaridos.

«Hay una palabra capaz de resumir la historia de España, que se da en el fútbol, los toros y el flamenco, o sea, en lo peor, una palabra que es como este país, capaz de lo mejor y lo peor: ¡Olé!», ha dicho en un discurso más comedido de lo que se esperaba de él.

Con «Cartas de amor (cuando no hay amor)» Mikel Erentxun se ha subido al escenario prendido solo a su guitarra, para revivir además «Ojos negros» y «Cien gaviotas», historia de Duncan Dhu, pero también de España.

«Pausa» han reclamado con uno de sus temas la joven banda Izal, de los más conciliadores y optimistas de la noche. «Quedan pasitos por dar, pero vamos por buen camino», ha afirmado su vocalista y compositor, Mikel Izal, antes de interpretar «Agujeros de gusano» y «La mujer de verde» ante 18.000 personas en ebullición, según la organización, muchas más aún desde sus casas a través de Radio 3.

Hasta aquí se ha asomado una Premio Nacional de Músicas Actuales, Luz Casal, que ha calentado los cuerpos destemplados con «Que corra el aire» y «Miénteme al oído», porque, «como dicen en Galicia, si chove que chova», ha proclamado la artista ante un público empapado.

«Es un honor estar aquí, en este lugar que significa tanto en la historia de nuestro país», ha destacado la gallega, que ha puesto ritmos caboverdianos al concierto con su «Morna» y ha concluido su actuación con la intemporal «No me importa nada».

Tras ella, el broche completo a las tres horas de concierto diverso en edades y géneros, del rock a la canción de autor, pasando por el pop bailable y la electrónica, se lo han puesto Ángel Stanich, Zahara y Carlos Jean.

Pero no solo la música ha protagonizado una velada a la que no ha faltado tampoco la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y en la que asimismo han participado el director de cine Mariano Barroso, el escritor Benjamín Prado o el periodista Manuel Jabois, quien ha pedido la reforma de la Constitución «para que camine con nosotros».

Con ellos se ha hablado de los abogados laboralistas de Atocha, de república, de salud, del matrimonio igualitario («Este país me ha permitido ser quien soy», ha dicho el escritor y presentador Boris Izaguirre entre aplausos), de igualdad e integración, de ecologia y de arte, porque hubo un día, hace mucho tiempo, en el que ya Rafael Alberti llenó de poesía la Cámara Baja.