Budapest (Hungría), jueves 3 de abril de 2025 (Lasvocesdelpueblo).- El primer ministro del Estado de Israel, Benjamín Netanyahu, y su esposa Sara Ben-Artzi (Sara Netanyahu «Sara Ben-Artzi Netanyahu») fueron recibidos hoy con honores por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y su esposa Anikó Lévai, junto con una guardia de honor, en una ceremonia celebrada en la capital del país, Budapest; un desafío de los mandatarios judíos y húngaros a la Orden de Arresto internacional contra Netanyahu y su exministro de Defensa, emitida por parte de la sancionada Corte Penal Internacional de Justicia (CPIJ) el pasado 21 de noviembre de 2024.
VÍDEO. BUDAPEST 8HUNGRÍA), 03 DE ABRIL DE 2025.
GUERRA CONTRA TERRORISMO ISLÁMICO -MEDIO ORIENTE | Palabras del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la declaración conjunta con el Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, en Budapest, desafiando a la sancionada y «corrupta» Corte Penal Internacional de Justicia… pic.twitter.com/JZxQ9X2yAS
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Palabras de Netanyahu en la declaración conjunta con el Primer Ministro húngaro Viktor Orbán en Budapest
«Este es un día muy emotivo para mí.
Durante el vuelo, recordé que llegué en 1991 como viceministro de Asuntos Exteriores de Israel para restablecer las relaciones entre Hungría e Israel. En aquel entonces, no sabía mucho sobre Hungría.
Conocía el foshkash y el gulash, y tenía algunos conocimientos de la historia húngara y sus luchas. Habían escapado de los estragos de la Segunda Guerra Mundial solo para encontrarse bajo un nuevo tipo de ocupación. Les llevó muchas décadas liberarse y establecer Hungría como un país independiente. Así que eso ofrecía cierta similitud con nuestras tribulaciones, que fueron de otra magnitud.
Un tercio de nuestro pueblo fue asesinado en la Segunda Guerra Mundial, durante el Holocausto. Tuvimos que superar grandes obstáculos para restablecer nuestra soberanía en nuestra antigua patria. Era cuestión de tiempo que estas dos historias se encontraran y comenzaran la gran alianza que ahora se ha forjado.
Bajo su liderazgo, ha hecho cosas notables por Israel y el pueblo judío. Apoya a Israel con orgullo y sin reservas, nos apoya en la UE, nos apoya en la ONU y acaba de adoptar una postura audaz y de principios respecto a la Corte Penal Internacional de Justicia (CPIJ). Gracias, Viktor.
Esto no solo es importante para nosotros, sino para todas las democracias. Es fundamental hacer frente a esta organización corrupta (Corte Penal Internacional de Justicia) que ha equiparado una democracia cuya existencia misma es cuestionada por las potencias terroristas más atroces del planeta.
La CPI dirige sus acciones contra nosotros, librando una guerra justa con medios justos, y por supuesto no contra nuestros verdugos. En realidad, no. Esto es importante para todos nosotros, para toda la civilización, en esta batalla contra la barbarie. Ustedes son el primero, me atrevo a decir que no creo que el último, pero sí el primer estado que abandona esta corrupción y esta podredumbre. Creo que esto será profundamente apreciado no solo en Israel, sino en muchísimos países del mundo.
Han adoptado una postura muy firme contra el antisemitismo que ha asomado la cabeza, como han dicho en Europa. No lo permiten. No lo toleran. Reconocen que el antisemitismo actual se disfraza de antisionismo. Adoptaron la definición de antisemitismo de la IHRA, que dice que si uno está en contra del Estado judío, es antisemita. No se puede decir: «Bueno, no estoy en contra de los húngaros, simplemente no creo que deba existir una Hungría. No estoy en contra de los judíos, simplemente no creo que deba existir un Estado judío». Eso es lo que hacen estos antisemitas.
Sin un Estado judío, no hay pueblo judío. Por lo tanto, su postura sobre el antisemitismo, tanto en Hungría como fuera de ella, es una que otros también deberían adoptar. Usted trata a la comunidad judía, como dijo, de forma ejemplar y busca brindarle no solo seguridad, sino también la posibilidad de llevar una vida judía aquí de la mejor manera posible.
Quizás algunos de nuestros invitados israelíes no lo sepan, pero Hungría también se encarga hoy de los equipos de fútbol de Israel. Porque tienen que entrenar en algún lugar. Tienen que jugar al aire libre. Hungría les permite jugar aquí. También otros deportes. Todo esto es muestra de una profunda amistad, una profunda alianza que ha evolucionado.
Puedo decir que, como usted dice, se está convirtiendo también en una alianza en cuestiones prácticas. En cuanto al turismo, muchos israelíes vienen aquí. En cuanto a las inversiones, muchos empresarios israelíes vienen aquí. Les gusta Hungría. Les gusta Budapest. ¿A quién no? Pero, por supuesto, todos ustedes lo ven en la cooperación en tecnología y defensa, que está creciendo y es importante, y en muchos otros campos.
Diría que nuestra cooperación es más profunda, porque creo que libramos una batalla similar por el futuro de nuestra civilización común. Nuestra civilización judeocristiana, la civilización occidental tal como la entendemos, está siendo atacada ahora mismo desde un poderoso sector: el islam radical.
El islam radical en Oriente Medio está liderado por un solo país: Irán. Tiene aliados: las tres H, Hezbolá, Hamás, los Hutíes y otros, pero el centro es Irán. Fuimos atacados por aliados de Irán en una campaña asesina perpetrada por terroristas de Hamás que violaron a nuestras mujeres, decapitaron a nuestros hombres, quemaron a nuestros bebés y tomaron rehenes. Nos comprometemos a traerlos de vuelta a casa a todos, incluyendo a un rehén de ciudadanía húngara, Omri. Ya hablamos de esto.
Los traeremos de vuelta a casa, pero aplastaremos el eje iraní, el eje terrorista iraní que nos amenaza no solo a nosotros, sino también a Europa y a muchos de nuestros vecinos en Oriente Medio. Nos comprometemos a hacerlo. Al hacerlo, también protegemos a Europa. Quizás algunos en Europa no lo entiendan, pero Viktor Orbán sí lo entiende. Él comprende esta lucha común por nuestros valores, nuestros intereses y nuestra seguridad común. Quiero agradecerles por ello.
Hay muchas áreas de cooperación futura. Las abordaremos más tarde hoy. Ya hemos empezado a hacerlo. Pero descubrí que mi conocimiento de Hungría, aunque está aumentando, aún es deficiente. Porque, de camino, el primer ministro Orbán me dijo que en esta misma sala, Beethoven tocaba el piano. Yo no lo sabía.
Me gustaría retar a cualquiera de los israelíes aquí presentes a que lo supiera, y si lo hiciera, obtendría puntos extra. Pero esto demuestra la rica riqueza cultural que ofrece Hungría. Nosotros, en Israel, el pueblo judío, tenemos una rica riqueza cultural.
Esta colaboración, esta amistad, hoy es incomparable. Ojalá crezca aún más, que se fortalezca aún más. Gracias, amigo Viktor.
