Noche «relativamente tranquila» en la frontera tras la invasión marroquí de Ceuta

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FOTOGRAFÍA. CEUTA (ESPAÑA), 19.05.2021. Miembros del ejército ayudan a varios inmigrantes a su llegada a la playa de El Tarajal, junto a la valla fronteriza , en Ceuta este miércoles. Efe 

Efe – La frontera de Ceuta entre Marruecos y España ha amanecido este miércoles con solo unas decenas de inmigrantes que intentan llegar a nado, una situación que difiere de la registrada desde hace dos días, cuando comenzaron a llegar personas desde el país vecino que llegaron a 8.000, la mitad de las cuales han sido devueltas, según el Gobierno español. Ceuta (España), miércoles 19 de mayo de 2021.

La delegación del Gobierno en Ceuta ha confirmado a Efe que la noche ha sido «relativamente tranquila» y ha asegurado que no se han producido entradas de migrantes.

Este miércoles apenas hay en la frontera algunos inmigrantes que han intentado llegar a nado a Ceuta o en una pequeña barca, aunque han sido interceptados por las tres embarcaciones de la Guardia Civil que patrullan la zona.

Tras recogerlos en el mar, los barcos de la Guardia Civil llevan a los inmigrantes, todos varones y jóvenes, hasta la playa, donde son acompañados a regresar a Marruecos.

En la playa, junto a los agentes permanecen desplegados las unidades militares pero sin los vehículos apostados los dos últimos días, que también colaboran para llevar a los jóvenes de regreso a Marruecos.

Además de los que recogen los barcos de la Guardia Civil, varios de los inmigrantes llegaron a la playa con evidentes síntomas de haber pasado frío tras un largo periodo en el agua, y una vez que entran en calor en la arena o son atendidos por la Cruz Roja son conducidos a la cercana frontera marroquí.

Rodeados de militares, guardias civiles y medios de comunicación, los inmigrantes emprenden el camino de vuelta andando sin ningún tipo de oposición.

Junto a los que son obligados a regresar, en la frontera se acumulan varias decenas de jóvenes que entraron ilegalmente los últimos días y que desean regresar de forma voluntaria a su país porque no tienen donde dormir ni qué comer en Ceuta, según han contado a uno de los militares que les atiende en la frontera.

«Al menos en sus casas duermen bajo techo y pueden comer», ha explicado a Efe el militar.