ONG ACNUR: «España tiene los recursos» para acoger a los inmigrantes ilegales con «respuesta digna y humana»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 15.11.2020. La representante de Acnur en España, Sophie  Muller, posa en una foto facilitada. España tiene los recursos necesarios para dar «una respuesta digna y humana» a las crisis migratoria que viven las islas atlánticas de Canarias, según afirma la representante de Acnur en España, Sophie  Muller, en una entrevista con Efe, en la que valora el nuevo plan del Gobierno, aunque cree que llega «con cierto retraso». Efe

Efe – España tiene los recursos necesarios para dar «una respuesta digna y humana» a las crisis migratoria que vive Canarias, según afirma la representante de Acnur en España, Sophie Muller, en una entrevista con Efe, en la que valora el nuevo plan del Gobierno, aunque cree que llega «con cierto retraso». Madrid (España), domingo 15 de noviembre de 2020.

El pasado viernes el Ejecutivo activó un paquete de medidas policiales, de inteligencia, diplomáticas, de cooperación al desarrollo con países africanos y de refuerzo de la capacidad de asistencia en el archipiélago para hacer frente al aumento de llegadas de migrantes en pateras y cayucos.

Sólo en los últimos tres meses y medio han arribado a las costas canarias más de 13.000 personas -16.000 en lo que va de año- que han desbordado el sistema y han provocado que el campamento provisional instalado en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria) haya llegado a hacinar algunos días a más de 2.000 personas.

«Ha habido una falta de previsión y de no pensar que se iban a producir estos flujos», lamenta Muller, que entre las señales para detectar esa presión migratoria cita las elevadas cifras que tiene Europa desde hace cinco años, las fronteras cerradas por la pandemia, las difíciles situaciones de los países de los que huyen estas personas y las buenas condiciones climatológicas de esta época del año.

«Sabiendo estas cosas esta reacción llega con cierto retraso», aduce la representante en España de la Agencia de la ONU para los Refugiados, que también achaca «cierta precaución» en la respuesta del Ejecutivo ante el temor de un posible efecto llamada.

«Este discurso no es propio de España, aunque sí lo reconocemos en varios países de la Unión Europea. La solución a este riesgo, que claramente existe, es una respuesta eficaz y justa», asevera Muller.

Valora, no obstante, el «esfuerzo extraterritorial» de apoyo a los países de origen y de tránsito que contempla el plan del Ejecutivo, así como las medidas para reforzar la atención y acogida de los inmigrantes que llegan a Canarias, «en condiciones físicas y mentales muy graves» después de trayectos «peligrosos, largos y complejos».

«Las condiciones de recepción no están al nivel del volumen de llegadas, pese a que las autoridades han hecho esfuerzos importantes para intentar adaptar otros medios que existen (…) Actualmente, los recursos de acogida no son adecuados en Canarias para dar una respuesta digna y humana», asegura Muller.

Convencida de que España es un país «muy fuerte», con las capacidades y los recursos necesarios para responder a esta situación, la representante de Acnur hace hincapié en las «obligaciones» que tiene en la recepción de ese flujo migratorio en materia de protección internacional.

Un movimiento de personas «más complejo que en el pasado» porque hay perfiles de diversos países que precisan una atención distinta: «no se puede poner a todos en el mismo saco», advierte Muller, que exige una política migratoria que dé respuesta a quienes necesitan protección internacional «porque sus derechos humanos han sido puestos en peligro en sus países».

Malienses, marroquíes, senegaleses, guineanos y marfileños son las principales nacionalidades de quienes están llegando a Canarias en los últimos tiempos en busca de una vida digna y que ven como muchos de sus compañeros la pierden en el intento.

Son los datos que maneja Acnur tras estudiar el perfil de quienes llegan en cada patera: «Intentamos absorber información para que cuando se valoren las solicitudes de asilo de forma individual se tomen en cuenta estas situaciones», explica su representante.

Testimonios de situaciones de violencia y abusos en sus países de origen y por los que transitan en su viaje que resultan fundamentales a la hora de pedir asilo y que muchas veces no pueden recabarse debido a las pésimas condiciones en las que se encuentran los migrantes a su llegada.

«Hay deficiencias a la hora de informar a los inmigrantes de sus derechos, del procedimiento de asilo en España. Muchos no saben ni que pueden solicitarlo (…) Se hace un esfuerzo pero en el nuevo plan faltan recursos para reforzar las identificaciones», lamenta.

La representante de Acnur también echa en falta medios para poder resolver las peticiones de asilo de manera más rápida y ágil ya que los procesos se demoran a veces hasta años, cuando el sistema está planteado para que se resuelva en seis meses.

Insiste en que una persona que ha expresado su voluntad de solicitar asilo no puede ser retornada y «esta excepción las autoridades la conocen», apunta Muller, que considera una «medida normal» el retorno de las personas en situación irregular que no tienen derecho a quedarse en el territorio nacional.

En cuanto al trabajo concreto que Acnur realiza en Canarias, su representante explica que han facilitado a Interior, Exteriores y Migraciones un informe que acaban de concluir con 137 perfiles de migrantes que de forma voluntaria han contado su historia, sus razones para marcharse y sus planes de futuro.

Además, cuentan con la presencia en las islas de dos personas para ayudar en la atención a los inmigrantes y en la puesta en marcha de un proceso de asilo «más justo». Hace una semana trasladaron al departamento de Fernando Grande-Marlaska una propuesta técnica de un procedimiento piloto «más ágil y justo». «Estamos a la espera de una respuesta», concluye Muller.