Pedro Sánchez ofrece «diálogo» a Puigdemont y pide a Rajoy que haga lo mismo

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El líder del PSOE, Pedro Sánchez, tras finalizar la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal del partido, hoy en Madrid.

Efe – El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha ofrecido hoy «diálogo», «diálogo» y «diálogo» al nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont Casamajó, y ha pedido formalmente al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que «haga lo mismo» y que «normalice las relaciones» con él. Madrid, 11 enero 2016. Fotografía: El líder del PSOE, Pedro Sánchez, tras finalizar la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal del partido, hoy en Madrid. Efe.

«Es momento de dialogar y hablar con todas la fuerzas políticas y me gustaría que Rajoy también dialogara con Puigdemont y abriera un espacio para el diálogo, la negociación y eventuales acuerdos», ha reclamado el líder socialista. Sánchez, que ha reunido esta mañana a su ejecutiva federal para analizar la situación política tras la investidura de Carles Puigdemont, se ha mostrado convencido de que un nuevo Gobierno de España «progresista» y «reformista», basado en «ofertas a partidos clásicos y nuevos», será el que supere la «crisis de convivencia» de Cataluña.

Tras subrayar su disposición al «diálogo y a las reformas hasta la extenuación», ha recalcado asimismo su compromiso por evitar la quiebra del orden constitucional y ha advertido a Puigdemont de que la «mayoría de los catalanes no quiere la independencia» y de que, por tanto, sería un «error» imponerla. A ese respecto, ha sostenido que el nuevo presidente catalán y su gobierno tienen la «legitimidad para gobernar Cataluña en el marco de la Constitución del 78 y del Estatuto catalán», pero que la mayoría parlamentaria en que se apoya «no tiene derecho ni capacidad para imponer su voluntad al resto de catalanes que no les han respaldado ni al resto de instituciones».

Para Sánchez, la «extraña coalición» de Junts Pel Sí y la CUP es una «mala noticia» que busca tres fracturas: la de Cataluña con el resto de España, la de Cataluña con la UE y la fractura interna entre catalanes. Tras reiterar que el PSOE trabajará para que no se produzca ninguna de ellas con «diálogo, diálogo y diálogo», el líder socialista ha proclamado que «es tiempo de ofrecer soluciones, no de confrontación», convencido de que el independentismo «se siente mejor con Rajoy en la Moncloa».

«Defendemos la legalidad constitucional, pero una crisis política así solo se puede resolver desde la política, y eso pasa por comunicarse, hablar y tender puentes, más que por poner líneas rojas», ha argumentado. En su opinión, el mayor acto de responsabilidad que puede hacer el PSOE es poner encima de la mesa su propuesta de reforma federal de la Constitución, como solución «legal» y «posible», que los ciudadanos podrían sancionar con su voto.

Sánchez, que ha dicho que le gustaría contar con la «lealtad» de Rajoy hacia la reforma constitucional, en caso de que el PP pasase a la oposición, ha recalcado que la «democracia es más fuerte que el desafío independentista» y que si a Puigdemont «no le gusta la ley hay suficientes cauces para la reforma».

Defensor de que Rajoy debería haber hecho coincidir las elecciones generales con las catalanas del 27S, el líder socialista ha garantizado que no va a haber «vacío de poder» en España y ha apelado a todos los miembros de Junts pel Sí que no apoyan la independencia para «trabajar por una negociación y un nuevo acuerdo político», por el que ha vuelto a prometer que el PSOE va a hacer «lo imposible».