Lasvocesdelpueblo y Agencias – Nacida en Bilbao y con raíces leonesas, Begoña Gómez, de 43 años, contrajo matrimonio con Pedro Sánchez en el año 2006, es experta en márketing y captación de fondos para fundaciones y organizaciones no gubernamentales. Hasta el momento, trabaja para Inmark Europa y codirige en la Universidad Complutense de Madrid el título en Dirección de Captación de Fondos para el Tercer Sector. Barcelona (España), martes 5 de junio de 2018. Fotografía: El nuevo presidente de Gobierno y todavía secretario general del PSOE, Pedro Sánchez y su esposa, la nueva primera dama española Begoña Gómez. Archivo Efe
De forma repentina, tras la primera moción de censura que prospera en la historia de la democracia de España, Pedro Sánchez se ha convertido en presidente de Gobierno a sus 46 años.
Su mujer, Begoña Gómez, le acompañará en esta nueva andadura, y su objetivo es ejercer de esposa del presidente, un estilo totalmente opuesto a la ex primera dama, Viri Fernández-Balboa.
Sánchez se ha presentado en el Congreso con traje de chaqueta azul marino con corbata a juego y camisa blanca. Ha vuelto a lucir corbata, complemento que aguardaba en el vestidor hasta que llegara un momento importante.
Ni siquiera cuando el protocolo requería este accesorio, como en la recepción de la Fiesta Nacional, Pedro Sánchez prescindió de la corbata. Pero hoy era distinto.
El séptimo presidente de la democracia española ha impuesto su estilo desde que irrumpió en el ruedo de la política.
Siempre luce impecable planchado, casi siempre en blanco nuclear, y sus mangas de camisa enrolladas buscan la percepción de ponerse a trabajar, salvo cuando la blazer se impone.
El nuevo presidente del Gobierno muestra un estilo y un carácter desenfadado que rompe con los cánones de los políticos serios, enfundados en clásicos trajes y sin descartar la corbata, según explicó el asesor de Comunicación y Consultor político, Antoni Gutiérrez-Rubí.
Pedro Sánchez, un nuevo estilo en la Moncloa
Un look ya utilizado por líderes mundiales como Barak Obama, en Estados Unidos, o David Cameron, en el Reino Unido; políticos que siempre han querido mostrar «energía y pasión por lo que hacen y dicen», que suelen «alzar los brazos», «arremangarse las camisas» y hasta «utilizar en sus discursos la frase ‘es hora de arremangarse'», argumenta Gutiérrez-Rubí.
Camisas ajustadas que «muestran mejor su constitución y su cuerpo atlético, y que le quedan bien», indica el asesor.
Según Gutiérrez-Rubí, la elección del blanco recuerda a políticos como J. F. Kennedy, «poderosas imágenes de optimismo ganador».
Sin embargo, el líder socialista deja su estilo arremangado en un segundo plano cuando se reúne de una manera más formal con sus compañeros de partido.
Begoña Gómez, la nueva dama de la Moncloa
Pedro Sánchez junto a su esposa, Begoña Gómez, y sus dos hijas, Ainhoa, que nació en 2005, y Carlota, que lo hizo dos años después, se instalarán en los próximos días en el Palacio de la Moncloa, la residencia oficial de los mandatarios españoles.
Nacida en Bilbao y con raíces leonesas, Begoña Gómez, de 43 años, contrajo matrimonio con Pedro Sánchez en el año 2006, es experta en márketing y captación de fondos para fundaciones y organizaciones no gubernamentales.
Hasta el momento, trabaja para Inmark Europa y codirige en la Universidad Complutense de Madrid el título en Dirección de Captación de Fondos para el Tercer Sector.
Alta, rubia y de facciones angulosas, Begoña Gómez, que es una mujer de ideas firmes, quiere tener un papel relevante como primera dama, al estilo de Michelle Obama, porque en España la primera dama es la Reina.
A Begoña Gómez, que le gusta la moda española y es asidua a los desfiles de la Semana de la Moda de Madrid, posee un estilo sencillo, ajeno a las excentricidades y el lujo.
Suele apostar por prendas informales como pantalones y cazadoras de cuero. Le gusta el rojo, un color que le favorece y que está muy vinculado al partido de su marido. Cuando se decanta por vestidos, prefiere patrones minimalistas y contemporáneos, lejos de los cortes clásicos.
Todos los que la conocen coinciden en que es una mujer divertida, simpática y deportista, que no quiere ser solo la esposa del presidente del Gobierno, sino ejercer.
