PSC al ERC: «No es aceptable decir: «vamos a dialogar pero si en dos años no se ha acordado lo que yo quiero», esto es chantajear»

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 05.04.2021. El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, durante la entrevista. Efe  

Efe – El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha advertido a ERC de que situar la fecha de caducidad de la mesa de diálogo en 2023, tal y como han acordado los republicanos con la CUP, supone un «chantaje» que revela su escasa «sinceridad» a la hora de negociar con el Estado. Barcelona (España), lunes 5 de abril de 2021.

«No es aceptable el planteamiento de: ‘vamos a dialogar, nos sentamos a hablar, pero si en dos años no se ha acordado lo que yo quiero, lo haré igualmente por mi cuenta de forma unilateral’. Esto no es dialogar, esto es chantajear, es querer imponer», ha denunciado Illa en una entrevista con Efe.

El líder socialista en el Parlament se refiere así al punto del acuerdo entre ERC y la CUP para investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat en el que ambas formaciones se dan dos años de margen para evaluar los avances de la mesa de diálogo en amnistía y autodeterminación, antes de decidir si es momento de iniciar un nuevo «embate democrático» contra el Estado.

Para Illa, este planteamiento es como si, en una relación de pareja, uno le dice al otro: «Vamos a ponernos de acuerdo a ver dónde vamos de vacaciones, pero si en diez minutos no vamos a donde yo quiero y como yo quiero, pues iremos igual porque lo digo yo».

«Eso no es sinceridad, eso es chantajear», ha deplorado.

En su opinión, el pacto entre ERC y la CUP es «un mal acuerdo» que evidencia «una subordinación política, conceptual e incluso moral» de los republicanos a la formación anticapitalista pese a que «solo tiene el 6 % de los votos».

Frente a esta actitud, Illa ha avisado de que el PSC no se arrugará ante las críticas de la CUP, que tacha a los socialistas de «partido del régimen del 78».

«Lecciones, las justas, porque no hay fotos de líderes socialistas abrazados y besándose con el señor Artur Mas. Las credenciales de izquierda no se predican, se practican. Lecciones a nosotros, las justitas», ha espetado Illa a la CUP, evocando la imagen del abrazo entre el expresidente catalán Artur Mas y el exdiputado de los anticapitalistas David Fernàndez tras la consulta del 9N de 2014.

Illa ha argumentado que para resolver el conflicto catalán hay que apostar por el diálogo, «sabiendo que cuando intentas llegar a un acuerdo tiene que haber renuncias» y que «esto no se arregla ni en una semana ni en un mes».

En este sentido, ha tendido de nuevo la mano a Aragonès para, si finalmente es investido presidente, ayudarle a reactivar la mesa de diálogo con el Estado, que pactaron ERC y el PSOE cuando negociaron la investidura de Pedro Sánchez y que solo se reunió una vez, en febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia de covid.

Además, ha defendido que se desarrolle otra mesa de diálogo dentro de Cataluña, en la que participen todos los partidos con representación parlamentaria -también Vox- y que trabaje para rehacer los consensos internos que, a su juicio, se han roto durante la década del «procés», que ha dejado una sociedad «dividida».

A su entender, sería «lógico» que esta «mesa catalana» se reuniera antes de que hubiese una segunda cita con el Gobierno del Estado, para abordar una estrategia común que «refuerce» los planteamientos que los representantes de la Generalitat lleven a la mesa con Sánchez.

«Es tan importante una mesa como la otra. Es más: no se entiende una sin la otra. Tú puedes ir con mucha más legitimidad a plantear, como gobierno de la Generalitat, tu enfoque a la mesa con el Gobierno de España si previamente has acordado aquí, con todos, porque Cataluña es plural, un diagnóstico compartido», ha subrayado.