«Puigdemont felicitó a Trapero por su gestión del 1-O en una reunión secreta»

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FOTOGRAFÍA. AUDIENCIA NACIONAL (MADRID) ESPAÑA, 03.02.2020. El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero, al comienzo del juicio por la actuación de este cuerpo en el 'procés'. Efe

Efe – El teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, instructor policial del 1-O, ha desvelado este lunes que el expresidente catalán Carles Puigdemont felicitó al mayor de los Mossos Josep Lluis Trapero por su «gestión» el día del referéndum en una reunión secreta que ambos mantuvieron en una fecha que no ha determinado. San Fernando de Henares (Madrid), lunes 3 de febrero de 2020. 

Baena, tercer testigo que comparece en el juicio a la excúpula de los Mossos con el mayor como principal acusado, ha afirmado que en esa reunión, celebrada tras el 1-O y que sabe fue en secreto «porque Puigdemont obedeció a Trapero cuando le pidió discreción», el expresident le agradeció «su particular interpretación» de los derechos fundamentales y la Constitución y el «modelo policial que él representa».

El conocimiento de esa reunión, según ha relatado, surge de una carta que Puigdemont ordenó a su secretaria dar en mano a Trapero a través de un correo electrónico enviado el 20 de octubre de 2017 y que obra en la causa del Tribunal Supremo, que todavía tiene pendiente juzgar al expresidente catalán huido a Bélgica.

Antes de referirse a esta misiva, Baena ha comenzado su declaración explicando, a preguntas del fiscal Pedro Rubira, el resultado del análisis que realizó sobre el documento Enfocats y la agenda Moleskine, intervenidos el 20 de septiembre a Josep María Jové, segundo del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.

De ese análisis concluyó, según testimonio, que el liderazgo de Trapero al frente de los Mossos d’Esquadra «era fundamental para el buen fin» del referéndum ilegal.

Y es que, según la hoja de ruta del «procés», los Mossos eran una estructura esencial del Estado que había que «adaptar, redimensionar y orientar» hacia la independencia y para ello había que dotar al mando de los Mossos «de una consistencia» que cohesionara el cuerpo.

«Necesitaban un mando fuerte», y en ese contexto ha situado el ascenso a mayor de Trapero, nombramiento que se produjo «sorpresivamente cuando el Gobierno (catalán) estaba volcado en la organización del referéndum» y 10 años después de que no se hubiese cubierto esa plaza en los Mossos.

Se trataba, ha proseguido, de dotar de fuerza a la cúpula de lo Mossos «para hacerla girar» hacia los intereses del Govern, ha precisado.

La aparición en su relato de la carta que Puigdemont quiso hacer llegar a Trapero, y de la que ya habló Baena cuando compareció en el juicio del «procés», ha suscitado la protesta de las defensas por no estar incorporada (la carta) a la causa por la que se está juzgando a Trapero.

Finalmente, la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, ha accedido a que el fiscal le preguntara por ella, pero no a su incorporación.

Baena ha procedido a leer entonces en castellano la carta, que él sacó en catalán de los correos intervenidos a Puigdemont, y en ella, según ha leído, el expresident acusaba al Estado de tender «impunemente una sombra de sospecha» sobre los Mossos y manifestaba que no podía ser indiferente ante una situación «injusta, arbitraria, abusiva y, por tanto, antidemocrática», en referencia a la imputación de Trapero y la intendente Laplana en la Audiencia Nacional.

«Empiezo diciéndote lo que te dije en una reunión a puerta cerrada (según el testigo, la reunión secreta que ambos mantuvieron). Si todas las autoridades públicas observasen e interpretaran los derechos constitucionales de nuestra sociedad de la manera con la que lo has hecho siempre (…)», se resolverían «muchos de los problemas que la sociedad tiene con la Constitución».

«La balanza entre derechos y deberes, entre libertades y orden público, no es nunca ni puede ser nunca una ciencia exacta. Lo importante de las leyes es siempre saber interpretar el espíritu y la intención y, aunque hacerlo no te garantice la infalibilidad, sí que te proporciona en cambio mucha comprensión y aceptación de la ciudadanía, a la cual sirves», continúa la carta.

A Puigdemont, la Policía que dirigía Trapero le parecía un «modelo». Y no solo lo consideraba así como presidente, sino como ciudadano y como padre «de dos niñas pequeñas que se preguntan todavía por qué hacía falta tanta violencia policial en su escuela tan querida» y que «han aprendido de manera traumática» que en Cataluña había una Policía «completamente distinta», a la que «respetan mucho».

A mitad de la lectura de la misiva, Espejel, la presidenta del tribunal, ha interrumpido al teniente coronel advirtiendo que una cosa era que se pudiera interrogar sobre esa carta «y otra que se proceda a su lectura».

Poco después de esta interrupción, el fiscal ha dado por finalizado su interrogatorio y ha tomado la palabra la defensa de Trapero, que ejerce la abogada Olga Tubau.

La letrada ha preguntado entonces si esa carta estaba escrita en catalán al considerar que ese «lo que te dije en una reunión» estaba mal traducido, porque lo que realmente decía era «lo que dije en una reunión», lo que desmontaría la tesis del testigo de que ambos se reunieron en secreto.